La activista de Derechos Humanos Sirley Ávila León dijo el jueves a Radio Martí que las autoridades de la isla le confiscaron su finca, y denunció que está libre el agresor que la atacó a machetazos y le causó graves lesiones en mayo pasado.
Las declaraciones de Ávila, una exdelegada del Poder Popular en Majibacoa que pasó a la oposición tras criticar políticas del Gobierno comunista, ocurren poco después de su regreso a la isla procedente de Estados Unidos, donde recibió atención médica durante seis meses.
“Me quitaron la casa, se la han entregado a otras personas. La finca también se la quitaron a mi hijo”, explicó.
“Tengo que ver eso porque yo tengo propiedad de la vivienda, la vivienda la construí yo, tengo todos los papeles, los documentos legales, y antes de salir la había dejado a nombre de él. Cuando él fue a firmar los papeles en Vivienda no aparecían los papeles, y sé que esa es una maniobra de la Seguridad del Estado”, agregó.
La opositora dijo también que Osmany Carrión, el hombre que la atacó en mayo en un proceso que catalogó de “juicio amañado”, está libre y ha amenazado con atacarla nuevamente.
“Quiero denunciar que el asesino, el que me hizo el ataque está libre, todo el tiempo ha estado libre, mi familia y los vecinos lo han visto. Dicen que ha referido que va a terminar el trabajo, ha estado amenazando parece para que mi familia me lo informe para que yo no regresara de allá (…) él dice que me va a terminar de matar”, aseguró Ávila.
El 28 de septiembre, miembros del tribunal junto al abogado defensor del agresor se presentaron en la casa de Ávila para comunicarle que en ese momento se estaba realizando el juicio, y que esa era la oportunidad de prestar declaración.
Apuntando a la Seguridad del Estado
Según la opositora, Carrión fue sancionado a seis años de prisión, pero tendría permiso para entrar y salir de la cárcel. Desde entonces, Ávila ha dicho que se trata de un ataque organizado por la Seguridad del Estado.
Según su propio resumen, los problemas con su atacante comenzaron cuando reclamó a Carrión por incumplir el contrato que habían contraído. El incidente se extendió a machetazos propinados a Ávila.
Carrión incluso, -dijo la opositora-, la amenazó con cortarle la cabeza.
Ávila fue delegada del Poder Popular por la circunscripción 37 del municipio Majibacoa, de Las Tunas. Rompió con el organismo tras denunciar la ineficacia del gobierno para resolver problemas de la comunidad.
Actualmente milita en el grupo opositor Partido Republicano de Cuba.
El pasado 2 de septiembre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) adoptó una medida cautelar, presentada por el Directorio Democrático Cubano, en la que solicitaba al Gobierno cubano tomar las medidas necesarias para garantizar la vida e integridad personal de Sirley Ávila, a fin de que la misma pudiera desarrollar sus actividades como defensora de los Derechos Humanos sin ser víctima de actos de violencia y hostigamiento.