El diario español ABC dice en un artículo que la sucesión de Hugo Chávez se ha convertido en una telenovela melodramática y que su heredero, Nicolás Maduro, lo imita mal.
De tanto querer parecerse a su mentor y tutor, el actual presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro “ha ido perdiendo su propia personalidad”, dice este miércoles un artículo firmado por la corresponsal en Caracas del diario español ABC para quien a lo mejor hay razón en citar el refrán que dice que “segundas partes no son buenas”.
El periódico destaca que durante su mandato de 14 años Hugo Chávez nunca quiso que nadie más le hiciera sombra, quizás “pensando que podría seguir mandando después de su muerte” pero que tras nombrar “en las postrimerías de su agonía” a su “pupilo Maduro como su heredero”, de “ahí en adelante viene la otra historia del culebrón”.
Según la corresponsal, Ludmila Vinogradoff, el exconductor de autobús Maduro, luego canciller, vicepresidente y ahora presidente interino “pretende continuar el chavismo con el cuerpo insepulto de su líder, al que han denominado el ´líder supremo´, como si fuera una dinastía al estilo de los norcoreanos”.
El artículo cita al periodista y escritor cubano Carlos Alberto Montaner para quien Maduro es “un subversivo profesional” y “un alumno aventajado de Raúl Castro (...) y de Fidel Castro” con “una formación marxista definida”.
De acuerdo con el análisis del periodista, “cuando se estrene como presidente electo, (Maduro) tratará de radicalizar el proceso por recomendación de La Habana”.
A juicio de Montaner, “ Cuba no puede correr el riesgo de perder unas elecciones o un referéndum revocatorio en Venezuela. Un subsidio de trece mil millones de dólares anuales, incluidos 115 000 barriles diarios de petróleo---apunta--, es un botín demasiado jugoso para dejarlo escapar por un capricho de la aritmética”.
El periódico destaca que durante su mandato de 14 años Hugo Chávez nunca quiso que nadie más le hiciera sombra, quizás “pensando que podría seguir mandando después de su muerte” pero que tras nombrar “en las postrimerías de su agonía” a su “pupilo Maduro como su heredero”, de “ahí en adelante viene la otra historia del culebrón”.
Según la corresponsal, Ludmila Vinogradoff, el exconductor de autobús Maduro, luego canciller, vicepresidente y ahora presidente interino “pretende continuar el chavismo con el cuerpo insepulto de su líder, al que han denominado el ´líder supremo´, como si fuera una dinastía al estilo de los norcoreanos”.
El artículo cita al periodista y escritor cubano Carlos Alberto Montaner para quien Maduro es “un subversivo profesional” y “un alumno aventajado de Raúl Castro (...) y de Fidel Castro” con “una formación marxista definida”.
De acuerdo con el análisis del periodista, “cuando se estrene como presidente electo, (Maduro) tratará de radicalizar el proceso por recomendación de La Habana”.
A juicio de Montaner, “ Cuba no puede correr el riesgo de perder unas elecciones o un referéndum revocatorio en Venezuela. Un subsidio de trece mil millones de dólares anuales, incluidos 115 000 barriles diarios de petróleo---apunta--, es un botín demasiado jugoso para dejarlo escapar por un capricho de la aritmética”.