El número de migrantes cubanos interceptados por la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés) disminuyó drásticamente desde que el expresidente Barack Obama canceló la política de "pies secos/pies mojados" una semana antes de abandonar el cargo.
Datos estadísticos del Séptimo Distrito de la USCG, entregadas a Martí Noticias, muestran que en los primeros seis meses de 2017 fueron interceptados en el mar solo 322 migrantes cubanos, una cifra muy inferior a los 2.295 interceptados en el mismo período de 2016, y a los 1.161 interceptados en igual período de 2015.
Las cifras indican, además, que 113 migrantes cubanos fueron repatriados al Puerto de Bahía de Cabañas desde enero de 2017. Mientras que desde el 12 de enero hasta el 10 de mayo del 2016 fueron repatriados al mismo puerto 939 migrantes cubanos.
La política de "pies secos/pies mojados", que permitía a cualquier cubano ingresar legalmente en Estados Unidos si tocaba tierra, fue cancelada oficialmente el 12 de enero y entró de inmediato en vigor.
El presidente Donald Trump ha mantenido vigente la medida, consecuente con su política migratoria.
Las estadísticas de la USCG muestran que en enero de 2017 fueron interceptados 228 migrantes cubanos en aguas del Estrecho de la Florida. En los meses siguientes las cifras apenas han rebasado las dos docenas de intercepciones.
En el mes de mayo no se produjeron intercepciones, contrario a lo ocurrido en el mismo mes de 2016, cuando la Guardia Costera interceptó a 481 migrantes cubanos.
Como parte de su interés por mejorar las relaciones con La Habana, la Administración Obama canceló la política que privilegiaba el ingreso de los cubanos a Estados Unidos. El gobierno cubano siempre criticó esa política, asegurando que la misma alentaba la emigración ilegal.
La medida recrudeció una crisis migratoria que todavía repercute en Centroamérica y México, donde miles de cubanos que transitaban por la región para cruzar la frontera de Estados Unidos quedaron estancados en esos países.
En la frontera sur de Estados Unidos se ha registrado también una notable disminución del número de migrantes cubanos que buscan ingresar al país.
La llegada de migrantes cubanos buscando entrar a Estados Unidos por la frontera cayó de 1.571 en enero a 197 el pasado mes de junio.
En el primer semestre del año, 2.377 cubanos fueron declarados inadmisibles en la frontera con México, que incluye los pasos fronterizos de El Paso, Laredo, San Diego y Tucson, según las estadísticas del Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Durante el año fiscal 2016, que comprende desde el 1 de octubre de 2015 hasta el 30 de septiembre de 2016, ingresaron a Estados Unidos 41.523 cubanos por esos pasos fronterizos.
El fin de la política de "pies secos/pies mojados", vigente durante décadas, colocó a los cubanos que arriban a Estados Unidos en la misma situación que el resto de los migrantes de otros países, quienes para ingresar de manera legal necesitan una visa o solicitar asilo político.
"Ahora, la única manera de quedarse es decir que tienen miedo de regresar a su país. Es un trámite extra, porque antes no tenían que decir nada", explicó recientemente a AP la abogada de inmigración Karla Lammers. "Si no pasan la entrevista de miedo creíble, los mandan de vuelta" a Cuba, indicó.