El opositor José Rolando Casares condenado a 5 años de trabajo correccional sin internamiento por los supuestos delitos de “atentado y desacato” defendió su condición de preso político y se negó a acatar el trabajo forzado en una fábrica de bloques, alternativa que ofrecen las autoridades como forma de cumplir la sanción impuesta en febrero pasado.
Casares debió comenzar a trabajar el pasado martes, pero como no se presentó en la fábrica varios funcionarios del gobierno se presentaron en su casa.
El opositor y su esposa, la activista Yamilka Abascal, grabaron la conversación que sostuvieron con los funcionarios, y a compartieron con el programa Cuba al Día, de Radio Martí.
"Varios funcionarios vinieron a la casa para saber por qué no empecé el pasado martes a cumplir la sanción impuesta que requiere de trabajar en la fábrica de bloques, y para que les dijera por qué no me presenté a una citación que me hicieron, donde recibiría un acto de repudio” precisó Casares en el programa Cuba al Día.
El pasado mes de febrero, Casares y Abascal fueron sancionados a 5 y 2 años respectivamente por los supuestos delitos de “atentado y desacato”.
De acuerdo con los requerimientos de la sanción impuesta, Abascal debe cumplir la sanción de reclusión domiciliaria mientras que Casares debe realizar trabajo forzado en un correccional. Luego el tribunal determinó que el activista cumpliera la misma sanción, pero sin internamiento.
Desde el primer momento, Casares se negó a aceptar esa condición.
Las autoridades le han informado que de no cumplir con esos términos será trasladado la próxima semana a una cárcel.
Casares y su esposa se declaran inocentes de las acusaciones que les presentaron en la madrugada del 14 de julio del 2016, cuando oficiales de la Seguridad del Estado y miembros de organizaciones políticas detuvieron frente a su casa al opositor Raudel Alvarez Palacios, con quien tenían previsto viajar ese día a La Habana.
En esa ocasión, Casares salió a preguntar las razones para la detención y el operativo contra él y su esposa, quien también salió al paso gritando consignas contra el gobierno de Raúl Castro.
El matrimonio tiene tres hijos pequeños. Casares integra la Mesa de Diálogo de la Juventud Cuba y su esposa es activista de Derechos Humanos.
(Redactado por Idolidia Darias con informacion del programa Cuba al Día)