Enlaces de accesibilidad

Cuba

update

Cientos de católicos llaman a tomar acción ante colapso económico, político y social en Cuba

Procesión de la Virgen de la Caridad el 8 de septiembre de 2019. AP Photo/Ismael Francisco
Procesión de la Virgen de la Caridad el 8 de septiembre de 2019. AP Photo/Ismael Francisco

Cientos de católicos cubanos han exigido a sus compatriotas importantes cambios en una carta abierta publicada en Internet el 24 de enero.

La misiva alerta sobre la grave situación económica y social que se vive en la isla y demanda entre otras acciones mejores marcos legales para que los abogados puedan trabajar con independencia del control del Estado, se elimine la impunidad del sector de la sociedad afín al gobierno y se proteja las iniciativas políticamente diversas y pacíficas.

La carta firmada por 400 cubanos, algunos de ellos exiliados, exige el reconocimiento de la plena ciudadanía de los cubanos residentes en el exterior para que puedan participar también activamente en la toma de decisiones de la sociedad cubana. "Todo cubano debe poder, desde su residencia en el exterior, participar cívicamente en los destinos de su nación", indica el texto.

Además describe la necesidad de reconocer la existencia de los conflictos y buscar soluciones en pos de lograr la verdadera reconciliación nacional.

Por otra parte hacen un llamado a entender la relación entre amor y verdad y para ello citan un texto del Papa Francisco donde advierte que: "amar a un opresor no es consentir que siga siendo así; tampoco es hacerle pensar que lo que él hace es aceptable. Al contrario, amarlo bien es buscar de distintas maneras que deje de oprimir, es quitarle ese poder que no sabe utilizar y que lo desfigura como ser humano. Perdonar no quiere decir permitir que sigan pisoteando la propia dignidad y la de los demás (…). Quien sufre la injusticia tiene que defender con fuerza sus derechos y los de su familia precisamente porque debe preservar la dignidad que se le ha dado, una dignidad que Dios ama".

También invitan a los cubanos a vivir la verdad en cada decisión de la vida cotidiana: "No colaborar con lo que no creo, no participar de la violencia, los actos de repudio, la delación del hermano. ¿Por qué desfilar cuando no comparto las razones del desfile? ¿Por qué asentir en una reunión cuando no estoy de acuerdo? ¿Por qué callar cuando dentro de mí sé que no están diciendo la verdad? ¿Por qué aplaudir si estoy en desacuerdo? ¿Por qué escuchar a mis miedos y no a mi razón? Vivir en la verdad tiene un precio a veces alto, pero nos hace libres interiormente, más allá de toda coerción externa", concluye el texto.

please wait

No media source currently available

0:00 0:02:21 0:00

El sacerdote camagüeyano Fernando Gálvez, uno de los firmantes, comentó en entrevista con Radio Televisión Martí lo esencial de este mensaje:

"La carta enumera todos los desastres que hay en Cuba ahora mismo y que necesitamos un cambio. Ese es el principal motivo. Y hacemos un llamado a todo el pueblo de Cuba a que alce su voz y diga 'Ya está. Basta ya! Necesitamos un cambio'".

El cura también habló de la urgencia de esta iniciativa: “Que Cuba despierte y nos demos cuenta de la necesidad de hablar y de decir 'ya no más', de decir 'queremos un cambio'. Y ese cambio tiene que ser ahora, porque hay gente que está sufriendo muchísimo. Hay gente que no tiene cómo resolver ni tampoco tiene fuerza para decirlo ni para hacerlo, ni sabe cómo".

En opinión de Gálvez "no se vislumbra una luz de parte del gobierno".

"Ellos están cerrados. No se puede. Entonces necesitamos que sea el pueblo el que alce su voz y diga 'pues entonces necesitamos que se aparten’, declaró el sacerdote.

Para el laico Dagoberto Valdés, la carta es continuidad del mensaje del Papa Juan Pablo II en su histórica visita a Cuba en 1998.

"Así veo este mensaje, escrito en un lenguaje sereno, respetuoso, pero fiel a la realidad que vive la Iglesia que forma parte inseparable del pueblo cubano”, declaró en entrevista con Radio Televisión Martí.

A continuación reproducimos el texto íntegro de la carta.

En honor de nuestra Madre y Patrona, Reina de Cuba, Madre de la Caridad

1. Hermanos cubanos:

Como creyentes en Dios, sacerdotes, consagrados, laicos, como hombres y mujeres de buena voluntad, como cubanos que amamos a nuestra patria y que soñamos un futuro luminoso para ella, enviamos este mensaje, nacido del amor.

Convencidos de que, como nos enseñó el Padre Félix Varela, «no hay Patria sin virtud, ni virtud con impiedad» y que el bien y la paz solo son posibles en la conjugación de la justicia, la misericordia y la verdad.

Deseando, como José Martí, una República donde se rinda culto a la dignidad plena de todo hombre y mujer, independientemente de sus pensamientos, de sus posturas e incluso de sus pecados personales.

Siendo coherentes con nuestra conciencia, que no nos permite permanecer callados de frente a la construcción del presente y del futuro de nuestra nación; porque no queremos ser «personas que se lavan las manos como el gobernador romano y dejan correr el agua de la historia sin comprometerse» [1].

En comunión con el magisterio de los Obispos Católicos de Cuba que, en el número 13 de su reciente mensaje navideño, nos invitan a «que no tengamos que esperar a que nos den desde arriba lo que debemos y podemos construir nosotros mismos desde abajo».

Bajo la inspiración del esclarecedor mensaje de San Juan Pablo II, que hace veintitrés años nos urgió a «ser protagonistas de nuestra propia historia personal y nacional» [2].

Queremos dar voz a nuestros pensamientos y sentimientos: alegrías y tristezas, frustraciones e ilusiones… sabiendo que no son sólo nuestros sino de una gran parte de nuestro pueblo cubano en cada una de las orillas donde palpita el corazón de Cuba, porque somos una única nación en la isla y en la diáspora. «El cubano sufre, vive y espera aquí y también sufre, vive y espera allá afuera» [3].

2. He escuchado el lamento de mi pueblo [4]

La Palabra de Dios es luz para lo que vive nuestra patria hoy.

En el libro del Éxodo, la Biblia nos relata la historia de Moisés, el hombre al cual Dios se manifiesta con la intención de liberar a su pueblo de la esclavitud de Egipto, y al cual le dice: «He visto la aflicción de mi pueblo (…) He oído el clamor que le arrancan sus opresores y conozco sus angustias. Voy a bajar para librarlo (…) Ponte en camino que yo te envío»[5].

Dios ve, escucha y siente con su corazón de Padre lo que vive su pueblo, no le pasan desapercibidos sus tristezas, sus angustias y su clamor. Pero Dios no se detiene en una constatación estéril, sino que expresa su compasión como compromiso.

Sin embargo, la liberación no es obra solo de Dios, o de Moisés; es obra también de un pueblo que se une en torno a la fe y al ansia de libertad. El pueblo tiene que co-implicarse, ponerse en camino, y aprender a vivir en libertad a través de un inmenso desierto que le supone numerosas renuncias, la tentación de preferir ciertas comodidades a la libertad, pensar que el esfuerzo ha sido inútil y de que nunca alcanzarán el futuro que tanto ansían.

Estamos persuadidos de que este texto habla al corazón de nuestra realidad presente. Dios lo conoce todo, nada escapa de su mano. El presente y el futuro de Cuba también están en sus manos. Pero Dios trabaja con nosotros, y nos pide, como a Moisés, actuar nuestra parte de responsabilidad y libertad. Decía San Agustín: «El Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti».

3. He visto…, he oído…, conozco… [6]

Soñar a Cuba y continuar construyendo nuestra sociedad es posible, solamente, si partimos de su realidad. La contemplamos con inmenso amor, como lo hace un hijo con su madre; y también con mirada crítica, como lo hace un hijo adulto que ha renunciado a permanecer como un eterno inmaduro. Ponemos aquí nuestra visión sintética, pues los fenómenos sociales son siempre complejos.

La sociedad cubana es diversa y heterogénea.

No existe ya aquella pretendida y a la vez artificial uniformidad social. En Cuba coexisten diversos estratos sociales y económicos. La presencia de clases sociales y el progresivo ahondamiento de sus diferencias es una realidad palpable y especialmente dolorosa cuando los más pobres sufren los embates de medidas económicas que los dejan desamparados.

Cuba también es diversa desde el punto de vista político e ideológico. Hay un sector afín a la ideología oficial que sustenta el Estado, y también hay numerosos sectores en la sociedad civil con otras orientaciones ideológicas que, aunque no son reconocidas oficialmente, están presentes, algunas de ellas con organización, y ejercen un influjo real en la sociedad.

El acceso a internet y a las redes sociales, aunque limitado y monitoreado, ha roto la barrera estatal que contenía e incluso impedía el flujo de información y la capacidad del ciudadano común para generarla. Precisamente este creciente fenómeno de comunicación social manifiesta que existe una diferencia entre la opinión pública y la opinión oficialmente publicada. Hay una realidad que no se publica, negándola en nombre de la ideología.

Estamos viviendo el colapso de un modelo económico, político y social.

Aunque previsible por fundamentarse en una filosofía que ignora la verdad sobre lo que da sentido pleno al ser humano, el sistema económico, político y social que define los destinos de Cuba desde 1959, ha sido incapaz de evolucionar. Han sido muchas las propuestas para reactivarlo, una especie de cadena interminable de promesas incumplidas de “ahora sí”. A este propósito ya los obispos cubanos alertaban en la carta pastoral «El amor todo lo espera» del año 1993: «Más que medidas coyunturales de emergencia, se hace imprescindible un proyecto económico de contornos definidos, capaz de inspirar y movilizar las energías de todo el pueblo».

La continua promesa incumplida ha llevado a un cansancio y a un escepticismo que cae como una densa nube sobre el cubano de a pie. Éste, a menudo, siente que se hunde en el desaliento por vivir en un país cuyo futuro feliz se aleja, como el horizonte, con cada paso.

Asistimos en este momento a medidas extremas. Las tiendas en MLC y el llamado ordenamiento económico amargan aún más la cotidianidad de este pueblo. Su trabajo no le permite el acceso a comprar dignamente lo que necesita. Vive acosado por un grave desabastecimiento, por precios prácticamente inalcanzables, y por tener que pagar en una moneda extranjera que con su esfuerzo no puede ganar. Esta situación lacera el valor del trabajo y con él, la mismísima dignidad humana. Depender de lo que otros manden del fruto de su trabajo, nos coloca inevitablemente en una situación de mendicidad.

No se puede desligar lo económico de lo político. Como ya lo advertía «El amor todo lo espera» en su número 46, Cuba necesita cambios políticos. Con esta intuición de los obispos cubanos, hoy son muchos los que se comprometen por un cambio pacífico y, lamentablemente, reciben la represión por respuesta. Empeñarse en superar la precariedad y llevar a Cuba a un futuro digno, tiene que pasar por el reconocimiento de la realidad y por la escucha de aquellos que con buena voluntad ofrecen alternativas. La política necesita escuchar a la realidad y partir de ella, de lo contrario se convierte en ideología. Es un absurdo con terribles consecuencias sacrificar la realidad en el altar de una ideología.

La generalización de la corrupción.

La doble moral y la mentira se han convertido en elementos cada vez más habituales de nuestra cotidianidad. La falta de libertad de pensamiento y la censura estimulan la incoherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace. Por otra parte, la casi imposibilidad de vivir sin incurrir en ilegalidades, hace del «mercado negro» un aliado indispensable de la subsistencia y un ámbito dominado por el robo, el soborno y hasta el chantaje. El ambiente de «sálvese quien pueda», donde todo vale, muestra una corrupción que permea prácticamente todos los estratos sociales.

A esto se suma la sensación de que continuamente estamos siendo espiados, de que podemos «caer en desgracia». Esta sensación, confirmada por la delación de la que, como víctimas o testigos, todos tenemos experiencia, siembra la duda, mata la confianza e impide la unidad que, como pueblo, tanto necesitamos. A veces hasta sin culpa alguna, la persona se siente temerosa debido al «excesivo control de los órganos de Seguridad del Estado que llega a veces, incluso, hasta la vida estrictamente privada de las personas. Así se explica ese miedo que no se sabe bien a qué cosa es, pero se siente, como inducido bajo un velo de inasibilidad»7.

La misma voz oficial del Estado ha reconocido la necesidad de rescatar valores, pero no basta decirlo ni amenazar con castigos severos, se necesita poner remedio en las causas, en el origen mismo de la corrupción. Este «poner remedio a la corrupción» pasa, necesariamente, por proteger a la familia y renovar el sistema educativo.

La crisis de la familia: una herida en el alma de Cuba.

El ambiente que vivimos incide directamente en la familia cubana. Muchos hogares se desestructuran por la separación que implican la emigración y las misiones. Frecuentemente, la única vía para mejorar la calidad de vida, tiene como consecuencia la separación de sus miembros.

La frustración económica y la lucha cotidiana y fatigosa por la existencia provocan la pérdida del horizonte moral. La familia cubana, centrada en la sobrevivencia, corre el peligro de cerrarse a la vida. No pocas veces, el anuncio de un hijo, que debería ser un motivo de esperanza y alegría, se convierte en causa de incertidumbre y preocupación, y termina en el aborto.

En el otro extremo del ciclo familiar, los ancianos, tantas veces solos, carecen de una economía que los sustente, a pesar del aumento de las pensiones, además de la ausencia de medicamentos imprescindibles y del necesario afecto.

Es justo reconocer que incluso en medio de la crisis, el pueblo cubano valora la familia y trata de crear caminos de felicidad.

Crisis del sistema educativo.

Aunque el pueblo cubano es alfabetizado, el sistema de educación está en crisis. La subordinación de los intereses educativos al sistema político-ideológico, provoca que el nivel académico haya bajado drásticamente en los últimos decenios. Este sometimiento de la educación a la política explica la mutilación del pensamiento crítico, la imposición de un esquema único de reflexión en el que pocos creen, la precariedad de medios y de personas competentes, la no apertura oficial a otras formas de educación, que se apruebe a estudiantes por conveniencia y que se hostigue y hasta se excluya del sistema de educación superior a aquellos cuyo modo de pensar es distinto al oficialismo.

4. El clamor de mi pueblo.

Vivimos un momento crítico de nuestra historia nacional. Los ensayos oficiales de respuesta revelan que la crisis implica a la estructura misma del sistema, lo cual se ha manifestado de un modo evidente en la negativa a sostener un diálogo abierto y transparente, promoviendo la violencia verbal, psicológica y física, en lugar de buscar un debate realista e inclusivo que exponga las diversas propuestas y conduzca a soluciones evaluables.

Necesitamos superar el autoritarismo, de manera que se evite «la tentación de apelar al derecho de la fuerza más que a la fuerza del derecho» [8] y todos los hijos de esta tierra podamos sentarnos, en igualdad de condiciones, en la mesa de un diálogo nacional, pues Cuba es de todos y para todos los cubanos. No es ético adjetivar la Patria y conceder carta de ciudadanía a unos pocos privilegiados miembros de un partido.

Como ya expresaron los obispos cubanos en su mensaje [9] a propósito de la última reforma constitucional: «Lo absoluto de tal afirmación [sólo en el socialismo y en el comunismo el ser humano alcanza su dignidad plena] que aparece en el texto constitucional excluye el ejercicio efectivo del derecho a la pluralidad de pensamiento acerca del hombre y del ordenamiento de la sociedad (…) cabe recordar la frase de José Martí: Una constitución es una ley viva y práctica que no puede construirse con elementos ideológicos» [10]. Tampoco es ético y sí «muy discutible el valor del castigo para humanizar, sobre todo cuando este rigor se ejerce en el ámbito de la simple expresión de las convicciones políticas de los ciudadanos»[11].

Volviendo al relato bíblico, cuando Dios libera a su pueblo bajo la guía de Moisés, no habla contra los egipcios (los opresores). Ellos, si no se hubiesen obstinado en su maldad, haciéndose esclavos del sistema que habían construido, hubieran podido escuchar también la voz del Padre, porque él «no quiere la muerte del pecador sino que se convierta de su mala vida»[12]. Pero el Faraón persiste en la injusticia y el atropello del pueblo. Aun fingiendo escuchar a Moisés, no cumple el pacto y falta reiteradamente a su palabra, y esto le atrae la ruina y la muerte. De este modo el Faraón y sus ministros, que creen perseguir al pueblo mientras escapa de la esclavitud, quedan atrapados por su propia persecución. Es el drama de la libertad humana cuando se autoerige en dios y termina rendida al pecado. Como dice el Salmo 33: «La maldad da muerte al malvado»[13].

5. Ponte en camino que te envío [14]

El pueblo cubano, aunque lentamente, ha ido superando y desaprendiendo la indefensión. Es un importantísimo camino de empoderamiento y de recuperación de la autoestima social. Es importante que lleguemos a sentirnos más fuertes, que nos convenzamos de que podemos actuar y vivir sin dejarnos paralizar por el miedo, de modo que logremos expresarnos libremente, buscar el bien y la justicia conservando la paz, y ser críticos de nuestra realidad, porque, de hecho, es un deber de todos aportar a la construcción de una Cuba nueva.

Para los creyentes existe un compromiso político-económico-social que brota de la fe, ésta nos lanza al mundo a transformarlo, a humanizarlo según la imagen del hombre pleno que hemos contemplado en Cristo. Como nos dijo Benedicto XVI: «El derecho a la libertad religiosa (…) legitima que los creyentes ofrezcan una contribución a la edificación de la sociedad. Su refuerzo consolida la convivencia, alimenta la esperanza en un mundo mejor, crea condiciones propicias para la paz y el desarrollo armónico, al mismo tiempo que establece bases firmes para afianzar los derechos de las generaciones futuras» [15].

Con el Papa Francisco estamos convencidos de la necesidad de «conversar desde la verdad clara y desnuda (…) ya no hay lugar para diplomacias vacías, para disimulos, para dobles discursos, para ocultamientos, para buenos modales que esconden la realidad»16. En Cuba la democracia no será una realidad mientras la pluralidad y la diversidad de pensamientos no sean aceptadas y respetadas en el proyecto de Nación, sabiendo que la auténtica libertad de la persona «encuentra su plenitud en el ejercicio de la libertad de conciencia, base y fundamento de los otros derechos humanos»[17].

Los gobiernos existen para el pueblo y por el pueblo. Así como un ciudadano común tiene derechos y deberes, del mismo modo los tiene el Estado. Es hora de superar la falacia de que debemos agradecer lo que son deberes del Estado. Salud, educación, bienestar social, paz civil, ocio y recreación, democracia y libertad de expresión… entre otros, no son regalos sino derechos y el Estado existe para garantizarlos.

Necesitamos con urgencia:

– Mejores marcos legales. El hecho de que no existan bufetes de abogados que trabajen con independencia del control del Estado, promueve la impunidad de un sector de la sociedad afín al gobierno, a la vez que pone en peligro cualquier iniciativa políticamente diversa y pacíficamente presentada.

– El reconocimiento de la plena ciudadanía de los cubanos residentes en el exterior. Significa que estos puedan participar también activamente en la toma de decisiones de la sociedad cubana. Como acontece a todos los ciudadanos de cualquier país democrático, todo cubano debe poder, desde su residencia en el exterior, participar cívicamente en los destinos de su nación.

– Entender lo que significa la reconciliación nacional. Como pueblo, tenemos heridas y conflictos no resueltos. Queremos reconciliarnos para vivir bien y en paz, y esto solo será posible reconociendo la existencia de los conflictos y buscando la solución en medio de ellos. «Cuando los conflictos no se resuelven sino que se esconden o se entierran en el pasado, hay silencios que pueden significar volverse cómplices de graves errores y pecados. Pero la verdadera reconciliación no escapa del conflicto sino que se logra en el conflicto, superándolo a través del diálogo y de la negociación transparente, sincera y paciente»18.

– Entender la relación entre amor y verdad. Un error común es pensar que la predicación del amor excluye el decir la verdad en su realismo dramático. Jamás será prudencia torcer la verdad o reconocerla solo parcialmente. En la carta encíclica Fratelli Tutti el Papa Francisco nos advierte que: «No se trata de proponer un perdón renunciando a los propios derechos ante un poderoso corrupto, ante un criminal o ante alguien que degrada nuestra dignidad. Estamos llamados a amar a todos, sin excepción, pero amar a un opresor no es consentir que siga siendo así; tampoco es hacerle pensar que lo que él hace es aceptable. Al contrario, amarlo bien es buscar de distintas maneras que deje de oprimir, es quitarle ese poder que no sabe utilizar y que lo desfigura como ser humano. Perdonar no quiere decir permitir que sigan pisoteando la propia dignidad y la de los demás (…). Quien sufre la injusticia tiene que defender con fuerza sus derechos y los de su familia precisamente porque debe preservar la dignidad que se le ha dado, una dignidad que Dios ama»[19].

– Optar por la verdad. Necesitamos vivir la verdad en cada decisión de la vida cotidiana. No colaborar con lo que no creo, no participar de la violencia, los actos de repudio, la delación del hermano. ¿Por qué desfilar cuando no comparto las razones del desfile? ¿Por qué asentir en una reunión cuando no estoy de acuerdo? ¿Por qué callar cuando dentro de mí sé que no están diciendo la verdad? ¿Por qué aplaudir si estoy en desacuerdo? ¿Por qué escuchar a mis miedos y no a mi razón? Vivir en la verdad tiene un precio a veces alto, pero nos hace libres interiormente, más allá de toda coerción externa. Vivir en la mentira es vivir en cadenas y como alecciona el Himno de Bayamo: «En cadenas vivir, es vivir en afrenta y oprobio sumidos».

6. Miren que realizo algo nuevo, ya está brotando, ¿no lo notan? [20]

Esta opción fundamental por vivir en la verdad y en la libertad nos descubre nuestro real poder como ciudadanos. Somos un gigante dormido que puede hacer que Cuba cambie, basta despertar. Los que cierran sus ojos ante la aflicción de este pueblo, los que se empeñan en que Cuba no cambie, tienen el poder que le hemos concedido pensando que no podemos hacer nada. Algunos esperan el cambio desde arriba, otros aspiran que llegue una especie de líder mesiánico que arregle todo; sin embargo- ya lo hemos dicho- el cambio empieza por nosotros, por nuestro interior.

Emprendamos el camino, dejemos de escuchar nuestros miedos, creamos en nuestra fuerza como pueblo. Es importante que nos convenzamos de que sí podemos hacer algo y de que por humilde que parezca, nuestro aporte es poderoso. Reza un proverbio italiano que «si un pequeño hombre en su pequeño mundo, hace una pequeña cosa, el mundo cambia». El primer paso debe ser vaciarnos de odio, porque nada bueno puede construirse sobre el odio. Nuestra primera victoria será «que no tenemos odio en el corazón»[21].

Vacíos de odio, renunciamos absolutamente a la violencia, a la agresión incluso verbal, a la calumnia, a los métodos de los que hoy son víctimas los que proponen un camino nuevo para Cuba. Son métodos caducos e indignos de esa nueva Cuba que empezamos a construir. Una nueva Cuba debe ser humana y humanizadora de sus ciudadanos. Nuestro camino no tiene nada que ver con el odio y la violencia; y sí con una unidad que no excluye. El cambio bueno y necesario no es posible si permanecemos divididos. Urge deponer intereses particulares y pensar proyectos y destinos comunes.

Rompamos las cadenas, las peores son las que llevamos en la mente y el corazón. Optemos por la verdad, y actuemos como hombres y mujeres que ya son libres. «La conquista de la libertad en la responsabilidad es una tarea imprescindible para toda persona»[22]. Escuchemos nuestra conciencia y empujemos con cada palabra y con cada acción en la dirección correcta de la historia, en la dirección de la libertad de esa Cuba nueva y feliz que ha comenzado a ser realidad en nosotros.

7. Epílogo

Hemos compartido esta reflexión en el respeto y la valoración de aquellos hombres y mujeres de buena voluntad que en el ejercicio de su libertad han decidido no profesar la fe y que también comparten nuestros deseos de renovación, conscientes de que la realidad nos interpela a todos y de que una Cuba para el bien de todos solo se puede edificar desde el aporte sincero de cada uno.

Nosotros, como creyentes, consideramos que es momento, como pueblo, de volver a Dios. Este pueblo, hace muchos años, le dio la espalda a Dios, y cuando un pueblo le da la espalda a Dios, no puede caminar. Como decía San Agustín: «Cuando uno huye de Dios, todo huye de uno». Y nosotros huimos de Dios, y le dimos la bienvenida a los ídolos, a aquellos que nos prometieron un mundo mejor sin Dios, desoyendo también a Martí que advertía que «un pueblo irreligioso morirá, porque nada en él alimenta la virtud»[23]. Sí, es momento, como pueblo, de volver el rostro a Dios, y de volver a escuchar en la zarza ardiente sus esperanzadoras palabras:

«He visto la aflicción de mi pueblo… He oído el clamor que le arrancan sus opresores y conozco sus angustias. Voy a bajar para librarlo… Ponte en camino que yo te envío». [24]

En Cuba, a 24 de enero de 2021
XXIII aniversario de la Misa de San Juan Pablo II por la Patria, en Santiago de Cuba

Vea todas las noticias de hoy

Aplicaciones digitales no resuelven los problemas del transporte

Aplicaciones digitales no resuelven los problemas del transporte
please wait

No media source currently available

0:00 0:03:53 0:00

Con el transporte público estatal colapsado y las alternativas privadas fuera del alcance de muchos, moverse por La Habana y otras ciudades cubanas sigue siendo una misión casi imposible para los residentes.Aún con las nuevas tecnologías, el transporte en Cuba sigue siendo un desafío cotidiano.

Entran en vigor nuevas regulaciones para el sector privado en Cuba

Los pequeños minoristas privados pueden ser los más afectados por las nuevas normas, según expertos.
Los pequeños minoristas privados pueden ser los más afectados por las nuevas normas, según expertos.

Las nuevas regulaciones entran en vigor mientras Cuba atraviesa su peor crisis económica en décadas, con una grave escasez de alimentos, combustible y medicinas, y un éxodo récord de sus ciudadanos.

Getting your Trinity Audio player ready...

Las florecientes empresas privadas de Cuba se preparaban para el impacto de las nuevas medidas del Gobierno, que comenzó a implementar el miércoles una serie de normas enfocadas en regular más estrictamente el sector.

Las nuevas normas se ponen en marcha tres años después de que se legalizaran las empresas privadas tras una prohibición de décadas establecida por el exlíder Fidel Castro.

Las medidas terminan con incentivos para la creación de nuevas empresas, restringen a las mayoristas independientes y añaden nuevos requisitos para quienes buscan iniciar una compañía. También aumentan los impuestos, refuerzan los derechos de los trabajadores, endurecen los requisitos contables y agudizan la supervisión al sector privado.

Las nuevas regulaciones entran en vigor mientras Cuba atraviesa su peor crisis económica en décadas, con una grave escasez de alimentos, combustible y medicinas, y un éxodo récord de sus ciudadanos.

"El Gobierno cubano necesita al sector privado para ayudar a la economía a recuperarse, pero desconfía de él y quiere mantenerlo bajo un estricto control estatal", dijo William LeoGrande, profesor de American University de Washington.

El Gobierno sostiene que las reglas son necesarias para "corregir distorsiones" en la economía y asegurar que la empresa privada beneficie a la población en general. Las ciudades y los pueblos ahora pueden negar una licencia a una empresa que no se ajuste a un plan de desarrollo local, y los municipios pueden fijar precios en algunos casos.

"No se trata de una cruzada contra las formas no estatales de gestión (...) sino de enmarcarlas en la legalidad", dijo el ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez.

Info Martí | Régimen acorrala al sector privado cubano
please wait

No media source currently available

0:00 0:03:40 0:00

Hay mucho en juego, dice Oniel Díaz, cofundador de la consultora AUGE, que asesora a más de 200 clientes de pequeñas empresas cubanas.

Díaz dijo que algunas de las normas, como la lucha contra la evasión fiscal, son comprensibles, mientras que otras sólo desacelerarán aún más la economía.

"La pregunta es (...) si estas medidas (...) contribuyen o no a sacar al país de la crisis económica en la que se ha visto sumido, y la respuesta es no", añadió Díaz.

El sector privado ha sido un raro punto brillante en una economía por lo demás anémica que no se ha recuperado de la pandemia de COVID-19 y se mantiene lastrada debido a un embargo comercial estadounidense de décadas.

Cuba, en tres años, ha aprobado 11.355 empresas privadas.

Los empleados del sector, junto con 600.000 trabajadores por cuenta propia, ahora representan el 25% de los empleos y el 15% de las importaciones, según datos oficiales.

Los pequeños minoristas privados pueden ser los más afectados por los nuevos obstáculos contables y una norma que requiere que los mayoristas trabajen a través de empresas estatales cuando importan desde el extranjero.

Presentan en España resolución para reducir la influencia rusa en Cuba

Un marinero cubano pasa junto al buque de la Armada rusa, Perekop, en la Bahía de La Habana, Cuba, el martes 11 de julio de 2023.
Un marinero cubano pasa junto al buque de la Armada rusa, Perekop, en la Bahía de La Habana, Cuba, el martes 11 de julio de 2023.

La propuesta de resolución, que será debatida en la Comisión de Asuntos Exteriores, denuncia las alianzas entre La Habana y Moscú, y señala a Rusia como un peligro para la estabilidad en el mundo,

Getting your Trinity Audio player ready...

El Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de España presentó esta semana una propuesta de ley destinada a detener la creciente influencia de Rusia en Cuba y su impacto para socavar las democracias.

La propuesta de resolución, que será debatida en la Comisión de Asuntos Exteriores, denuncia las alianzas entre La Habana y Moscú, y señala a Rusia como un peligro para la estabilidad en el mundo,

Los diputados explican que “Cuba ha operado como un apoyo constante de la propaganda de (Vladimir) Putin defendiendo la versión del Kremlin” sobre la guerra en Ucrania y “ha servido de soporte diplomático en los debates y votaciones mantenidos en los principales organismos internacionales”.

Mencionan además que Cuba y Rusia han profundizado en su cooperación militar en los meses posteriores a la agresión de Putin a Ucrania, dando como un ejemplo que en 2022, Cuba "participó en los ejercicios militares organizados por Rusia en Venezuela, con la presencia de 50.000 soldados rusos y la participación de 15 países amigos de Moscú".

“Si hemos sido conscientes de que defender a Ucrania es defender nuestros valores, debemos ser conscientes de que la influencia de Rusia con países de América Latina, como Cuba, nos hace un llamamiento a estar más alerta de las amenazas de Putin en contra de las democracias de Occidente”, expresaron los diputados.

La propuesta pide que se condenen los abusos y violaciones de derechos humanos “que el régimen cubano Ileva a cabo en contra de manifestantes, disidentes políticos, líderes religiosos y defensores de derechos humanos” y que se “exija a Cuba que libere inmediata e incondicionalmente a las personas detenidas por ejercer sus derechos humanos, en particular el derecho a la libertad de expresión y el derecho de reunión pacífica”.

Pide también solicitar a Cuba que permita el acceso a las cárceles cubanas por parte de la Cruz Roja y las instituciones humanitarias para prestar asistencia a los presos políticos y presos de conciencia.

Asimismo pide “promover con las autoridades de Cuba el apoyo al plan de paz para Ucrania del presidente Vlodimir Zelenski y el apoyo a favor de Ucrania en las próximas votaciones de Naciones Unidas” y que se solicite a la Unión Europea la activación del artículo 85, apartado 3, letra b del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación con Cuba (ADPC UE-Cuba) hasta que el régimen cubano “ofrezca garantías de avance en el respeto de los derechos humanos y condene la invasión rusa a Ucrania”.

Dicho articulo establece la cláusula de suspensión del acuerdo "por la reiterada y sistemática violación de los derechos humanos.

Los diputados proponentes expresan que “Cuba, con fuertes lazos históricos, económicos y culturales con España ha conseguido una privilegiada relación con Europa”, lograda a través de dicho acuerdo.

“El ADPC UE-Cuba perseguía una mejora en las condiciones de vida y derechos humanos de los cubanos e incidía en la necesidad de la participación de la sociedad civil en los proyectos de este diálogo político y de cooperación. Sin embargo, ocho años después de su firma, el régimen cubano no ofrece ningún signo de apertura política, por el contrario, continúa violando sistemáticamente los derechos humanos y mantiene un aparato de fuerte represión contra el pueblo cubano”, señalaron.

Miles de litros se desperdician por salideros en La Habana en plena crisis de agua potable

Un enorme salidero de agua potable en plena calle de La Habana
please wait

No media source currently available

0:00 0:00:50 0:00

El video de un enorme salidero en plena calle del Cerro, en La Habana, es pura ironía para los cientos de miles de cubanos que no tienen acceso regular al servicio de agua potable.

Getting your Trinity Audio player ready...

En las esquinas de las calles Santa Lutgarda y Recreo, en el municipio Cerro de La Habana, el el agua potable brota de una tubería rota. Durante días, miles de litros de agua potable se han desperdiciado, fluyendo por las calles, mientras cientos de miles de cubanos sufren cortes en el suministro de agua en sus hogares.

El artista cubano Yulier Rodríguez, conocido por sus graffitis en áreas públicas de la capital, documentó el desastre en un video grabado el martes. En las imágenes se aprecia un enorme agujero en el pavimento, en el que se puede ver una tubería rota de la que mana agua sin cesar. Rodríguez describió la situación y dijo que el problema lleva varios días sin solución.

“Es una tubería grande, parece que es una tubería suministradora que sale de la propia sede de Aguas de La Habana, que está a unos metros de aquí. El agua lleva días fluyendo, y nadie hace nada”, explicó el artista en una conversación con Martí Noticias.

En medio de la crisis de agua potable en La Habana, el acueducto se "desangra" por los salideros
please wait

No media source currently available

0:00 0:02:49 0:00

Este desperdicio de agua ocurre en medio de una crisis por falta del recurso y recientes declaraciones de Antonio Rodríguez, presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, quien reveló este martes que más de un millón de personas en Cuba están afectadas por los cortes de agua, con 713,000 de ellas sufriendo interrupciones prolongadas.

El funcionario añadió que alrededor de 300,000 cubanos dependen del suministro de agua a través de camiones cisterna, en ciclos que pueden extenderse hasta más de 15 días.

Cientos de miles de cubanos dependen de las "pipas" o camiones cisterna para abastecerse de agua potable. (REUTERS/Alexandre MeneghiniArchivo)
Cientos de miles de cubanos dependen de las "pipas" o camiones cisterna para abastecerse de agua potable. (REUTERS/Alexandre MeneghiniArchivo)

Benito, un vecino que vive cerca del salidero de Santa Lutgarda y Calle Recreo, describió la situación con desesperación. “Eso es peor que el río Almendares”, comentó, refiriéndose al famoso río habanero.

Ana Julia Cortés, otra residente en el lugar, expresó su indignación por el daño causado no solo a la infraestructura hidráulica, sino también a las calles del barrio. "El agua corre por ambas aceras las 24 horas del día. Ha destrozado completamente la calle".

Cortés subrayó la ironía de que el agua se derrame cuando existe una crisis del servicio. "Nos duele ver tantos miles de litros desperdiciados mientras la mayoría de nosotros no tiene agua en casa”, dijo.

Este no es un incidente aislado. En otra parte del municipio Cerro, en la Calle Atocha, entre Calzada de Palatino y Zaragoza, los vecinos también sufrieron las consecuencias de un salidero similar que fue, finalmente, reparado, aunque dejó la calle intransitable. “Lo arreglaron, pero la calle sigue desbaratada”, explicó uno de los residentes en el barrio afectado.

Un hombre tira una carriola con galones de agua que brinda un grupo religioso en La Habana para frenar la escasez del preciado líquido. (REUTERS/Norlys Pérez)
Un hombre tira una carriola con galones de agua que brinda un grupo religioso en La Habana para frenar la escasez del preciado líquido. (REUTERS/Norlys Pérez)

La respuesta de las autoridades ha sido insuficiente. Aunque inspectores de la empresa Aguas de La Habana se han acercado al salidero próximo al Acueducto de Albear, en el municipio Cerro, los residentes afirman que no han tomado medidas efectivas.

“Les dijimos a los inspectores, y a todo el que pasa, pero no hacen nada”, comentó Ana Julia con frustración.

La infraestructura hidráulica de Cuba, especialmente en ciudades como La Habana, se encuentra en un estado crítico, afirmaron los entrevistados, quienes también se refirieron a la combinación de apagones constantes, tuberías envejecidas y falta de inversión en reparaciones y mantenimiento, lo que ha generado una situación de emergencia.

“Nos duele ver esto. Pensamos, ¡Dios mío, cuánta agua se está botando aquí!, mientras tantos de nosotros llevamos semanas sin una gota de agua en nuestros hogares”, concluyó Ana Julia.

Pescador cubano dueño del bote en el que llegaron 43 balseros a Florida asegura que la embarcación fue robada

Fermín Puig, propietario del barco en el que llegaron 43 balseros cubanos esta semana a los cayos de Florida
Fermín Puig, propietario del barco en el que llegaron 43 balseros cubanos esta semana a los cayos de Florida

Un grupo de 43 cubanos desembarcó en una playa de Cayo Marathon, Florida. El dueño del bote en Cuba dice que se lo robaron.

Getting your Trinity Audio player ready...

Un pescador cubano dueño de un bote en el que llegaron 43 migrantes desde la isla a Florida este martes asegura que "lo ha perdido todo".

El grupo de 43 cubanos fue interceptado en la madrugada de este martes por la Guardia Costera tras desembarcar en una playa de Cayo Marathon, al sur de la Florida.

Mientras los balseros enfrentan una posible deportación, el dueño del bote, Fermín Puig, quien vive de la pesca desde hace más de tres décadas, fue citado en Cuba por la policía.

El pescador dijo que tenía el barco atracado en la bahía de Cojímar, al este de La Habana, y el lunes por la noche descubrió que se lo habían llevado. "Nadie vio nada, ni siquiera los custodios del lugar", aseguró.

"Ayer salí casi a las 11 de la noche de la estación y hoy me citaron para la una de la tarde. Todo el tiempo insinúan que yo vendí el barco o facilité las cosas para que se lo llevaran. ¿Pero cómo yo voy a vender lo que le da de comer a mi familia?", explicó.

La embarcación en la que llegaron 43 balseros cubanos esta semana a los cayos de Florida
La embarcación en la que llegaron 43 balseros cubanos esta semana a los cayos de Florida

Para que el pescador sea juzgado, el Ministerio del Interior (MININT) y la Fiscalía tienen que probar que el bote no fue robado, explicó a Martí Noticias el abogado Raudiel Peña, del servicio de asesoría legal Cubalex. "No obstante, en la práctica no funciona de esa manera siempre".

"Si la Policía o los oficiales del MININT entienden que no fue un robo, sino que esta persona lo vendió, prestó o regaló, lo pueden acusar de facilitar una salida ilegal y será él quien tenga que demostrar lo contrario", agregó.

"La sanción en estos casos podría ser de uno a tres años de privación de libertad y/o una multa. Paralelamente, pueden aplicar una sanción administrativa, como retiro de la licencia de pesca, entre otras", precisó.

Amanda Puig, la hija de Fermín, vive desde hace dos años en EEUU, adonde llegó por la frontera sur tras hacer una travesía desde Nicaragua.

"Mi papá nunca quiso irse de Cuba porque decía que el mar es su vida. Lo han destruido", dijo.

"Yo estoy en shock. Lo que más lamento en este momento es que mi papá se quedó sin nada y ni siquiera estaba en el grupo de los que llegaron. Por lo menos lo tendría aquí conmigo. En Cuba no hay un seguro, no hay nada para que nos podamos reponer de esto. Estamos desesperados", agregó.

"A esta hora nosotros deberíamos estar reclamando el barco pero no tenemos a quién. Mi papá es el afectado y es al que interrogan", remarcó.

Fermín Puig, propietario del barco en el que llegaron 43 balseros cubanos esta semana a los cayos de Florida
Fermín Puig, propietario del barco en el que llegaron 43 balseros cubanos esta semana a los cayos de Florida

Francis Puig, una hermana de Fermín que vive en Florida, ha publicado varios videos en sus redes sociales exigiendo que se haga justicia y encuentren al responsable del robo de la embarcación.

"Esos balseros quizás ni sabían que el barco era robado pero ojalá que investiguen y den con el culpable. Con la situación como está en Cuba, es muy difícil que mi hermano se pueda reponer de esto y para colmo [las autoridades] lo están amenazando con quitarle hasta la licencia de pesca", indicó.

El bote en el que llegaron los 43 balseros estaba valorado en más de 20.000 dólares en Cuba, comentó Puig.

La Guardia Costera de Estados Unidos dijo recientemente a Martí Noticias que las embarcaciones que llegan desde Cuba no son devueltas a la isla debido a "dificultades logísticas".

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) alertó esta semana de un aumento de operaciones ilegales en el área de los cayos del sur de la Florida, que incluye el tráfico de migrantes y el contrabando de drogas.

En la ruta del Estrecho de la Florida, que ha sido utilizada durante décadas por los que escapan de la isla, han muerto o desaparecido al menos una treintena de cubanos este año, según datos del Programa de Migrantes Desaparecidos (MMP) de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Cargar más

XS
SM
MD
LG