La Liga de Campesinos Independientes y el capítulo cubano de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR) anunciaron este lunes una campaña para exigir al gobierno levantar el "bloqueo interno" a la producción agrícola y evitar una "hambruna" en el país.
Bajo el título de “Sin Campo no hay País”, la iniciativa demanda la puesta en práctica de estas cinco medidas por parte del Estado cubano:
- Libertad para la producción y distribución de nuestros productos.
- Libertad para fijar los precios de nuestros productos de acuerdo al mercado.
- Libertad para importar y exportar directamente, incluso de Estados Unidos, donde está comprobado que sus leyes no lo impiden, por nuestra condición de campesinos independientes.
- Eliminar por diez años todos los impuestos a productores y procesadores de alimentos.
- Entregar títulos de propiedad permanente a todos los productores agrícolas.
La campaña recuerda al régimen que las sanciones de Estados Unidos no incluyen a los campesinos, quienes pueden -si no fuera por el bloqueo interno- importar, exportar y recibir inversiones privadas de ese país, dijo la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC) en un comunicado de respaldo a la campaña.
"Los campesinos cubanos están exigiendo al gobierno que desideologice y despolitice el tema de la producción agrícola. Vietnam sufría una hambruna en cuando en 1986 liberó las fuerzas productivas con reformas de mercado. En cuatro años ya se autoabastecíany exportaban excedentes de alimentos", subrayó la FDHC.
La escasez de alimentos se ha recrudecido en la isla en medio de la crisis sanitaria por el coronavirus. La isla enfrenta serios problemas de abastecimiento por la falta de liquidez y la deficiente producción agrícola a nivel nacional, que el Estado se empeña en mantener bajo su estricto control.
"Después de seis décadas de fracasos estatales, a las puertas de una catástrofe nacional, mantener el bloqueo interno a los productores privados es un crimen y una colosal estupidez", concluyó la FDHC.