El anuncio del Vaticano del inicio de un diálogo en Venezuela entre gobierno y oposición quedó en la incertidumbre, luego de que varios de los más importantes líderes opositores lo pusieran en duda el lunes, en el momento más álgido de la crisis política.
Delegados del gobierno y la oposición se reunieron, por primera vez en dos años y medio de crisis, a fin de "establecer las condiciones para convocar una reunión plenaria" el próximo domingo en isla Margarita (norte), dijo el enviado del Vaticano, Emil Paul Tscherrig, nuncio apostólico en Argentina.
En la reunión en Caracas, gobierno y oposición propusieron temas, metodología y cronograma del diálogo, y acordaron "trabajar en conjunto para garantizar la seguridad y el desarrollo pacífico" de manifestaciones convocadas por ambas partes esta misma semana, confirmó Tscherrig.
Pero el anuncio, hecho cuatro días después de la suspensión de un proceso de referendo revocatorio contra el mandato del presidente socialista Nicolás Maduro que llevó a la oposición a denunciar una ruptura del hilo constitucional, fue desmentido por uno de los más importantes líderes de la disidencia, el excandidato presidencial Henrique Capriles, del partido Primero Justicia.
"¿Cuál diálogo? En Venezuela no se ha iniciado ningún diálogo (...). Ellos pretenden usar la buena fe del papa Francisco, la buena fe del nuncio (Tscherrig), para decir acá no ha pasado nada", dijo Capriles horas más tarde.
Por su parte el presidente del Parlamento Henry Ramos Allup, aseguró que la oposición accederá al diálogo con el Gobierno de Maduro solo si logran ponerse de acuerdo todos o de lo contrario no asistirá ninguno.
"La posición nuestra desde un principio fue 'o van todos o no va ninguno', lo que no puede ocurrir es que vayan al diálogo dos organizaciones y otras tres no vayan, sino que sea una decisión del conjunto", dijo en una entrevista con la emisora privada Éxitos el diputado opositor.
Poco después, la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que agrupa a toda la oposición, emitió un comunicado en el que intentó aclarar los términos del diálogo.
"Ratificamos que para nosotros cualquier proceso de diálogo tiene cuatro objetivos fundamentales: respeto al derecho al voto, libertad para los presos políticos y retorno de los exiliados, atención a las víctimas de la crisis humanitaria y respeto a la autonomía de los poderes", indicó la MUD, al calificar como "un triunfo la presencia del Vaticano en el conflicto venezolano".
Sin embargo,la MUD precisó que el diálogo "debe realizarse en Caracas, de cara a la opinión pública". A lo largo del día hubo diversas protestas de estudiantes universitarios, que fueron reprimidas y que en la ciudad de San Cristóbal (oeste) dejaron al menos 27 heridos y un detenido, según los manifestantes.
Igualmente, Voluntad Popular, partido del dirigente opositor Leopoldo López, actualmente en prisión, consideró que "no están dadas las condiciones".
Maduro sostuvo el lunes una reunión privada con Francisco en una escala que hizo en Roma de regreso de una gira por Oriente Medio, en la cual se abordó la crisis venezolana y la necesidad de un diálogo.
"Le di las gracias en el nombre de Venezuela por todo el apoyo para que por fin, definitivamente, se instale una mesa de diálogo entre los distintos factores de la oposición y el gobierno legítimo y bolivariano que yo presido", dijo el presidente a la televisora oficial VTV.
Durante la audiencia, Francisco instó "al diálogo sincero y constructivo" entre el gobierno y la oposición a fin de "aliviar el sufrimiento" de la gente, precisó una nota del Vaticano.
"Espero que se ponga el tema económico de la recuperación de Venezuela como punto central. Espero que se imponga el respeto a la Constitución y se abandone el camino del golpismo", expresó Maduro.
La suspensión del referendo, con el cual la MUD buscaba sacar a Maduro del poder, caldeó aún más el ambiente político en Venezuela, país que sufre una severa crisis económica, con grave escasez y una inflación que el FMI calcula en 475% para este año.
La oposición sostiene que la solución a la crisis es la salida del poder de Maduro, cuya impopularidad llega a 76,5% y a quien más de un 60% quiere revocar, según la firma Datanálisis.
El parlamento, en el que la oposición es amplia mayoría, debatirá el martes "la situación constitucional del presidente", a quien culpa de la "ruptura de la democracia", mientras la MUD organiza para el miércoles una protesta nacional, llamada la "Toma de Venezuela".
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Por otro lado, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, asegura hoy en un comunicado que para el organismo regional es inadmisible que Venezuela como un Estado miembro pretenda coartar la libertad de expresión no solo en su territorio sino dentro del seno mismo de la OEA.