La organización Infancia Misionera en Cuba destacó la importancia de despertar el espíritu religioso de los niños en la isla en medio de una sociedad en la que “rige un sistema totalmente ateo”.
Enrique Cabrera Nápoles, fundador y secretario nacional de la organización destacó a la Agencia Católica de Informaciones ACI Prensa la importancia de “la evangelización en los niños, en primer lugar para crear en ellos desde temprana edad un espíritu misionero, pensando en el futuro de la Iglesia” en la isla.
El hecho de que los menores crezcan sin conocer a Dios “es algo preocupante tanto para la Iglesia como para las familias”, dijo Cabrera.
Según ACI, la historia de es organización católica surgió en 1991 cuando Cabrera recibió una revista de Venezuela llamada ‘Brujulita’ dedicada a la Infancia Misionera.
La publicación hablaba, agrega, sobre la obra misionera infantil hasta entonces desconocida en Cuba, y de inmediato le surgió “la inquietud y al mismo tiempo el interés, para fomentar en Cuba esta Obra de los niños y para los niños”.
El entonces obispo de Camagüey, Adolfo Rodríguez , fue quien animó a Cabrera a organizar un grupo en su parroquia como una primera experiencia, dice ACI, y a principios del año entrante surgió el primero en la parroquia de Santa Ana, en esa ciudad.
Luego, agrega, Cabrera viajó a todos a todos los pueblos de la diócesis para animar a las catequesis en el proyecto, que avanzó tanto que en julio de 2014 la Infancia Misionera celebrará en Cuba su VI Congreso Nacional.
Enrique Cabrera Nápoles, fundador y secretario nacional de la organización destacó a la Agencia Católica de Informaciones ACI Prensa la importancia de “la evangelización en los niños, en primer lugar para crear en ellos desde temprana edad un espíritu misionero, pensando en el futuro de la Iglesia” en la isla.
El hecho de que los menores crezcan sin conocer a Dios “es algo preocupante tanto para la Iglesia como para las familias”, dijo Cabrera.
Según ACI, la historia de es organización católica surgió en 1991 cuando Cabrera recibió una revista de Venezuela llamada ‘Brujulita’ dedicada a la Infancia Misionera.
La publicación hablaba, agrega, sobre la obra misionera infantil hasta entonces desconocida en Cuba, y de inmediato le surgió “la inquietud y al mismo tiempo el interés, para fomentar en Cuba esta Obra de los niños y para los niños”.
El entonces obispo de Camagüey, Adolfo Rodríguez , fue quien animó a Cabrera a organizar un grupo en su parroquia como una primera experiencia, dice ACI, y a principios del año entrante surgió el primero en la parroquia de Santa Ana, en esa ciudad.
Luego, agrega, Cabrera viajó a todos a todos los pueblos de la diócesis para animar a las catequesis en el proyecto, que avanzó tanto que en julio de 2014 la Infancia Misionera celebrará en Cuba su VI Congreso Nacional.