La corresponsal en La Habana de la agencia Prensa Asociada, Andrea Rodríguez, reportó el viernes la que describe como una "inusual manifestación de trabajadores independientes del Estado" ocurrida al pasado martes en Holguín, ciudad cabecera de la homónima provincia oriental de Cuba.
El despacho, que se basa en el testimonio de William Zaldívar, un productor-vendedor de artículos para el hogar que participó en la protesta, señala que la misma fue motivada por el descontento de los trabajadores privados después de que las autoridades ajustaran las condiciones de algunas licencias y enviaran inspectores para verificar su cumplimiento.
Según Zaldívar, quien ha ofrecido también su versión a martinoticias, los 93 trabajadores que tienen tarimas en una plaza en la ciudad de Holguín, a unos 700 kilómetros al este de La Habana, fueron sorprendidos en horas de la mañana del martes 21 con una revisión de inspectores y policías.
El cable recuerda que, antes de fin de año, las autoridades informaron que se detectó a personas con las licencias para productos de ferretería que según ellas eran acaparadores y revendedores de mercancías que el propio Estado ponía en venta o habían sido sustraídos de esas tiendas. Entre dichos artículos se contaban caños, pinturas, tornillos, pinceles, grifos de agua, herramientas de trabajo y hasta repuestos de autos.
Las autoridades dieron a las personas que ofertaban dichos artículos, así como ropa importada llevada a Cuba por "mulas" --que pagan por peso de equipaje en la aduana-- un ultimátum para liquidar su mercancía antes del 31 de diciembre de 2013.
Zaldívar dijo a la corresponsal de AP que durante la inspección algunos lograron esconder la mercadería, pero una media docena sufrieron decomisos.
"Además fueron multados con 700 pesos cubanos (unos 28 dólares) y se les retiró la licencia", comentó. Rodríguez destaca que su fuente reconoció que en el pasado perteneció a grupos de opositores, y que ahora sigue siendo un crítico al gobierno pero sin militancia partidaria.
Según su testimonio, unos minutos después de que la policía se fue, 60 trabajadores salieron hacia la sede del gobierno provincial "a raíz del maltrato"..
El líder de la no gubernamental Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez indicó a la AP que varias "fuentes" coincidieron con el número de personas mencionadas por Zaldívar y en cuanto al hecho de que la protesta fue espontánea tras el accionar de los inspectores.
"A la singular manifestación de descontento --en la cual blandieron una bandera cubana y gritaron que querían trabajar-- se fueron sumando curiosos y poco antes de llegar a la sede del gobierno y se produjo una 'reyerta' con la policía", agrega el despacho..
Sin embargo los manifestantes lograron llegar a la dependencia pública y unos 46 trabajadores fueron recibidos por las autoridades y miembros de la Central de Trabajadores de Cuba --única y de corte gubernamental--, quienes les dijeron que buscarían una solución.
Zaldívar, molesto, salió del encuentro antes de que terminara y en la puerta fue detenido por un policía que quería obligarlo a que escuchara a las autoridades.
La disputa terminó con el hombre detenido por tres horas.
El vendedor indicó a AP que los trabajadores expresaron su descontento porque están "convencidos que era su derecho reclamarle al gobierno". Muchos de los trabajadores no regresaron a sus tarimas y están en espera de cómo se desarrolle la situación, agregó.
La marcha de los cuentapropistas hasta las oficinas de los poderes locales en Holguín fue reportada el jueves por el diario The New York Times.
El despacho, que se basa en el testimonio de William Zaldívar, un productor-vendedor de artículos para el hogar que participó en la protesta, señala que la misma fue motivada por el descontento de los trabajadores privados después de que las autoridades ajustaran las condiciones de algunas licencias y enviaran inspectores para verificar su cumplimiento.
Según Zaldívar, quien ha ofrecido también su versión a martinoticias, los 93 trabajadores que tienen tarimas en una plaza en la ciudad de Holguín, a unos 700 kilómetros al este de La Habana, fueron sorprendidos en horas de la mañana del martes 21 con una revisión de inspectores y policías.
El cable recuerda que, antes de fin de año, las autoridades informaron que se detectó a personas con las licencias para productos de ferretería que según ellas eran acaparadores y revendedores de mercancías que el propio Estado ponía en venta o habían sido sustraídos de esas tiendas. Entre dichos artículos se contaban caños, pinturas, tornillos, pinceles, grifos de agua, herramientas de trabajo y hasta repuestos de autos.
Las autoridades dieron a las personas que ofertaban dichos artículos, así como ropa importada llevada a Cuba por "mulas" --que pagan por peso de equipaje en la aduana-- un ultimátum para liquidar su mercancía antes del 31 de diciembre de 2013.
Zaldívar dijo a la corresponsal de AP que durante la inspección algunos lograron esconder la mercadería, pero una media docena sufrieron decomisos.
"Además fueron multados con 700 pesos cubanos (unos 28 dólares) y se les retiró la licencia", comentó. Rodríguez destaca que su fuente reconoció que en el pasado perteneció a grupos de opositores, y que ahora sigue siendo un crítico al gobierno pero sin militancia partidaria.
Según su testimonio, unos minutos después de que la policía se fue, 60 trabajadores salieron hacia la sede del gobierno provincial "a raíz del maltrato"..
El líder de la no gubernamental Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez indicó a la AP que varias "fuentes" coincidieron con el número de personas mencionadas por Zaldívar y en cuanto al hecho de que la protesta fue espontánea tras el accionar de los inspectores.
"A la singular manifestación de descontento --en la cual blandieron una bandera cubana y gritaron que querían trabajar-- se fueron sumando curiosos y poco antes de llegar a la sede del gobierno y se produjo una 'reyerta' con la policía", agrega el despacho..
Sin embargo los manifestantes lograron llegar a la dependencia pública y unos 46 trabajadores fueron recibidos por las autoridades y miembros de la Central de Trabajadores de Cuba --única y de corte gubernamental--, quienes les dijeron que buscarían una solución.
Zaldívar, molesto, salió del encuentro antes de que terminara y en la puerta fue detenido por un policía que quería obligarlo a que escuchara a las autoridades.
La disputa terminó con el hombre detenido por tres horas.
El vendedor indicó a AP que los trabajadores expresaron su descontento porque están "convencidos que era su derecho reclamarle al gobierno". Muchos de los trabajadores no regresaron a sus tarimas y están en espera de cómo se desarrolle la situación, agregó.
La marcha de los cuentapropistas hasta las oficinas de los poderes locales en Holguín fue reportada el jueves por el diario The New York Times.