Los enfrentamientos entre partidarios del presidente islamista derrocado Mohamed Mursi y las fuerzas del orden causaron la muerte de al menos 83 personas el viernes en Egipto, mientras que un llamado de los islamistas a movilizaciones diarias hace temer una escalada de la violencia.
Si bien barrios enteros de El Cairo se transformaron en verdaderos campos de batalla a lo largo de la jornada del viernes, durante la cual los partidarios de Mursi se movilizaron en todo el país, las manifestaciones cesaron casi en su totalidad una hora después de la entrada en vigor del toque de queda nocturno, siguiendo el llamado de la "Alianza contra el Golpe de Estado".
Sin embargo, esta alianza pidió a los manifestantes seguir diariamente con las protestas a partir del sábado para denunciar la muerte el miércoles de al menos 578 personas.
Por su parte, el gobierno egipcio instalado por el ejército aseguró que se enfrenta a "un complot terrorista malintencionado" de los Hermanos Musulmanes, para justificar la represión que ha causado más de 600 muertos en los últimos días, en su mayoría defensores del presidente islamista derrocado Mohamed Mursi.
"El gobierno afirma que sus miembros, las fuerzas armadas, la policía y el gran pueblo de Egipto están unidos para combatir el complot terrorista malintencionado urdido por los Hermanos Musulmanes", según el comunicado del gabinete del primer ministro.
Ante esta escalada, que hace temer que el país --bajo estado de emergencia desde el miércoles y donde impera un toque de queda nocturno en varias provincias-- se hunda en el caos, los europeos estudian "la adopción de medidas". Alemania dijo incluso que quiere revisar sus relaciones con El Cairo.
Este viernes los Hermanos Musulmanes llamaron a manifestarse "por millones" y "pacíficamente" en las calles de Egipto para denunciar "la masacre" del miércoles, que causó 587 muertos y más de 3.000 heridos.
La jornada del viernes fue una prueba para el país árabe más poblado, donde la división no cesa de ahondarse entre partidarios de los Hermanos Musulmanes y quienes aprueban las medidas de seguridad que las nuevas autoridades parecen privilegiar ahora.
Por su parte, Tamarrod, movimiento que promovió las gigantescas manifestaciones que llevaron a la destitución de Mursi, instó a los egipcios a que creen "comités populares" para defender al país contra lo que denominan "terrorismo" de los Hermanos Musulmanes, el movimiento de Mursi.
Las autoridades decretaron el estado de emergencia durante un mes el miércoles y desde entonces hay toque de queda en la mitad del país entre las 19H00 (17H00 GMT) y las 06H00 (0400 GMT).
Preocupación internacional
La situación en Egipto causa preocupación en la comunidad internacional.
El presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, pidieron este viernes "una concertación urgente a nivel europeo" sobre la crisis egipcia, anunció la presidencia francesa.
El mandatario francés y la canciller alemana pidieron "que los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión (Europea) se reúnan rápidamente, la semana próxima, para analizar la cooperación entre la Unión Europea y Egipto y elaborar respuestas comunes", según el Elíseo.
Los representantes de los 28 Estados miembros de la Unión Europea se reunirán el lunes en Bruselas para analizar la situación, indicó este viernes el servicio de Acción Exterior de Catherine Ashton, jefa de la diplomacia europea.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el jueves la cancelación de ejercicios militares conjuntos entre su país y Egipto tras condenar "enérgicamente" la brutal represión contra manifestantes opositores, pero sin llegar a cortar la ayuda a El Cairo.
El rey Abdalá de Arabia Saudita proclamó por su parte su apoyo a las autoridades egipcias "contra el terrorismo" y advirtió del peligro de "injerencias" en los asuntos internos de El Cairo.
Este viernes, la Coalición pro Mursi condenó los ataques en un comunicado en el que también acusó a algunos cristianos de apoyar el derrocamiento del primer presidente democráticamente elegido en el país.
"Aunque algunos líderes coptos apoyaron o, incluso, participaron en el golpe, este tipo de ataques no se justifican", indicó, en referencia también a ataques de supuestos islamistas a lugares coptos.
Si bien barrios enteros de El Cairo se transformaron en verdaderos campos de batalla a lo largo de la jornada del viernes, durante la cual los partidarios de Mursi se movilizaron en todo el país, las manifestaciones cesaron casi en su totalidad una hora después de la entrada en vigor del toque de queda nocturno, siguiendo el llamado de la "Alianza contra el Golpe de Estado".
Sin embargo, esta alianza pidió a los manifestantes seguir diariamente con las protestas a partir del sábado para denunciar la muerte el miércoles de al menos 578 personas.
Por su parte, el gobierno egipcio instalado por el ejército aseguró que se enfrenta a "un complot terrorista malintencionado" de los Hermanos Musulmanes, para justificar la represión que ha causado más de 600 muertos en los últimos días, en su mayoría defensores del presidente islamista derrocado Mohamed Mursi.
"El gobierno afirma que sus miembros, las fuerzas armadas, la policía y el gran pueblo de Egipto están unidos para combatir el complot terrorista malintencionado urdido por los Hermanos Musulmanes", según el comunicado del gabinete del primer ministro.
Ante esta escalada, que hace temer que el país --bajo estado de emergencia desde el miércoles y donde impera un toque de queda nocturno en varias provincias-- se hunda en el caos, los europeos estudian "la adopción de medidas". Alemania dijo incluso que quiere revisar sus relaciones con El Cairo.
Este viernes los Hermanos Musulmanes llamaron a manifestarse "por millones" y "pacíficamente" en las calles de Egipto para denunciar "la masacre" del miércoles, que causó 587 muertos y más de 3.000 heridos.
La jornada del viernes fue una prueba para el país árabe más poblado, donde la división no cesa de ahondarse entre partidarios de los Hermanos Musulmanes y quienes aprueban las medidas de seguridad que las nuevas autoridades parecen privilegiar ahora.
Por su parte, Tamarrod, movimiento que promovió las gigantescas manifestaciones que llevaron a la destitución de Mursi, instó a los egipcios a que creen "comités populares" para defender al país contra lo que denominan "terrorismo" de los Hermanos Musulmanes, el movimiento de Mursi.
Las autoridades decretaron el estado de emergencia durante un mes el miércoles y desde entonces hay toque de queda en la mitad del país entre las 19H00 (17H00 GMT) y las 06H00 (0400 GMT).
Preocupación internacional
La situación en Egipto causa preocupación en la comunidad internacional.
El presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, pidieron este viernes "una concertación urgente a nivel europeo" sobre la crisis egipcia, anunció la presidencia francesa.
El mandatario francés y la canciller alemana pidieron "que los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión (Europea) se reúnan rápidamente, la semana próxima, para analizar la cooperación entre la Unión Europea y Egipto y elaborar respuestas comunes", según el Elíseo.
Los representantes de los 28 Estados miembros de la Unión Europea se reunirán el lunes en Bruselas para analizar la situación, indicó este viernes el servicio de Acción Exterior de Catherine Ashton, jefa de la diplomacia europea.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el jueves la cancelación de ejercicios militares conjuntos entre su país y Egipto tras condenar "enérgicamente" la brutal represión contra manifestantes opositores, pero sin llegar a cortar la ayuda a El Cairo.
El rey Abdalá de Arabia Saudita proclamó por su parte su apoyo a las autoridades egipcias "contra el terrorismo" y advirtió del peligro de "injerencias" en los asuntos internos de El Cairo.
Este viernes, la Coalición pro Mursi condenó los ataques en un comunicado en el que también acusó a algunos cristianos de apoyar el derrocamiento del primer presidente democráticamente elegido en el país.
"Aunque algunos líderes coptos apoyaron o, incluso, participaron en el golpe, este tipo de ataques no se justifican", indicó, en referencia también a ataques de supuestos islamistas a lugares coptos.