La firma de un acuerdo de cooperación y asilo entre Estados Unidos y Honduras pondría a los migrantes cubanos entre la espada y la pared, porque si al llegar a la frontera de México con EEUU son enviados de vuelta a Honduras, el gobierno de la nación centroamericana los devolvería inmediatamente a Cuba, como ha anunciado el presidente hondureño Juan Orlando Hernández.
Fue el domingo cuando el Presidente Hernández hizo ese anuncio. Sin embargo, la tarde del jueves, la agencia Reuters informaba que, en virtud del acuerdo con Estados Unidos, Honduras acogería a los cubanos.
Pero no queda claro si esta última declaración se refiere a los que enviaría el gobierno de Donald Trump después que llegaran a la frontera, o a los que entren a Honduras desde el sur en el avance hacia Estados Unidos.
La tarde del jueves, la Casa Presidencial de Honduras remitió a radiotelevisionmarti.com al vocero presidencial Jerry Carvajal. Al entablar comunicación con Carvajal y hacerle la pregunta, la llamada se interrumpió y no fue posible volver a hablar con él.
Cuba es el principal país de origen de los migrantes irregulares que han llegado al país centroamericano en lo que va de año, cuando se ha registrado el ingreso ilegal de 16,244 cubanos.
Datos del Instituto Nacional de Migración, divulgados recientemente por el diario hondureño La Prensa muestran que se trata de un patrón migratorio que lleva varios años: entre enero de 2014 y septiembre de 2019, un total de 50,193 cubanos ingresaron a Honduras.
Al margen de la 74 Asamblea General de la ONU, Hernández y el Presidente Donald Trump presenciaron el miércoles en Nueva York la firma del acuerdo, suscrito por el secretario interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kevin McAleenan, y el canciller hondureño Lisandro Rosales.
“Con Cuba estamos por firmar en este momento un convenio de que si aparece un cubano migrante irregular, inmediatamente lo regresamos a Cuba”, declaró el presidente hondureño el domingo entrevistado por Edgardo Melgar en el programa 30/30, de Canal Tres de Honduras.
El miércoles en Nueva York, el presidente Trump elogió ampliamente al mandatario hondureño.
“Quiero felicitarlo a usted y a su país, decirle que ha hecho una labor fantástica; mi equipo ha trabajado muy bien con usted”, le dijo Trump a Hernández al concluir la ceremonia. “Estaremos con usted y trabajaremos juntos y vamos a hacerlo aún mejor para ambos, Estados Unidos y vuestro país”.
No se dieron a conocer los detalles del acuerdo ni cuándo entra en vigor, pero la Casa Blanca inició recientemente una campaña informativa según la cual no es correcto llamar “tercer país seguro” a Honduras, ni tampoco a Guatemala y El Salvador --con los cuales se firmaron antes pactos similares--, ni referirse a las tres naciones como el “Triángulo Norte”.
“Debido a este trabajo conjunto, la inmigración ilegal no será permitida de ninguna forma”, manifestó la semana pasada Mauricio Claver-Carone, director de la división del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional. “Herramientas falsas como usar el asilo para emigrar por razones económicas” no será posible, dijo.
El término de “tercer país seguro”, observa la BBC, nació en la Convención Sobre el Estatuto de Refugiados celebrada en Ginebra en 1951. Establece que “cuando una persona abandona su país para solicitar asilo en otro, este segundo país puede negarse a recibirlo y remitirlo a un tercero que considere que puede darle las mismas atenciones”.
Sin embargo, el Estatuto pone como condición que ese “tercer país seguro” se comprometa a no devolver al solicitante de asilo a su país de origen, lo cual incumpliría Honduras por el acuerdo que firmará con La Habana para repatriar a los cubanos en cuanto lleguen a territorio hondureño, como anunció el presidente Hernández este domingo.
En una reunión con el mandatario salvadoreño Nayib Bukele, efectuada también al margen de la Asamblea General de la ONU, Trump elogió los acuerdos regionales. “Esto es bueno para todos nosotros”, aseguró.
Después que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos le dio luz verde a la Casa Blanca para rechazar solicitudes de asilo a quienes no lo hubieran pedido antes en un país de tránsito, los acuerdos con Honduras, Guatemala y El Salvador completan la estrategia del Presidente Trump para frenar el flujo de migrantes en la frontera sur.
En un reporte sobre derechos humanos publicado en 2018, el Departamento de Estado reconoció las críticas condiciones sociales de Honduras.
“Los elementos delictivos organizados, entre ellos pandillas locales y transnacionales, así como narcotraficantes, fueron perpetradores importantes de crímenes violentos y cometieron actos de homicidio, extorsión, secuestro, tortura, tráfico humano, intimidación y otras amenazas y hechos violentos contra los defensores de derechos humanos, autoridades judiciales, abogados, la comunidad empresarial, periodistas, blogueros, mujeres y miembros de poblaciones vulnerables”, dice el informe.
El secretario interino McAleenan anunció el lunes un paquete de 47 millones de dólares para ayudar a que Guatemala forme su propio sistema de asilo. Se ignora el tipo de asistencia que podría ser otorgada a El Salvador y Honduras.
[Con información de Associated Press, Reuters, la prensa hondureña y redes sociales]