Washington Post: qué se espera que cambie Trump en su política hacia Cuba

La bandera de Estados Unidos ondea en la embajada de ese país en La Habana.

El periódico adelanta algunos elementos, basándose en entrevistas con altos funcionarios de la administración Trump y cabilderos del Congreso y la comunidad empresarial estadounidense.

El diario The Washington Post adelanta hoy elementos de los cambios que se espera que el Presidente Donald Trump anuncie este viernes en su política hacia Cuba.

El periódico se basa en entrevistas que obtuvo con altos funcionarios de la administración Trump y personas que han cabildeado con el Ejecutivo sobre el tema Cuba desde el Congreso o la comunidad empresarial estadounidense.

Según el Post “es probable que los cambios mantengan vigentes los componentes básicos de la apertura de Obama: relaciones diplomáticas, junto con comercio y viajes condicionados, al tiempo que se harían ajustes para hacerlos más complicados, pero sin eliminarlos”.

Obama implementó sus medidas de normalización con Cuba a través de enmiendas a las regulaciones cubanas de los departamentos del Tesoro y Comercio, las que puso en vigor utilizando su autoridad ejecutiva. Se cree que Trump, como prometió en un discurso de su campaña en Miami en septiembre de 2016, ha usado la suya para modificar y ajustar gran parte del legado cubano de su predecesor.

Jeffrey DeLaurentis.

Embajada

Las fuentes del Post, que hablaron todas a condición de conservar el anonimato, indicaron que se espera que la Embajada de EE.UU. en La Habana permanezca abierta, pero que continúe sin un Embajador formal (actualmente es dirigida por un Encargado de Negocios, el anterior Jefe de la Sección de Interses Jeffrey DeLaurentis).

El jefe administrativo y asesor general de Starwood Hotels & Resorts Worldwide, Kenneth S. Siegel (i), el presidente del grupo hotelero cubano Gaviota, Carlos Latuff Carmenate.

​En blanco y negro

Precisa el diario capitalino que las restricciones vigentes sobre las relaciones comerciales con el gobierno cubano, y en especial con sus económicamente poderosos militares, se regularán legalmente de una manera más explícita.

A partir de septiembre de 2015, Obama autorizó a personas bajo jurisdicción estadounidense a establecer una presencia empresarial en Cuba, incluyendo empresas mixtas con entidades cubanas, inicialmente en la esfera de la Internet y las telecomunicaciones. Pero ese ha sido un sector en el que el gobierno cubano se ha mostrado reticente a hacer acuerdos con empresas de EE.UU.

Sin embargo, en marzo de 2016, pocos días antes de la visita del expresidente a Cuba, se anunció que Starwood, una filial de la firma de hotelería estadounidense Marriot, administraría, con el beneplácito del Departamento del Tesoro, tres hoteles en la isla ─entre ellos el Quinta Avenida y el Inglaterra─ en asociación con el propietario de estas instalaciones, la corporación militar cubana Grupo de Turismo Gaviota S.A.

Meses más tarde, en enero de 2016, Obama autorizó la exportación y reexportación de artículos estadounidenses, previo análisis caso por caso, a empresas estatales y otras entidades del gobierno cubano que proveyeran beneficios al pueblo cubano. La autorización incluía a comercios mayoristas y minoristas en la isla.

Las tiendas que venden a los cubanos, en pesos convertibles y a precios prohibitivos, artículos básicos como aceite, leche en polvo, jabón y otros, están su mayoría bajo el control del grupo militar-empresarial GAESA (TRD Caribe, Panamericana) o del Consejo de Estado de Cuba (Palco).

Comercio y viajes

El Washington Post anticipa que como parte de la política revisada por Trump quedarán congeladas al menos algunas ampliaciones previstas en la actividad comercial bilateral. También podrían restaurarse ciertas restricciones en los viajes de estadounidenses a la isla.

Desde el gobierno de Obama todos los estadounidenses pueden viajar a Cuba bajo una licencia general de la Tesorería, siempre que suscriban que lo harán de conformidad con una de 12 categorías autorizadas, ninguna de las cuales incluye el turismo propiamente dicho. La más recurrida es la de los viajes por motivos familiares, pero los que no tienen raíces cubanas generalmente optan por la de los intercambios culturales y educativos, los llamados viajes "de pueblo a pueblo".

Antes había que ir con un tour y en grupo, pero en sus últimos meses de gobierno Obama autorizó viajar individualmente y por cuenta propia, lo que ha resultado en abusos y violaciones de la prohibición de hacer turismo.

Los cubanoamericanos

Aunque el Post publica que se esperan límites en la frecuencia de las visitas y los envíos de remesas por parte de los cubanoamericanos, una información posterior de The Miami Herald, que dice haber tenido acceso a un borrador de la directiva de ocho páginas de Trump, asegura que no habrá afectaciones en ese sentido.

Medios de prensa y políticos estadounidenses habían denunciado abusos a los privilegios migratorios que otorga la Ley de Ajuste Cubano de 1966, concebida para personas perseguidas por el régimen comunista cubano, cuestionando que muchos isleños se acogían a la posibilidad que brinda la ley de hacerse residentes al año y un día de haber llegado a EE.UU., incluso solicitaban ayuda económica y otros beneficios del gobierno, y luego regresaban varias veces en el año al mismo país donde decían haber sido perseguidos.

En cuanto a los límites a las remesas, estos fueron prácticamente eliminados por Obama, con la única excepción de los envíos a miembros del Gobierno, militares de alto rango y militantes del Partido Comunista.

Las remesas familiares enviadas a Cuba registraron en 2015 el “crecimiento más dinámico” de Latinoamérica, con la cifra récord de 3.354 millones de dólares, según la consultora The Havana Consulting Group (THCG). Y eso fue mayormente antes de que Obama, como parte de su segunda ronda de enmiendas regulatorias, eliminara en septiembre de ese año los límites en la frecuencia y monto de los envíos, por parte de cubanoamericanos y estadounidenses, tanto para el dinero remitido a través de agencias como para el efectivo llevado por los viajeros.

Se cree que las remesas representan para Cuba una entrada de divisas mayor que los ingresos netos del turismo.