El pasado lunes, 8 de mayo, varios agentes de la Policía llegaron al barrio Isleta, en la periferia de la ciudad de Guantánamo, luego de que recibieran una supuesta denuncia por sacrificio de ganado mayor.
Los oficiales arrestaron a Lenin Ricardo del Río, menor de edad, y a otro hombre que se encontraba en el lugar. A este último, por un presunto delito cometido anteriormente.
Pocos minutos después llegó el padre de Lenin Ricardo, a quien los vecinos del área reconocen como Pocho. El hombre buscaba explicaciones y enfrentó a los agentes de la Policía que se llevaban a su hijo a la fuerza. “Le entraron a golpes, le dieron con todo. Lo que no se imaginaron era cómo iba a reaccionar la gente”, cuenta a Martí Noticias Frank Yunior, testigo del hecho.
“Yo estaba a unos 50 o 60 metros de los agentes. Cuando comencé a grabar ya habían dejado de darle golpes a Pocho. Se lo llevaron y todavía está incomunicado”, comentó.
En el video se ve el momento en que dos policías esposan y meten al hombre en la patrulla mientras las personas les cuestionaban su accionar.
"¿Pero por qué hacen eso, y ese maltrato?", "Le dieron golpes por gusto a Pocho, compay. Le cayeron a golpes por gusto", se escucha decir a varios de los presentes.
Frank Yunior quería transmitir en vivo lo que estaba pasando, pero la conexión no se lo permitía. Grabó lo que pudo y tardó casi 24 horas en subir el video, porque “el internet está malísimo en esta zona”.
Él y su esposa residen en La Habana y hace más de una semana viajaron a Guantánamo para pasar el Día de las Madres con su familia.
“Pocho es un tipo muy querido, yo lo conozco de toda vida. Jamás se mete en problemas. Él estaba defendiendo a su hijo como cualquier padre haría. Varios familiares suyos ya han ido a la Policía a denunciar lo que hicieron los agentes. No tenían por qué golpearlo de ese modo”, explicó el entrevistado.
“Allí mataron un caballo pero a ese muchacho (Lenin Ricardo) no le cogieron nada encima”, aclaró.
La madre del otro detenido intentó grabar con su celular cuando se llevaban a su hijo. “Yo escuché a uno de los oficiales decir a otro que si la mujer filmaba le iba a partir el teléfono en la cabeza”, dijo Frank Yunior.
“Guantánamo siempre ha sido un lugar de gente miedosa, nadie protesta por nada, pero Guantánamo se está cansando”, opinó sobre la respuesta de los vecinos.
Dos días antes de que se llevaran a Pocho y a su hijo preso, el pueblo de Caimanera, limítrofe con la Base naval de Guantánamo, salió a las calles a gritar libertad. Los videos que circulan en las redes sociales muestran la violencia con la que la Policía y miembros de la Brigada Especial Nacional (BEN) del Ministerio del Interior ―conocida como Boinas Negras― reprimieron la manifestación pacífica.
Cinco personas fueron detenidas y hasta el momento los familiares no han podido ni siquiera visitarlos. Las autoridades advirtieron que podrían enfrentar un proceso judicial. Una nota de la Asamblea Municipal del Poder Popular justificó, además, la actuación de las fuerzas represivas.
"Las referidas personas eludieron el diálogo civilizado para exponer sus reclamos y actuaron con la manifiesta intención de alterar el orden público, por lo que se requirió la correspondiente acción policial", indica la declaración, firmada por la presidenta del Poder Popular local, Saimara Llamaré Galano.
"Hechos de esta índole que atentan contra la paz social no quedarán impunes y los infractores serán presentados ante los órganos judiciales con todas las garantías constitucionales y respeto de sus derechos", añadió la funcionaria.
En Cuba hay más de mil prisioneros políticos verificados por la ONG Prisoners Defenders.
“Con cierre de datos a fecha 30 de abril de 2023, la lista de prisioneros políticos en Cuba contiene un total de 1.048 prisioneros políticos y de conciencia sufriendo condenas judiciales o disposiciones de limitación de libertad por parte de las fiscalías sin supervisión judicial alguna ni defensa jurídica”, recoge el más reciente informe de la organización.