Yoenis Céspedes, un pelotero con aché

Yoenis Céspedes conectó tres dobletes contra los Marlins.

Bateó ¡tres dobles! en cinco comparecencias, remolcó a cuatro corredores y los neoyorquinos apalearon 12x1 a los Marlins.

Nueva York dio en el clavo: Su gerencia salió en busca del beisbolista cubano Yoenis Céspedes, para reforzar la ofensiva del equipo, y en seguida el mulato de Campechuela fue clave en el brinco de los Mets al primer lugar de su división.

El salto sucedió este lunes, cuando Céspedes bateó ¡tres dobles! en cinco comparecencias, remolcó a cuatro corredores, y los neoyorquinos apalearon 12x1 a los Marlins en La Pequeña Habana. Ahora los Mets dominan la cima de la división este en la Liga Nacional (55 triunfos, 50 derrotas), medio juego por delante de Washington.

Camino de los 30 años de edad –los cumple en octubre– este oriental, de estatura nada asombrosa (5'10, con 210 libras de peso) fue sin duda bendecido por los dioses, desde el vientre de su madre, Estela Milanés, para que años después nos enseñara a millones de alelados qué cosa es el béisbol.

Yoenis, muchos lo saben, integró en Cuba la selección nacional, pero los campeonatos de la isla le quedaban chiquitos. Un buen día –y pocas veces la expresión ha sido tan certera– se fue del país, recaló en República Dominicana, y lo demás es harto conocido.

Hasta actor de reality show fue de pronto el criollo, en aquel video que lo mostraba desde la tierra del merengue armado de bates y pelotas, pero además mostrando otras habilidades, como la de asar un cerdo al aire libre.

SUS NÚMEROS, SUS BRINCOS

Nuestro hombre debutó en Grandes Ligas el 28 de marzo de 2012, a las órdenes de Oakland. Tanto confiaron en él que le dieron el centro de los jardines, desplazando al veterano Coco Crisp; Céspedes ganó en poco tiempo dos distinciones de la Liga Americana, una de rookie del mes y otra de jugador de la semana.

Meses después, su demostración de poder le valió ser dos veces invitado al Derby de Jonrones… y a ganarlo las dos veces, en 2013 y 2014. Ese último año fue seleccionado para el Todos Estrellas en su circuito y mereció el premio GIBBYs por la asistencia de la temporada, nada menos que el out más espectacular en tiro desde los jardines.

Cuando Céspedes se movía como pez en el agua, el 31 de julio de 2014, Oakland lo entregaba mediante negociación al Boston Red Sox. Un comentarista de televisión dijo haber escuchado un rumor sobre malas relaciones del cubano en el seno del equipo, cosa que yo no me creo ni lejanamente.

En el invierno del propio año (11 de diciembre), el hijo pródigo de Campechuela hacía de nuevo sus maletas, entonces destinado a los Tigres de Detroit.

Con los felinos, Céspedes dio también la talla pero, como él mismo declaró ante un micrófono: "negocios son negocios" y en julio 31 era entregado a los Mets. Dos días antes, el cubano, vestido con el traje de Detroit, había pegado de 4-2, con un jonrón, en el triunfo sobre los Rays.

Nueva York le abrió entonces los brazos, era una pieza tan valiosa para ellos que por primera vez en esta época del año se adueñaban de un toletero con 18 jonrones como credencial.

Nuevos compañeros, nueva mudanza y todavía la barrera del idioma inglés solo constituían una contención de dos jornadas para el cubano: De 3-0 en su primer día, contra Washington, y de 3-1 en la fecha siguiente, ocupando la encumbrada plaza de tercer bate.

Dicen que a la tercera va la vencida, y en su tercer día con los Mets Céspedes mostró sus armas, esos tres dobles y cuatro carreras producidas en el coqueto parque de los Marlins. Nueva York se regodea así con un bateador en la madurez de su rendimiento: 82 impulsadas en su debut, 80 en su segundo año y 100 en 2014, más 89 batazos fuera del parque en su ficha.

Octubre está al cantío de un gallo y los Mets, con el nuestro en el line up, tal vez aparezca en la postemporada.

Yo confío en los dioses.

Presione aquí para ver uno de los dobles de Céspedes.