Por segundo año consecutivo, el cubano Aroldis Chapman, el hombre que más duro ha lanzado una pelota de béisbol en la historia, se encuentra en un escenario familiar.
El lanzallamas zurdo pactó como agente libre un contrato por un año y 10.5 millones de dólares con los Piratas de Pittsburgh.
Para Chapman, que entra a su decimoquinta temporada en las Mayores, será el sexto equipo por el que pase, tras debutar en el 2010 con los Rojos de Cincinnati.
El año pasado también estuvo en la agencia libre y llegó a los Reales de Kansas City con un contrato de un año y 3.75 millones, antes de ser canjeado a mitad de temporada a los Rangers de Texas, con los que terminó coronándose en la Serie Mundial.
Al igual que ocurrió con los Reales, el zurdo holguinero llega a Pittsburgh con un rol definido de preparador o set up man, para lanzar el octavo episodio y despejarle el camino al cerrador David Bednar, líder en salvamentos de la Liga Nacional en el 2023.
Chapman, cerrador en sus primeras 12 campañas, perdió el puesto en el 2022, su último año con los Yankees de Nueva York.
Y tampoco ocupó ese papel en el 2023, ni con Kansas City, ni con los Rangers.
El cubano suma 321 rescates en su carrera, con 1,148 ponches en 698.1 innings. Necesitaría completar al menos 400 salvamentos para pavimentar su camino hacia el Salón de la Fama de Cooperstown.
Al igual que pasó el año pasado con los Reales, los Piratas no parecen destinados a mucho en el 2024, por lo que Chapman, quien volvería a la agencia libre en el próximo invierno, sería una moneda de cambio importante a mitad de la campaña.
Reforzar el bullpen es tarea imprescindible para cualquier equipo con aspiraciones de incluirse en la postemporada, y el holguinero podría ser una pieza muy codiciada en el mercado de canjes.
El escenario no es nuevo para él. En el 2016, durante su primera estancia con los Yankees, fue cambiado a los Cachorros de Chicago y resultó pieza fundamental para el equipo que conquistó su primera corona en 108 años.
La segunda vez que fue cambiado en medio de una fue el año pasado y también se llevó un anillo de campeón, lo que le ha creado una aureola de talismán de la suerte.
A menos que los Piratas, una de esas franquicias en eterna reconstrucción, tengan una sorpresiva primera parte de la temporada, Chapman terminaría el 2024 en otro equipo que esté necesitado de ese brazo robusto y probado para el sprint final en la carrera hacia los playoffs.
Foro