Los disidentes cubanos Leonardo Calvo Cárdenas y Juantonio Madrazo Luna fueron retenidos en la tarde del jueves 20 de junio al arribar al aeropuerto Internacional “José Martí”, de La Habana.
En conversación con Martinoticias, Madrazo agregó que le fueron ocupados una tableta, dos teléfonos móviles marca Nokia, dos memorias flash y un ejemplar de un diario de Pittsburgh donde reseñaban su visita a la Universidad de esa ciudad norteamericana.
Madrazo Luna señaló que al llegar a la terminal aérea los estaban esperando varios oficiales de la Seguridad del Estado amparados en uniformes de la Aduana Genaral de la República, los que procedieron a un interrogatorio bajo la excusa de que habían sido seleccionados para un chequeo de rutina.
En el interrogatorio a Juan Antonio le preguntaron sobre los contactos que había tenido en su gira por los Estados Unidos y las actividades en que había participado. Ante estos cuastinomaientos, el también integrante del Comité por la Integración Racial, dijo a los represores que toda esa información era pública y se encuentra a disposición de todos en diversos medios de prensa y las redes sociales.
Por último, Madrazo afirmó que está consciente de que esas medidas se emparentan con la discriminación racial y el apartheid a que está condenada una gran parte de la población cubana.
El periodista independiente Leonardo Calvo Cárdenas dijo que al pisar tierra los oficiales se interesaron por sus propiedades, pero se mantuvo firme, les advirtió que no soportaría la humillación y reclamaría a todas las instancias. Calvo señaló que el official se retiró a consultar con un superior y al regresar le dejó libre y no le ocuparon ninguna de sus pertenencias.
Aún así Leonardo Calvo informó que ahora está envuelto en una reclamación oficial pues cuando salía del país le confiscaron una cámara fotográfica, dos memorias flash y algunos dibujos de artistas independientes que llevaba como regalo para colegas suyos en el exterior.
Tanto Madrazo como Calvo Cárdenas coinciden en que las medidas represivas van aparejadas con la discriminación racial y son parte de los que muchos llaman “cambios cosméticos” para referirse al las pálidas reformas del General Raúl Castro.
Manuel Cuesta Morúa, quien hace varios días regresó a Cuba, también fue víctima de la ocupación de artículos, en este caso un laptop y dos teléfonos celulares.
En conversación con Martinoticias, Madrazo agregó que le fueron ocupados una tableta, dos teléfonos móviles marca Nokia, dos memorias flash y un ejemplar de un diario de Pittsburgh donde reseñaban su visita a la Universidad de esa ciudad norteamericana.
Madrazo Luna señaló que al llegar a la terminal aérea los estaban esperando varios oficiales de la Seguridad del Estado amparados en uniformes de la Aduana Genaral de la República, los que procedieron a un interrogatorio bajo la excusa de que habían sido seleccionados para un chequeo de rutina.
En el interrogatorio a Juan Antonio le preguntaron sobre los contactos que había tenido en su gira por los Estados Unidos y las actividades en que había participado. Ante estos cuastinomaientos, el también integrante del Comité por la Integración Racial, dijo a los represores que toda esa información era pública y se encuentra a disposición de todos en diversos medios de prensa y las redes sociales.
Por último, Madrazo afirmó que está consciente de que esas medidas se emparentan con la discriminación racial y el apartheid a que está condenada una gran parte de la población cubana.
El periodista independiente Leonardo Calvo Cárdenas dijo que al pisar tierra los oficiales se interesaron por sus propiedades, pero se mantuvo firme, les advirtió que no soportaría la humillación y reclamaría a todas las instancias. Calvo señaló que el official se retiró a consultar con un superior y al regresar le dejó libre y no le ocuparon ninguna de sus pertenencias.
Aún así Leonardo Calvo informó que ahora está envuelto en una reclamación oficial pues cuando salía del país le confiscaron una cámara fotográfica, dos memorias flash y algunos dibujos de artistas independientes que llevaba como regalo para colegas suyos en el exterior.
Tanto Madrazo como Calvo Cárdenas coinciden en que las medidas represivas van aparejadas con la discriminación racial y son parte de los que muchos llaman “cambios cosméticos” para referirse al las pálidas reformas del General Raúl Castro.
Manuel Cuesta Morúa, quien hace varios días regresó a Cuba, también fue víctima de la ocupación de artículos, en este caso un laptop y dos teléfonos celulares.