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Días después de Matthew, ni ayuda del gobierno, ni entrega gratuita de alimentos


Baracoa una semana después de Matthew los residentes siguen a la espera de las ayudas del gobierno
Baracoa una semana después de Matthew los residentes siguen a la espera de las ayudas del gobierno

Residentes de Baracoa y Maisí, los territorios más afectos por el huracán, se quejan de las provisiones son escasas y a precios elevados, y que los materiales de construcción para reparar sus viviendas también tendrán que comprarlos.

Días después del paso del huracán Matthew por Baracoa, un activista de derechos humanos que logró burlar el cerco de las autoridades y recorrió la región de forma encubierta recogió los testimonios de ciudadanos sobre cómo enfrentan la realidad luego del desastre que sacudió la región.

Jorge Cervantes logró llegar hasta barrios de Baracoa donde los afectados intentaban, el pasado 10 de octubre, componer un techo por si “comienza a llover” destacó Cervantes en un reportaje publicado en el canal de YouTube de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).

"Desde que nos acercamos apreciamos la tristeza y la desesperación en los rostros de familias completas que apenas habían podido alimentarse en varios días. El pesimismo reina en ellos y pocos albergan la esperanza de que el gobierno les ayude", asegura el activista.

Baracoa una semana después de Matthew Baracoa
Baracoa una semana después de Matthew Baracoa

Los entrevistados por Cervantes criticaron que el gobierno no les haya entregado esos alimentos en calidad de ayuda, "como debe ser en esos casos”, y que estén vendiendo los alimentos a los damnificados al mismo precio de antes del ciclón, que "de por sí ya eran caros”.

"Hay que hacer colas extensas para ver si alcanzas algo”, señaló un hombre que hervía yucas en un fogón de leña y aseguró que desde hacía varios días "no habían podido comer nada”.

“Tampoco tenemos dinero para comprar lo que ofertan en las tiendas del gobierno", dijo otro entrevistado.

Según explicaron a UNPACU algunos de los afectados por el huracán, las autoridades locales les han dicho que van a vender materiales de construcción, "pero ese es un gran problema para la mayoría, porque no tenemos dinero para comprarlo”, dijo un hombre.

Los testimonios de los damnificados distan mucho de lo expresado por el diario provincial Venceremos en un reportaje sobre la recuperación en el territorio tras el paso de Matthew. El periódico señala que "hasta este 14 de octubre al territorio habían llegado 25 mil toneladas de harina integral que se comercializan en los cuatro Mercados Ideales y en sus extensiones en bodegas de todo el municipio. Se recibieron otros productos como galletas, dulce y de soda, refresco coral y pastas alimenticias, destinados a la comercialización en la red gastronómica, fundamentalmente".

Los funcionarios del gobierno todavía no habían pasado por los barrios de Baracoa a interesarse por la gente, señalaron los encuestados por Cervantes, que intentaban poner al sol los colchones mojados durante la tormenta y recomponer los muebles que lograron rescatar.

Desolación en Maisí

Maisí está destruido, asegura una residente en ese municipio

"En Maisí, tanto las propiedades privadas como las estatales quedaron destruidas, y a más de una semana del paso del ciclón nadie se ha llegado hasta las casas de los damnificados a evaluar los daños", aseguró Onelia Gaínza, residente en el lugar.

La mujer, madre de cuatro niñas, viajó hasta Santiago de Cuba para recoger una pequeña ayuda que organizaciones en el exilio han enviado a los damnificados, y que la UNPACU se ha encargado de distribuir, a pesar de las persecuciones policiales a los activistas encargados de ayudar.

Gaínza calificó de desolador el panorama de Maisí, donde solo resistieron las pocas casas de mampostería y con techos de placa. No están dando clases, porque todas las escuelas se cayeron.

Para la residente de la localidad más oriental de Cuba el problema con el abasto de agua y los alimentos es una gran preocupación.

"No hay agua potable, y el pomito de agua lo están vendiendo muy caro". De comer lo único que “venden” es galletas a 25 pesos el paquete, y "carne de pollo a 25 pesos la libra, que solo puede comprar el que tiene dinero”.

A Maisí tampoco han llegado “las ayudas del gobierno de las que se habla por la televisión”, ni los funcionarios habían pasado a evaluar los daños entre los afectados.

"A la gente le han informado que van a vender materiales de construcción a la población, pero las personas que no trabajamos y no ganamos ningún dinero no sabemos que nos vamos a hacer”, lamentó la mujer.

​Con relación a Maisí, el diario oficial Venceremos destacó este sábado que “con la progresiva recuperación de los daños causados por el poderoso huracán en el municipio la vida de sus pobladores va cambiando", y que ya a todos los consejos populares se puede llegar "por tierra" tras varios días incomunicados.

Asimismo, el periódico celebró que el servicio eléctrico, todavía limitado, permitió la realización de espectáculos culturales con la participación de integrantes del Conjunto Artístico Integral de Montaña y de jóvenes artistas perteneciente a la Asociación Hermanos Saiz de la provincia.

Sobre la distribución de alimentos y la ayuda para reparar las viviendas afectadas, el medio de prensa no dio detalles.

En la última semana, varios activistas de organizaciones opositoras fueron detenidos cuando intentaban llevar ayuda a los afectados por el huracán Matthew en Baracoa y Punta de Maisí, en Guantánamo.

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