Los gobiernos de Cuba y Costa Rica intercambiaron información sobre sus políticas y regulaciones migratorias, según un comunicado oficial divulgado por la cancillería costarricense que adjudicó la iniciativa a las autoridades comunistas de la isla.
Costa Rica es uno de los países que más ha padecido el reciente éxodo procedente de Cuba. Unos 17.916 cubanos pasaron por su territorio entre 2015 y 2016. Todos buscaban llegar a Estados Unidos.
La crisis se alivió el pasado año gracias a que las autoridades costarricenses organizaron junto a otros países de la región un puente aéreo humanitario que les permitió ingresar en suelo estadounidense.
Desde entonces el país ha buscado un acuerdo que incluya la devolución a la isla de los que llegan sin visas a través de sus fronteras.
La nota del Ministerio de Relaciones Exteriores explicó que a la reunión de esta semana en Costa Rica asistieron funcionarios de la cancillería cubana y el embajador en Costa Rica, Danilo Sánchez.
No hay información disponible sobre eventuales acuerdos ni detalles de la reunión que ofrezcan pistas sobre posibles medidas.
La directora general de la Dirección General de Migración (DGME), Gisela Yockchen, valoró no obstante la importancia de conocer las políticas cubanas.
“La migración es una responsabilidad compartida que debe ser atendida conjuntamente por el bien de nuestras poblaciones. Eso nos permitirá ampliar los horizontes, reforzar criterios, de manera que nuestro accionar sea coherente con las políticas de ambos países”, dijo.
Costa Rica priorizará un enfoque basado en el respeto a los derechos humanos, según el comunicado.
Un giro al sur
El fin de la política de "pies secos/pies mojados", que concedía privilegios excepcionales a cubanos una vez en suelo estadounidense, ha variado el comportamiento migratorio de los que salen de la isla en busca de libertades políticas y mayores oportunidades económicas.
El reciente distanciamiento entre Cuba y Estados Unidos ha bajado las expectativas de los cubanos respecto al destino estadounidense. La drástica reducción del personal diplomático en La Habana y Washington ha complicado la obtención de visas turísticas y de reunificación familiar.
Martí Noticias reportó semanas atrás cómo el éxodo ha girado hacia el sur a países como Uruguay y Chile, donde les otorgan el asilo político y consiguen trabajar y salir adelante.
Otro destino que se perfila como válvula de escape es Panamá.
Martí Noticias reportó recientemente cómo unas 1.000 visas de turismo otorgadas cada mes a cubanos están permitiendo que viajen al país a realizar importaciones a modo de emprendimiento privado, a pesar de que el gobierno cubano les impide hacerlo legalmente hasta ahora.
De unos 257 millones de dólares que factura la isla al año en la Zona Libre de Colón, Panamá, 100 millones de dólares corresponden a cubanos que llegan por su cuenta. El resto son negocios del gobierno de Raúl Castro.
Costa Rica en busca de medidas conjuntas
La directora adjunta de Política Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, Sylvia Ugalde, dijo a los periodistas que la iniciativa de reunirse partió del gobierno de Cuba.
La funcionaria explicó además que el intercambio de información facilita "revisar posibles acciones conjuntas en materia migratoria, que podrían llegar a acordarse entre las partes, en una etapa posterior".
El subdirector del Departamento Consular de la Dirección de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior, Ulises Arranz, fijó por su lado la postura de La Habana: "Que se garantice el principio de una mejor regulación, que cada cual tenga el derecho a viajar, pero que lo haga con seguridad, de manera regular y sin peligro para su vida".
Una segunda ronda de conversaciones se realizará, en fecha por definir por las dos delegaciones.
(Con información de EFE y Cancillería de Costa Rica)