Antimotines impiden avance de marcha opositora en Venezuela

Venezolanos vuelven a marchar en Caracas al cumplirse un mes de protestas.

​​Miembros de la Guardia Nacional y la Policía lanzaron bombas de gas lacrimógeno, obligando a retroceder al grueso de los manifestantes, evitando así que llegaran al centro, donde cientos de chavistas se manifestaban en apoyo al presidente Nicolás Maduro.

Militares y policías venezolanos impedían este lunes el avance de marchas opositoras hacia el centro de Caracas, dispersando a los manifestantes con gases lacrimógenos, según reportes de periodistas en el lugar.

Los incidentes se presentaron en El Paraíso (oeste), donde unas 300 personas intentaban franquear un cordón de seguridad para protestar frente a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), en el centro, y en Santa Mónica (centro-oeste).

Cientos de personas participan en una manifestación contra Maduro este 1 de mayo en Caracas.

Los manifestantes fueron contenidos por miembros de la Guardia Nacional y la Policía lanzaron bombas de gas lacrimógeno, obligándolos a retroceder y evitando así que llegaran al centro, donde cientos de chavistas se manifestaban en apoyo al presidente Nicolás Maduro.

Medios reportaron que el diputado opositor José Manuel Olivares, resultó herido al impactarle una bomba lacrimógenea en la cabeza.


En El Paraíso, un grupo de jóvenes permaneció cerca de la barrera militar, algunos encapuchados lanzando piedras y los artefactos de vuelta.

"¡Libertad! ¡Libertad!" y ¡Asesinos!, coreaba la multitud tras la reacción de la Guardia Nacional, mientras en los edificios vecinos retumbaban cacerolas.

La oposición venezolana cumple este lunes un mes de protestas para exigir elecciones generales, incluyendo un adelanto de las presidenciales previstas en 2018, al culpar a Maduro de la grave crisis política y económica que soporta el país petrolero.

Las manifestaciones dejan un saldo de 29 muertos y cientos de heridos, de los cuales se acusan mutuamente el gobierno y sus adversarios.


Maduro, elegido hasta enero de 2019, sostiene que las protestas, sumadas a lo que denuncia como una "guerra económica", buscan crear las condiciones para un golpe de Estado y una intervención extranjera en Venezuela.

En tanto, un millar de personas se concentraba en el sector acomodado de Altamira (este de Caracas) con la intención de marchar hacia la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), también en el centro, que el oficialismo considera su bastión.

Sin embargo, los accesos a ese sector se hallaban bloqueados por las autoridades.
Tanto el TSJ como el CNE son acusados por la oposición de servir al gobierno.

Un video publicado en Twitter muestra la quema simbólica de un muñeco en representación del Defensor del Pueblo Tareek William Saab, al que los opositores consideran un "judas".

En víspera de la conmemoración del Día del Trabajador, Maduro aumentó el ingreso mínimo mensual -salario básico y bono alimentario- de 150.000 a 200.000 bolívares (280 dólares a la tasa oficial más alta y 50 dólares en el mercado paralelo).

"Eso nos ayuda a paliar esta situación que estamos viviendo por la guerra económica de la derecha. Estamos marchando en apoyo a Maduro y por las conquistas de la revolución", dijo a AFP Edmundo Marcano, de 55 años, en una concentración chavista.

Pero la oposición afirma que el reajuste salarial muestra "el desastre del manejo económico", y que la crisis se resolverá cuando deje el poder Maduro, cuya gestión, que termina en enero de 2019, rechazan siete de cada diez venezolanos, según encuestas privadas.

El país con las mayores reservas petroleras del planeta sufre una severa escasez de alimentos y medicinas y una inflación, la más alta del mundo, que el FMI cifra en 720% para 2017.

(Con información de AFP, EFE y redes sociales)