La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) publicó un perfil de Monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez en el que resalta la sencillez del sacerdote y elogia la decisión de nombrar al "pequeño-gran Obispo" como cardenal.
El 1 de septiembre, el Papa Francisco anunció la lista de los 13 nuevos cardenales donde incluyó al cubano.
Lee también Arzobispo de La Habana nombrado cardenalEn el texto "La eficacia de lo pequeño" publicado en el sitio de la Iglesia Católica se describe al Arzobispo de La Habana, como "un hombre sencillo, un sacerdote de pueblo, amigo de trabajadores del campo, amas de casa, macheteros, mecánicos o choferes".
Su autor, Sergio Lázaro Cabarrouy Fernández-Fontecha, describe así la rutina de este líder religioso: "Una mañana a la semana se va a un hogar de minusválidos y enfermos mentales para ayudar a bañar y repartir desayuno. Una madrugada a la semana reza el Rosario, como parte de una antiquísima devoción mariana. Le gusta irse de misión adonde la gente no sabe qué es un obispo, para que se enteren de que Dios los acompaña desde antes que su madre decidiera no abortarlos y que cuando se enseña el perdón y la fraternidad, se accede a ese Dios que los ama y los cuida, sobre todo si aprenden a hablarle como lo harían a un papá".
La reseña también describe las dificultades de la vida católica en la isla:
"Monseñor Juan de la Caridad es, a su vez, un obispo de una Iglesia pequeña y pobre, que se abre camino a trancos, en medio de una realidad difícil en lo económico, político y religioso, en la que abundan los bloqueos en mentes, corazones, leyes y estilos de gobierno, dentro y fuera de una isla que tiene vocación universal, y que hoy sigue buscando maneras de abrirse al mundo y cuyos ciudadanos siguen buscando cómo ser protagonistas de su propia vida personal, familia y social, con unas cuotas de creatividad que desafían cualquier límite. En esta realidad la Iglesia en Cuba reúne en Misa dominical a menos del 3% de la población, aunque al menos de la mitad se confiesa católico o simpatizante con lo católico. La Iglesia en Cuba no tiene colegios, universidades, periódicos, emisoras o centros asistenciales que le ayuden a tener una presencia social masiva. Sin embargo anima cientos de pequeñas comunidades en casas de familia allí donde no hay templos, atiende a miles de niños y jóvenes en formas complementarias de educación o a miles de ancianos que necesitan compañía, alimentos y ropa".
En otro comunicado los obispos cubanos agradecieron al Papa Francisco el nombramiento y destacon la entrega pastoral de Mons. García: “Fraternalmente reconocemos en él su testimonio de vida como sacerdote de Jesucristo y pastor de su grey, su ardor y disposición misionera y su cercanía sencilla y anónima para expresar con gestos concretos su amor a los más pobres y necesitados”.