La crisis migratoria cubana llegó el miércoles a la mesa de la Organización de Estados Americanos a instancias de Costa Rica, cuyas autoridades están decididas a poner freno al coyotaje en la región mientras se resuelve el complicado caso de al menos 3.500 cubanos estancados en Panamá.
La salida no parece estar a la vuelta de la esquina, según explicó a Martí Noticias el periodista Esteban Mata, que ha cubierto desde el diario costarricense La Nación un tema crítico para la región.
“Estamos en presencia de un problema que no se le ve solución en el corto plazo hasta que Ecuador no cambie sus medidas migratorias, Cuba no meta las manos en el fuego por la gente que se le está yendo y Estados Unidos no reforme la Ley de Ajuste Cubano”, dijo Mata.
“Ese es el juego, tenemos un triángulo, un tridente ahí bien complicado”, agregó.
Y las posibilidades de otro puente aéreo como el que concluyó con éxito en marzo la evacuación de unos 8.000 cubanos se difumina, -opinó Mata-, siguiendo la lógica de que países como Guatemala y México ya no están dispuestos a participar esta vez.
La posición de México acaba de ser reforzada con la entrada en vigor de un memorando en que Cuba se compromete a recibir a migrantes ilegales que México tenga a bien deportar desde su territorio.
Costa Rica ha dicho que no tiene condiciones para albergar a más migrantes.
"No sabemos cuántos migrantes vienen de camino, el número se presume muy alto, y Costa Rica ha dicho que en esa materia no va a ceder en el sentido de que no vamos a abrir albergues a granel como lo hicimos con los migrantes cubanos", dijo el presidente tico, Luis Guillermo Solís.
¿Qué puede hacer la OEA?
Solís ha insistido en que el problema no es solo de Costa Rica o Panamá. Su cancillería realiza acciones diplomáticas en organismos como la OEA y Celac para salir del atolladero.
"No queremos ver a Costa Rica y Panamá convertidos en una suerte de Turquía de América Latina, en que las condiciones en que se encuentran los migrantes lleven a un desorden y a una situación general de violación a los derechos humanos que puedan tener impacto en nuestra propia estabilidad interna", dijo recientemente Solís.
De paso pidió a los costarricenses estar preparados para un trance “de largo aliento”.
Hasta el momento se desconocen los resultados de las gestiones de Costa Rica en la OEA.
Mata, -quien es también cronista parlamentario y reportero de investigación-, dijo a Martí Noticias que el gobierno de Costa Rica ha iniciado la solicitud de investigaciones junto con el Comando Sur de Estados Unidos para tratar de desmantelar de forma regional las redes de coyotajes.
“En estos momentos los servicios de inteligencia de los diferentes países están trabajando en la recopilación de información relacionada con las redes de coyotaje”, comentó el reportero que ha seguido la crisis migratoria que arreció en noviembre pasado.
La información no pudo ser confirmada de manera independiente, pero en septiembre pasado agentes del Servicio de Inmigración estadounidenses ayudaron a desmantelar en Colombia una banda vinculada a narco-paramilitares que cobraba entre $600 y $800 a los migrantes cubanos.