En la isla el gobierno sólo cubre un 30% de las necesidades básicas de los estudiantes. El setenta por ciento de lo que necesitan los hijos en las escuelas hay que comprarlo en el mercado negro o en las tiendas por divisas a un precio ‘que pocos pueden pagar’, dijeron padres residentes en Camagüey, Santiago de Cuba, La Habana y Santa Clara en un sondeo realizado una semana antes del inicio del curso.
Al comienzo del curso escolar les dan a los estudiantes cierta cantidad de libretas y lápices que los niños deben administrar y que en la práctica sólo alcanzan para los primeros meses. Los padres saben que el resto corre por cuenta de ellos y que deben ir al mercado negro a ingeniárselas para conseguir lo esencial: lápices (a 5 pesos (MN) y libretas a 6.00 pesos (MN).
El uniforme escolar es otro punto importante y difícil de conseguir, dicen los padres. El estado sólo vende la ropa en dos ocasiones durante seis años de primaria y tres de secundaria y pre universitario.
"Para nadie es un secreto que hay que conseguir el resto ‘por la izquierda” a 120 y 160 pesos MN, y que en muchos casos no coinciden las tallas con la edad de los niños y hay que hacer múltiples arreglos", dijo Tatiana, una habanera que se las ingenia para mantener tres hijas en edad escolar.
Esta mujer de Arroyo Naranjo opina que el problema de alistar a los muchachos para la escuela es mucho más complejo en La Habana donde "todo es más caro”. Ella calcula que este inicio de curso le sale en unos 60 dólares por cada una de sus hijas, "eso sin contar lo que luego se va sumando", dijo.
En el caso de los zapatos no hay otra opción que la shopping (con CUC) y allí los precios sobrepasan los 20 CUC aseguraron tanto los padres residentes en Santiago de Cuba como en Camagüey y La Habana.
“A excepción de los cuadernos de trabajo y los libros que le prestan a los alumnos para el curso (y que el menor debe cuidar) lo demás lo debemos buscar nosotros", señala Henri Constantin, residente en Camagüey y padre de un niño que comienza el segundo grado.
“Los niños crecen, la ropa no aguanta tanto tiempo y es obligatorio ir uniformado”, dijo Ramón Bolaños padre de dos niños en primaria y una adolescente en secundaria, residentes en municipio Mella, Santiago de Cuba.
También hay que comprar con divisas las medias que están por el precio de 2 y 3 CUC y las mochilas que oscilan entre 10 y 15 CUC, aseguró Ramón Bolaños.
Por su parte Lizandra, residente en el reparto Vista Hermosa de Santiago de Cuba y madre de un menor que comienza el primer grado, dijo estar preocupada porque además de ropa y zapatos debe conseguir gomas de borrar, lápices de colores y “otros artículos que poco a poco durante el curso van pidiendo” y ella no tiene dinero para cubrirlas todas.
“Es terrible ver que tu hijo necesita las cosas y uno no tiene dinero para comprarlas", dijo la joven.
Otra carga que deben enfrentar los padres es la alimentación del hijo cuando va a la escuela. Lo que ofertan para comer durante las ocho horas que permanecen en las aulas es una merienda (pan, pedacito de mortadella y un vaso de refresco).
“Tenemos que reforzarle la alimentación con lo que se consiga cada día por ahí, pero la verdad es que a veces la mayoría de la gente no encuentra de donde sacar”, dice Tatiana quien lamenta que muchos niños se van para la escuela con el estómago vacío y otros apenas se toman un refresco.
"No importa si es primaria, secundaria o la universidad. En cada caso hay que garantizarlo todo", asegura.
Madeleine Santos, madre de un estudiante de Medicina en la escuela de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, dijo que en los casos de los estudiantes universitarios los padres la pasan peor porque ‘hay que buscarles ropa deportiva, zapatos escolares y deportivos, libretas, dinero para viajar, para comer y además conseguirle memorias digitales para que guarden sus notas de clase y no siempre se puede”, aseguró.
"Todo corre por nuestra cuenta y lógicamente hay que comprarlas en CUC. En las tiendas por divisas hay de todo lo que puede necesitar un estudiante pero lo que no hay es dinero", apuntó Madelein.
Ella cree que muchos jóvenes deciden no ingresar la universidad o dejar la carrera porque no hay quien pueda con tantos gastos” y cada día el dinero es más difícil de conseguir.
En general los padres coinciden en que los gastos para garantizar el retorno a la escuela están por encima de los 600 pesos MN y saben durante el curso se le irán incorporando otros gastos como los del repasador, ese maestro particular que "apuntala" los contenidos que se imparten en la escuela.
"La mayoría de los maestros no están capacitados para enfrentar la docencia como debe ser, por eso hay que apelar a los que lo hacen furtivamente y pagarles para que le repasen a los hijos. Las leyes cubanas prohiben a los maestros activos ejercer por cuenta propia y cobrar por los repasos, por eso lo hacen a escondidas. Los padres prefieren pagarlo a que el hijo pierda el año o no tenga conocimientos solidos", dijo Henri Constantin.
Los maestros repasadores trabajan en casi todas las ciudades grandes como La Habana, Camagüey y Santiago de Cuba, cobran hasta 25 pesos por una sesión de clases, de manera que los padres invierten hasta cien pesos mensuales en consolidar los conocimientos de sus hijos.
En los pueblos menos populosos como el municipio de Mella en Santiago de Cuba no hay repasadores y a juicio de Bolaños se debe a que los maestros pueden ser detectados y sancionados. "En nuestra casa mi esposa y yo nos encargamos cada tarde de sentarnos con los niños a ayudarles en las tareas", aseguró.
Lizandra vive en Santiago de Cuba y señala que el precio de los repasadores en la ciudad oscila entre 30 y 40 pesos al mes por dos o tres repasos al mes.
Su ‘gran rompecabezas” ahora es conseguirle al hijo otros materiales y ropas que necesita porque ganan muy poco y “o tienen quien les ayude desde el exterior con dólares”, pero sabe que según adelante en el curso tendrá que buscar quien le repase al niño.
Mientras los padres se las ingenian para reunir lo necesario para sus hijos, Granma publica una y otra vez que las condiciones en los centros de enseñanza del país están preparadas para recibir a más de un millón 840 mil educandos que iniciarán o continuarán su trayectoria estudiantil en el curso escolar 2013-2014.