Otro sismo sacudió el oriente de Cuba esta madrugada menos de dos semanas después de los dos terremotos que afectaron la zona dejando cuantiosos daños materiales y al menos una decena de heridos, informó el martes el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS).
De acuerdo al organismo, el fenómeno se registró las 6:11 am. El sismo, de magnitud 4.2, fue perceptible en varias localidades de la provincia de Granma y de los municipios de Guamá y Santiago de Cuba.
"Estuvo localizado en las coordenadas 19.75 de latitud norte y 77.23 de longitud oeste, a unos 20.51 kilómetros al suroeste de Pilón, con una profundidad de 10 kilómetros", precisó el CENAIS.
Los especialistas han reportado casi cinco mil réplicas de los terremotos del pasado 10 de noviembre, cuyo epicentro se ubicó a unos 40 kilómetros al sureste de la localidad de Pilón, en la provincia de Granma.
Según cifras oficiales, cerca de 4 mil edificaciones sufrieron daños y destrucción en la infreaestructura vial, telefónica y eléctrica.
Cuba en alerta sísmica: ¿por qué hay tantas réplicas?
Cuba se encuentra ubicada en una región muy activa de movimientos tectónicos. Según el último informe de Cenais, desde esa fecha se han registrado un total de 4.559 réplicas en la región. De estas, 106 fueron perceptibles.
El geólogo Juan Fracisco Arminio, presidente de la Región de América Latina y el Caribe de la Asociación Americana de Geólogos del Petróleo (AAPG), explicó a Martí Noticias que las múltiples réplicas a los terremotos del 10 de noviembre, que alcanzaron magnitudes de 6,0 y 6,7, constituyen una respuesta esperada después de movimientos sísmicos de gran magnitud.
"Es difícil adivinar si va a haber un sismo mayor en un momento dado o si ya ocurrió", advirtió.
La alta frecuencia de réplicas se debe a varios factores relacionados con la actividad tectónica y las características de la zona sísmica del Caribe, donde se encuentra Cuba, aclaró el experto.
"El concepto del periodo de retorno simplemente respeta la naturaleza, la distribución de los eventos fuertes es poca y la frecuencia de los eventos suaves es mucha. En otras palabras, siempre hay sismos pequeños que nos sacuden y a veces ni nos enteramos. Empiezas a percibirlo a partir de la magnitud cuatro más o menos", dijo.
Arminio recomendó a los pobladores de zonas en riesgos mantenerse alertas ante la inevitabilidad de los eventos sísmicos. "Lo que está en nuestras manos es mitigar y prevenir", comentó.
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