Las fuerzas de seguridad mexicanas detuvieron el jueves a Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán, en Sinaloa, bastión del cártel del mismo nombre, lo que desencadenó fuertes actos de violencia en diversos puntos del estado, el bloqueo de la capital, Culiacán, y un número indeterminado agentes heridos, según las autoridades.
El jefe del ejército mexicano, Luis Cresencio Sandoval, informó la captura de quien sólo identificó como "Ovidio N" en cumplimiento de las leyes mexicanas pero confirmó que era parte de una de las facciones del cártel conocida como "Los menores", en referencia a los hijos de "El Chapo".
Ovidio dirigía junto a sus hermanos Iván Archivaldo y Alfredo una facción también conocida como "Los Chapitos" que adquirió relevancia tras la detención en el 2016 de "El Chapo", actualmente cumpliendo cadena perpetua en Estados Unidos por narcotráfico.
Conocido como "El Ratón", era buscado por las autoridades estadounidenses por cargos de distribución de cocaína, metanfetaminas y marihuana de México a ese país desde 2008 a 2018.
La detención tuvo lugar en vísperas de la visita del presidente Joe Biden a México y más de tres años después de una captura fallida que supuso una humillante derrota para las fuerzas armadas mexicanas.
Sandoval dijo que el operativo, fruto de seis meses de vigilancia e inteligencia, lo llevó a cabo la Guardia Nacional con apoyo "a distancia" del ejército. La Guardia detectó personal armado y vehículos blindados propios del crimen organizado y cuando se establecieron círculos de seguridad y se comenzaron a hacer inspecciones, las fuerzas armadas fueron agredidas.
Los efectivos militares respondieron a la agresión y fue después cuando identificaron al narcotraficante, agregó el general.
Sandoval no informó muertos ni de heridos en el operativo pero Cristóbal Castañeda, secretario de Seguridad de Sinaloa, había indicado previamente que había siete policías estatales heridos y que también había lesionados entre las fuerzas armadas, aunque no precisó el número.
El general confirmó que la captura provocó que integrantes del cártel realizaran 19 bloqueos y agresiones armadas, entre las que destacó las que tuvieron lugar en el aeropuerto y la base aérea militar.
Según Mike Vigil, exjefe de operaciones de la agencia antidroga estadounidense, la DEA, se trata de una captura importante aunque no mermará el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
Los expertos coinciden en que las riendas del cártel, que siguió operando a pesar del encarcelamiento de El Chapo, están en manos de Ismael "El Mayo" Zambada, cofundador de la organización criminal hace tres décadas.
Sin embargo, según Vigil, "los Chapitos estaban tomando control del cartel porque 'El Mayo' no está con buena salud" y temían que si falleciera, la organización podría fragmentarse más.
Mientras tanto, Culiacán volvía a vivir una jornada de violencia y miedo.
Todos los accesos de la ciudad quedaron bloqueados y hubo fuertes actos de violencia, balaceras, quema de vehículos y despojos de automóviles que obligaron a las autoridades a pedir a todos los habitantes que se quedaran en sus casas. Todas las actividades se paralizaron, incluidos los vuelos.