Los gobernantes de Cuba deberían ver la huelga de hambre de José Daniel Ferrer y otros activistas de la UNPACU "no como una amenaza, sino como un síntoma de una crisis más profunda, tanto económica como política", advirtió en un editorial el diario The Washington Post.
"El régimen nunca ha tolerado la disidencia, pero son incapaces de extinguirla", opinó el rotativo, tras recordar que la isla ha sido testigo de meses de protestas.
En noviembre, el gobierno tomó medidas enérgicas contra las actividades del Movimiento San Isidro. Luego, en febrero, un himno de protesta creado por una colaboración entre músicos de la isla y Miami se volvió viral. "No más mentiras, mi gente pide libertad, no más doctrinas", declaran las letras de Patria y Vida, destacó el rotativo.
Lo que queda claro, subrayó el Washington Post en su editorial, es que si el gobierno cubano "se apega a las viejas costumbres, una economía socialista de planificación centralizada y un estado autoritario de partido único, la isla se hundirá más en la desesperación".