"Una coalición sin precedentes de académicos, fundaciones y grupos cívicos con un amplio historial de acercamiento con Cuba" le escribió al presidente Joe Biden, instándole a darle prioridad a la situación humanitaria en Cuba "mediante la suspensión de las regulaciones que inhiben el flujo de ayuda a la isla", informó en un comunicado la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, WOLA.
“Todos nosotros tenemos amigos y colegas en Cuba que están enfermando e incluso muriendo como resultado del COVID-19 y de la actual escasez”, dijo Wendy Luers, de la Fundación para una Sociedad Civil, que ha trabajado en Cuba desde los años ochenta. “Esto es personal. Mientras el presidente Biden revisa su política hacia Cuba, le escribimos hoy con un simple mensaje: Salvemos primero las vidas de los cubanos”.
La coalición pide al presidente "que permita las remesas, que elimine el requisito de licencias específicas para la exportación de ayuda humanitaria y varias otras regulaciones que impiden a las ONG estadounidenses e internacionales enviar medicamentos y alimentos a Cuba".
“Las normas actuales de EE.UU. crean una telaraña de regulaciones que hacen que sea costoso, complicado y lento enviar ayuda a Cuba, y eso cuando incluso es posible”, dijo el abogado Robert Muse.
“Todas estas barreras impiden en última instancia que la ayuda llegue a Cuba, y cuestan vidas —y todas ellas podrían ser eliminadas por el presidente [Biden] de un plumazo—”, añadió Muse.
“Cualquiera que haya solicitado alguna vez una licencia de exportación al Departamento de Comercio de EE.UU. para enviar ayuda a Cuba sabe cuánto tiempo y recursos lleva el proceso”, dijo Bob Schwartz, de Global Health Partners, cuya organización ha liderado la Campaña Salvando Vidas, que ha recaudado más de US$500.000 de donaciones individuales para enviar más de seis millones de jeringas a Cuba, para utilizarlas en su campaña de vacunación.
“El simple hecho es que estas regulaciones son un impedimento para las donaciones humanitarias, y podríamos hacer mucho más para ayudar al pueblo cubano si el presidente Biden las suspendiera”, añadió Schwartz.
Las normas estadounidenses relacionadas a las transacciones financieras con Cuba impiden incluso el envío de ayuda a nivel internacional, precisó WOLA.
“El número de veces que los bancos europeos se han negado a procesar nuestras transacciones para los suministros médicos vitales que intentamos enviar a Cuba es chocante y desmesurado”, dijo Franco Cavalli, presidente de mediCuba, una organización con sede en Suiza que ha enviado más de €30 millones en suministros médicos a Cuba desde los años noventa.
Varios activistas y grupos cubano-americanos también firmaron la carta.
“Las familias en la isla que se enfrentan a colas por comida que duran horas, a la ausencia de medicinas básicas y de equipos médicos necesarios, son nuestros abuelos, tíos, primos y amigos”, dijo Daniel Jiménez, de la Fundación CubaOne, un grupo que organiza viajes para jóvenes cubano-americanos a la isla.
“Como nos enseñó el héroe de la independencia de Cuba, José Martí: ‘encendemos el horno para que todo el mundo cueza en el pan. Yo, si vivo, me pasaré la vida a la puerta del horno, impidiendo que le nieguen pan a nadie, y menos, por la lección de la caridad’”, añadió Jiménez.
“El camino hacia un verdadero cambio político y económico en Cuba pasa por la paz y el acceso a las oportunidades, no por la muerte y el sufrimiento”, dijo el empresario cubano-americano Carlos Fernández-Aballi.
“Así que la actual crisis humanitaria en la isla no puede ser aceptada y debe ser abordada ahora antes que nada. Es simplemente lo que hay que hacer”, dijo Fernández-Aballi.
Varios de los grupos que firmaron la carta llevan tiempo argumentando que una política humanitaria hacia Cuba ayudaría a alcanzar los objetivos de Estados Unidos mucho más eficientemente que las políticas y regulaciones actuales, dijo WOLA en su comunicado.
“En el largo arco de la política estadounidense hacia Cuba, se ha logrado muy poco con las crueles regulaciones que aún se aplican”, dijo Geoff Thale, presidente de WOLA.
“El estallido social sin precedentes que ha vivido Cuba en las últimas semanas está relacionado con la actual crisis humanitaria. Las sanciones del gobierno de Estados Unidos no lo explican todo, pero han desempeñado un papel importante. El simple hecho es que las implicaciones políticas van a tardar algún tiempo en resolverse, pero las cuestiones humanitarias actuales pueden, y deben, abordarse ahora”, añadió Thale.
“El presidente Biden tiene la oportunidad de responder de forma constructiva a los acontecimientos que están ocurriendo en Cuba y mostrar verdadera solidaridad con el pueblo cubano eliminando las regulaciones que impiden que la ayuda llegue a Cuba. Debería aprovecharla”, dijo Thale al concluir el comunicado.
La subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Julie Chung, ha dicho que el envío de ayuda humanitaria al pueblo cubano es una parte clave de la política estadounidense hacia Cuba.
Dijo en ese sentido que Estados Unidos autoriza millones de dólares cada año en ayuda humanitaria a Cuba, y también en la exportación de alimentos a la isla.
A mediados de julio, el gobierno cubano anunció que alimentos, aseos y medicamentos podrán entrar a Cuba por medio de viajeros sin restricciones durante el resto del año.
Estas importaciones serán "por la vía del pasajero, es decir del equipaje acompañante en el viaje", aclaró el primer ministro Manuel Marrero, y no incluye "ni la ropa ni el calzado".