Huyó de Cuba en 2010. En este momento, batea .324 para el equipo Hillsboro Hops.
Los peloteros cubanos continúan causando buena impresión. Ya hemos hablado de Yasiel Puig, Yoenis Céspedes y José Fernández, entre otros. Ahora, le toca el turno a otro joven llamado Yogey Pérez-Ramos, de 24 años, quien batea en este momento para .324 con nueve dobles, tres triples y once bases robadas para el equipo Hillsboro Hops.
El periodista Tyson Alger conversó con Pérez-Ramos, quien le manifestó, con la ayuda de un intérprete, que había jugado en Cuba con Puig, aunque en equipos diferentes. Añadió que Puig había mostrado mucho talento en la isla, y que él pensaba que la prensa estadounidense estaba tratando bien al jugador de los Dodgers de Los Ángeles y que él se lo merecía.
Pérez-Ramos se ha convertido en una pequeña versión de lo que es actualmente Puig en las Grandes Ligas, señaló Alger, quien dijo que ya es normal escuchar en las graderías al público corear "¡Yogey! ¡Yogey! ¡Yogey!" para estimular al joven pelotero cubano cada vez que se acerca al cajón de bateo. Además, las colas de niños delante del dugout de Hillsboro Park son interminables, antes y después del juego, para que el jugador les firme un autógrafo.
Yogey Pérez-Ramos, lleva tres juegos seguidos bateando imparables.
El pelotero escapó en una embarcación de Cuba en 2010 junto a su padre. "A bordo del bote, pensé todo el tiempo que nos ibamos a hundir. Fue una travesía muy peligrosa", dijo.
Fueron a parar a México. Monterrey se convirtió en la casa temporal de Pérez-Ramos, quien indicó que varios equipos mostraron interés en él y que los Toronto Blue Jays le ofrecieron un contrato por $12 millones y cuatro años.
Pero había un inconveniente, Cuba no enviaría a Pérez-Ramos su pasaporte, lo que le impidió firmar a tiempo con el equipo de las Grandes Ligas. Aunque Cuba prometió que enviaría el documento, Yogey sabía que esto no ocurriría, porque el Gobierno cubano quería hacerlo sufrir...
Tras seis largos meses de espera, decidió abrazar su Plan B y viajar a Estados Unidos. Pérez-Ramos entró en el draft de las Grandes Ligas en el 2012 y fue seleccionado en la decimoséptima vuelta por los Arizona Diamondbacks ($100,000). Se trasladó hasta Yakima, Washington, y se unió al equipo triple A, The Bears (Los Osos).
El periodista Tyson Alger conversó con Pérez-Ramos, quien le manifestó, con la ayuda de un intérprete, que había jugado en Cuba con Puig, aunque en equipos diferentes. Añadió que Puig había mostrado mucho talento en la isla, y que él pensaba que la prensa estadounidense estaba tratando bien al jugador de los Dodgers de Los Ángeles y que él se lo merecía.
Pérez-Ramos se ha convertido en una pequeña versión de lo que es actualmente Puig en las Grandes Ligas, señaló Alger, quien dijo que ya es normal escuchar en las graderías al público corear "¡Yogey! ¡Yogey! ¡Yogey!" para estimular al joven pelotero cubano cada vez que se acerca al cajón de bateo. Además, las colas de niños delante del dugout de Hillsboro Park son interminables, antes y después del juego, para que el jugador les firme un autógrafo.
Yogey Pérez-Ramos, lleva tres juegos seguidos bateando imparables.
El pelotero escapó en una embarcación de Cuba en 2010 junto a su padre. "A bordo del bote, pensé todo el tiempo que nos ibamos a hundir. Fue una travesía muy peligrosa", dijo.
Fueron a parar a México. Monterrey se convirtió en la casa temporal de Pérez-Ramos, quien indicó que varios equipos mostraron interés en él y que los Toronto Blue Jays le ofrecieron un contrato por $12 millones y cuatro años.
Pero había un inconveniente, Cuba no enviaría a Pérez-Ramos su pasaporte, lo que le impidió firmar a tiempo con el equipo de las Grandes Ligas. Aunque Cuba prometió que enviaría el documento, Yogey sabía que esto no ocurriría, porque el Gobierno cubano quería hacerlo sufrir...
Tras seis largos meses de espera, decidió abrazar su Plan B y viajar a Estados Unidos. Pérez-Ramos entró en el draft de las Grandes Ligas en el 2012 y fue seleccionado en la decimoséptima vuelta por los Arizona Diamondbacks ($100,000). Se trasladó hasta Yakima, Washington, y se unió al equipo triple A, The Bears (Los Osos).