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Cuestan un ojo de la cara, pero ya hay tres millones de celulares en Cuba


Jóvenes utilizan sus teléfonos celulares en Cuba.
Jóvenes utilizan sus teléfonos celulares en Cuba.

Sin más alternativas legales, los cubanos pagan desproporcionados precios por los servicios del monopolio estatal de telecomunicaciones, y en abril la telefonía móvil sobrepasó los tres millones de usuarios.

La telefonía móvil en Cuba sobrepasó los tres millones de usuarios en abril según datos proporcionados por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) a medios oficiales. La nota en el diario Juventud Rebelde indica que ese monopolio estatal se propone sumar cada año entre 2015 y 2018 unas 800.000 líneas de celulares nuevas.

En los últimos tiempos, Etecsa acometió una importante cantidad de acciones comerciales para abaratar sus precios e incrementar las ventas de sus servicios. Entre esas medidas, eliminó el cobro de las llamadas nacionales para el móvil que recibe; redujo los precios en las tarifas de llamadas y mensajes de texto; empezó a vender tarjetas de recarga de celulares por menor valor monetario; aumentó el ciclo de vida de la línea móvil a 330 días; y activó el acceso al correo electrónico Nauta desde estos dispositivos.

También se han aligerado las restricciones al traspaso de propiedad en casos de fallecimientos y salidas del país y se permite ahora a los mayores de 18 años tener hasta tres líneas móviles.

La lista no cuadra con el billete

Aunque los precios siguen siendo desproporcionadamente altos, los cubanos, sin más opciones legales, invierten en comunicarse lo que les pagan y lo que no les pagan.

Largas colas que motivó la venta por la ETECSA de una línea móvil por 30 CUC y una recarga por igual cantidad.
Largas colas que motivó la venta por la ETECSA de una línea móvil por 30 CUC y una recarga por igual cantidad.

La cifra de 800.000 líneas móviles nuevas para este año casi llegó a la mitad con una promoción titulada "Si activas ganas 30". Del 23 al 28 de marzo la línea se vendió a un precio "rebajado" de 30 CUC o pesos convertibles, con la bonificación de recibir una recarga de minutos por esa misma cantidad.

Los 30 CUC equivalen a 750 pesos moneda nacional o CUP. En 2014 el salario medio mensual en la isla aumentó a 584 CUP, unos 23 CUC. Aun así, en los días de la oferta fueron adquiridas más de 300.000 líneas nuevas, según la empresa.

Anteriormente, ese mismo mes, Etecsa anunció otras "rebajas": Las llamadas originadas desde teléfonos fijos del sector residencial y teléfonos públicos, tendrían un costo de 1.00 CUC (25 CUP) el minuto a todos los destinos; y los mensajes de texto SMS enviados al exterior costarían en adelante 0.60 CUC cada uno.

El diario digital 14ymedio señala que en Cuba un mensaje de sólo texto enviado a otro móvil nacional cuesta nueve centavos de peso convertible, lo cual implica que el salario medio diario (0.75 CUC) alcanza apenas para enviar unos ocho mensajes de texto.

En cuanto a las llamadas internacionales, desde marzo las efectuadas desde celulares prepago pasaron a costar 1.10 CUC el minuto a América del Norte, América Central y América del Sur, salvo a Venezuela, las que costarían 10 centavos de CUC menos; al resto del mundo, la tarifa sería 1.20 CUC el minuto, una de las más altas del mundo.

También resulta prohibitiva la navegación en internet. Por otra oferta especial, desde marzo hasta junio de 2015, la hora de navegación bajó de 4.50 CUC o pesos convertibles (equivalentes al dólar) a 2.25 CUC. Sin otra alternativa legal para acceder a la web, usuarios cubanos han comprado al monopolio más de 105.000 tarjetas de recarga.

Según cálculos conservadores citados por la prensa alternativa, Etecsa ingresa a las arcas del Estado alrededor de $1.500 millones anuales por concepto de telefonía móvil, llamadas internacionales, internet y otros servicios.

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    Rolando Cartaya

    Rolando Cartaya (La Habana, 1952) periodista, traductor e investigador. Trabajó por varias décadas en Radio Martí desde 1989, donde fue periodista, editor y director y guionista de programas radiales. Actualmente labora en la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba. Fue vicepresidente en la isla del Comité Cubano Pro Derechos Humanos.

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