Cuando la mente es más fuerte que el cuerpo a este no le queda más remedio que obedecer. Entonces el cansancio no existe, o se ignora. Así hacen los triatlonistas, gobernar cada músculo a su debido ritmo para sacarle el máximo. Correr un maratón es agotador y los atletas llegan exhaustos a la meta. El desgaste es enorme, pero en el triatlón se trata sólo de un tercio de la prueba, faltan la natación y el ciclismo.
Las distancias de la competencia varían, sobre todo en el agua. Si uno piensa en nadar tomando la línea recta, se equivoca, las corrientes marinas pueden hacerte una mala jugada.
Nino Fraguela sabe todo eso, lo ha hecho, pero no se jacta de ello. No se ve como un superhombre, es el tipo de persona que el lenguaje coloquial describe como chévere, sin rastro de egocentrismo. Aunque razones de sobra tiene para ser esto último, pues su nombre está grabado en libros de récords. Es el primer cubano en atravesar el Canal de la Mancha. El único hombre de todo el continente americano en completar una prueba llamada Enduroman.
En esta edición de En Profundidad se abordan sus hazañas, y sus planes para el 2020. Nino vino acompañado de Manuel Rodríguez-Lestón, su amigo de Universo Marino que le proporciona lo necesario cuando viene a Miami, tanto a entrenar, como a romper récords.