La magistrada Ketanji Brown Jackson fue confirmada el jueves por el Senado de Estados Unidos como jueza del Tribunal Supremo y se convertirá así en la primera mujer negra en servir en la Corte.
Su confirmación supone un hito para Estados Unidos y una victoria para el presidente Joe Biden, quien cumplió una promesa de campaña.
La votación para confirmar a la jueza federal de apelaciones en el máximo órgano judicial de la nación fue de 53 votos a favor y 47 en contra, con tres republicanos -Susan Collins, Lisa Murkowski y Mitt Romney- uniéndose a los demócratas.
Jackson, de 51 años, ocupará el lugar del juez Stephen Breyer, de 83 años, para quien trabajó como asistente al principio de su carrera y quién se retirará en verano.
Asistió a las escuelas públicas de Miami y luego a Harvard como estudiante de pregrado y facultad de derecho, y sirvió en la Comisión de Sentencias de EE. UU., la agencia que desarrolla la política federal de sentencias, antes de convertirse en jueza federal en 2013.
El presidente Joe Biden calificó la confirmación de Jackson como un "momento histórico” para Estados Unidos.
“EEUU ha dado un paso más para hacer que nuestro tribunal supremo refleje la diversidad de Estados Unidos. Será una jueza increíble y tuve el honor de compartir este momento con ella”, dijo Biden.
Lisa Murkowski, del trío republicano de partidarios de Jackson, explicó que su respaldo era un "rechazo a la politización corrosiva del proceso de revisión".
El senador cubanoamericano Bob Menéndez dijo que el Senado de los EEUU no sólo ha hecho historia, sino que ha sido testigo, en tiempo real, de la inclinación del arco moral del universo hacia la justicia y ha demostrado a las mujeres y niñas de todo el mundo que ellas también pueden ocupar cargos de tanta importancia para proteger la Constitución.
“Dadas sus impecables credenciales y experiencias vividas, la jueza Jackson cumplirá fielmente con los deberes que le encomienda la Constitución", dijo Menéndez.
Brown Jackson contaba con el apoyo del Colegio de Abogados Cubanoamericanos, entidad que elogió su intelecto y capacidad y sus estudios en las escuelas públicas de Miami-Dade.
"Ella está claramente muy bien calificada para asumir las increíbles responsabilidades de un juez de la Corte Suprema, y sus raíces en Miami le brindarán una perspectiva valiosa sobre los derechos y las vidas de las personas que comparecen ante la corte", señaló el Colegio de Abogados Cubanoamericanos antes de la votación.