La Conferencia La Nación y la Emigración que no se celebraba desde hace 19 años, dejó muy en claro la necesidad urgente del gobierno cubano de recibir la inversión de los emigrados y la falsedad de las aseveraciones de que Cuba es para todos, coincidieron activistas entrevistados por Martí Noticias.
“El gobierno cubano le debe una disculpa a la diáspora cubana, porque muchas de las personas que forman la diáspora cubana recibieron mítines de repudio en 1980 cuando el Mariel cuando fuerzas progubernamentales les propinaron maltratos físicos, les tiraron cosas contra las casas y eso”, dijo desde La Habana el economista y escritor Orlando Freire Santana.
“El gobierno cubano nunca le ha pedido disculpas a la diáspora por eso, al contrario, todo es tratar de atraerlos [a los emigrados] para que hagan inversiones en Cuba, o se, borrar el pasado. También borran el hundimiento del remolcador 13 de Marzo, con personas a bordo que intentaban irse para afuera. Quieren borrar el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate. Todos esos fueron actos que el gobierno cubano hizo contra integrantes de la diáspora cubana. Y ahora los llama a invertir”.
En el evento, celebradoe ste fin de semana en el Palacio de las Convenciones de La Habana y encabezado por el gobernante Miguel Díaz-Canel, emigrados cubanos solicitaron al régimen un cambio en las regulaciones sobre el estatus migratorio y mejores protecciones a sus inversiones.
Días antes, el director general de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior, Ernesto Soberón, despejó, sin ambages, la intención de las autoridades cubanas: captar emigrados que quieran invertir en la isla como parte de una estrategia del gobierno para paliar la crisis económica.
Con este fin, a principios de noviembre, el Gobierno de Cuba implementó un pabellón para emigrantes cubanos en la Feria Internacional de La Habana, la mayor cita empresarial del país.
“El peligro de invertir en Cuba está latente siempre. Cuba es un país de una escasa institucionalidad, donde muchas veces la voluntad de las personas pasa por encima de las instituciones y de las leyes. Entonces, lo que hoy es permisible, a lo mejor mañana no lo es”, recalcó Freire Santana.
Desde el discurso oficial, la conferencia es un puente para el diálogo con los cubanos en el exterior y una alegoría de la continuidad de este intercambio, “en medio de un proceso transformador y revolucionario” que pretende “actualizar” el sistema socialista y “adaptarlo a las realidades actuales del país y del mundo", expuso, en la inauguración de la Conferencia, el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez Parrilla.
“Estas son conferencias tradicionales que, incluso, fueron diseñadas por el propio Fidel Castro en función de intentar cambiar la imagen de los primeros años de la Revolución sobre la diáspora ‘traidora’, ‘gusana’, ‘irreconciliable con el proceso’”, indicó a Martí Noticias desde Canadá el abogado y periodista Eloy Viera Cañive.
“A mí me llama poderosamente la atención el hecho de que cada vez más son los cubanos que usan esos espacios, ya no en función del idilio político con el régimen, sino como un mecanismo para generar garantías, apoyos que les permitan mantener espacios de participación económica en una Cuba que es cada vez más creciente en ese sentido”, señaló.
La Conferencia de 2023 contó con la presencia, según informes de la prensa acreditada, de 361 emigrados residentes en 52 países. En tanto que, la anterior realizada en 2004, acogió más de 400 invitados de 45 países.
Gran parte de los asistentes que han trascendido en la prensa son afines a grupos de solidaridad con Cuba en el extranjero.
“Quizás la figura más visible puede ser Hugo Cancio, pero hay otros intentando salvar esas compañías de paquetería, el mercado de productos online, o sea, que es un espacio que ya no es solo para crear un performance político de cercanía del régimen con una emigración con la que, mayoritariamente, no tiene ninguna cercanía, porque es una emigración que ha roto lazos con ellos”, puntualizó el comunicador.
“Se ha convertido en un cónclave económico que busca, más que nada, establecer lazos necesarios con una emigración que desdeñaron algún día”, recalcó.
Las diferentes conferencias sobre emigración, la primera de las cuales se ofició en 1978, han venido introduciendo permutaciones en el trato del régimen a los emigrados cubanos.
“El mismo Bruno Rodríguez desdeñó los capitales de la emigración cubana por ser una emigración pobre”, recordó el jurista.
En 2012, el canciller cubano respondió negativamente a la propuesta acerca de la participación de emigrados en las inversiones privadas de la organización CAFE (Cuban Americans for Engagement).
“Al Gobierno cubano no le interesan inversores que aporten “100 mil, 200 mil, 300 mil dólares”, porque Cuba lo que “demanda” son miles de millones de dólares”, contestó en ese momento el Ministro de Relaciones Exteriores.
Lo que lleva a considerar a Viera Cañive que este tipo de encuentro, “los discursos, las conexiones y las formas en que se están estableciendo demuestran, entre otras cosas, que han convertido un cónclave político en uno mayoritariamente económico, en una llamada a esa gente leal que quiera poner dinero en Cuba, y que impulse su propia agenda”, concluyó el periodista.
La ola migratoria de cubanos al exterior ha sido indetenible en los últimos dos años. Entre enero y octubre de 2023, 108.529 cubanos llegaron de forma irregular a Estados Unidos, mientras que otros 55,568 volaron directamente al país bajo el programa de parole humanitario. Solo en octubre, en que cerró el año fiscal, 18,083 cubanos arribaron a EEUU por los diferentes puntos fronterizos.
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