La comunidad internacional condenó unánimemente este miércoles el desalojo de los partidarios del presidente derrocado Mohamed Mursi en El Cairo por parte de las fuerzas de seguridad egipcias, que provocó la muerte de al menos 149 personas.
"La comunidad internacional, junto al Consejo de Seguridad de la ONU y la Liga Árabe, deben actuar inmediatamente para detener la masacre" dijo en un comunicado el primer ministro turco, el islamista conservador Recep Tayyip Erdogan.
También recordó que la actitud conciliadora de la comunidad internacional tras el golpe militar que derrocó a Mursi el 3 de julio sólo ha servido para "alentar al actual gobierno a intervenir".
Las autoridades turcas calificaron desde el principio de "golpe de Estado" la destitución del islamista Mohamed Mursi, primer presidente elegido democráticamente en la historia del país.
Al menos 124 partidarios del presidente derrocado murieron este miércoles en una de las dos plazas que ocupaban en El Cairo, que fueron evacuadas por las fuerzas de seguridad, según un recuento de la AFP.
El presidente turco, Abdul Gul, también denunció "la intervención militar contra los civiles que se manifiestan" y comprará la situación en Egipto con la de Siria en 2011, cuando empezó una revuelta contra el régimen que luego se convirtió en guerra civil.
Por su parte, el ministerio iraní de Relaciones Exteriores lamentó la "masacre de la población" y advirtió de la posibilidad de una "guerra civil" en el país.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó la intervención policial y deploró que "las autoridades egipcias hayan decidido utilizar la fuerza", indicó su portavoz.
Catar, el principal apoyo de los Hermanos Musulmanes, el movimiento de Mursi, denunció "vigorosamente" la intervención de la policía contra "manifestantes pacíficos".
"La comunidad internacional, junto al Consejo de Seguridad de la ONU y la Liga Árabe, deben actuar inmediatamente para detener la masacre" dijo en un comunicado el primer ministro turco, el islamista conservador Recep Tayyip Erdogan.
También recordó que la actitud conciliadora de la comunidad internacional tras el golpe militar que derrocó a Mursi el 3 de julio sólo ha servido para "alentar al actual gobierno a intervenir".
Las autoridades turcas calificaron desde el principio de "golpe de Estado" la destitución del islamista Mohamed Mursi, primer presidente elegido democráticamente en la historia del país.
Al menos 124 partidarios del presidente derrocado murieron este miércoles en una de las dos plazas que ocupaban en El Cairo, que fueron evacuadas por las fuerzas de seguridad, según un recuento de la AFP.
El presidente turco, Abdul Gul, también denunció "la intervención militar contra los civiles que se manifiestan" y comprará la situación en Egipto con la de Siria en 2011, cuando empezó una revuelta contra el régimen que luego se convirtió en guerra civil.
Por su parte, el ministerio iraní de Relaciones Exteriores lamentó la "masacre de la población" y advirtió de la posibilidad de una "guerra civil" en el país.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó la intervención policial y deploró que "las autoridades egipcias hayan decidido utilizar la fuerza", indicó su portavoz.
Catar, el principal apoyo de los Hermanos Musulmanes, el movimiento de Mursi, denunció "vigorosamente" la intervención de la policía contra "manifestantes pacíficos".