En ocasión de conmemorarse el 25 aniversario del derribo de las avionetas “Hermanos al Rescate”, legisladores cubanoamericanos afirmaron en un comunicado que el régimen de Cuba debe ser llevado a la justicia.
Los congresistas republicanos Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y Carlos A. Giménez, junto con el Senador Marco Rubio dijeron que "el régimen Castrista debe enfrentar consecuencias por sus actos criminales. Específicamente el asesino Raúl Castro quien ordenó esta atrocidad, así como los tres individuos ya imputados en una Corte Federal de los Estados Unidos: el general Rubén Martínez Puente, y los pilotos de combate Lorenzo Alberto Pérez-Pérez y Francisco Pérez-Pérez. Todos ellos deben ser llevados ante la justicia".
Los políticos cubanoamericanos recuerdan que "precisamente, fue este acto el que impulsó al Congreso de EE.UU. a codificar las sanciones contra el régimen comunista de los Castro garantizando que dólares de EE.UU. no enriquecieran a la vil y asesina dictadura que reprime al pueblo cubano y amenaza la seguridad nacional de los Estados Unidos".
“Hoy 24 de febrero se cumplen veinticinco años del asesinato de cuatro hombres inocentes: Carlos Costa, Armando Alejandre Jr., Mario de la Peña y Pablo Morales. Nuestras oraciones siempre estarán con los familiares y amigos de estos cuatro mártires quienes fueron arrebatados por este acto cobarde y barbárico de terrorismo", expresa el comunicado conjunto.
Los políticos aseguran que no permitiran que el mundo olvide la masacre del 24 de febrero de 1996, ni permanecerán en silencio "mientras algunos individuos intentan obviar la verdadera déspota naturaleza de la dictadura cubana".
"El régimen ha demostrado repetidamente que no respeta la vida humana ni los derechos humanos más básicos. Mientras que los asesinos responsables sigan caminando sobre la faz de la tierra seguiremos exigiendo justicia para las víctimas del régimen: Carlos, Armando, Mario y Pablo", dice la nota.
“Cada año que pasa nos sirve como recordatorio que este régimen asesino, narcoterrorista y anti-americano no ha cambiado en lo absoluto. Debemos mantener nuestro compromiso con la libertad y la democracia de Cuba y negarnos a legitimar o financiar el aparato represivo de la dictadura. Nuestra obligación es mantener la presión y solidarizarnos aún más con el pueblo cubano y sus ansias de ser libres”, concluyen.