Cansados de esperar una respuesta que nunca llega, los residentes de las comunidades Yuca 1 y 2 en Guanabacoa, en La Habana, decidieron llenar las paredes de la localidad con grafitis en los que exigen que las autoridades sanitarias se interesen por la grave contaminación por plomo con la que conviven.
En el precario complejo de viviendas, construido en 1998 para albergar a familias afectas por ciclones y derrumbes, el problema ambiental afecta principalmente a los niños.
"Ante todo, somos revolucionarios", aclara una de las residentes de la zona al referirse al método utilizado para llamar la atención del Gobierno. Luego, afirma: "Ellos (el Gobierno) están acabando con nosotros, y con la esperanza de la vida que son los niños".
Las familias viven temerosas de que sus hijos pierdan la vida a corta edad a causa de los efectos dañinos del plomo en sangre, que en algunos alcanza más del 20%, de un 10% considerado normal.
Hasta el momento, las autoridades de Salud Pública en La Habana no han divulgado los hechos, considerados graves por especialistas que opinan que podría terminar afectando a todos los habitantes de la localidad, creada sobre vertederos de ácido de baterías con alto contenido de plomo.
Los residentes no tienen información oficial sobre el resultado de los exámenes practicados a los niños, ni sobre qué tratamiento deben seguir para la desintoxicación.
La contaminación con plomo puede ocasionar perturbaciones del sistema nervioso. En los niños provoca una enfermedad conocida como saturnismo, que afecta la esfera neurológica, causa daños gastrointestinales e impide un crecimiento y desarrollo normales.
Las personas con alto contenido de plomo en sangre son más propensas a padecer cáncer.