El huracán Matthew, debilitado a categoría 2, pero todavía con vientos de 165 km/h, avanza esta mañana hacia la costa de Carolina del Sur y el litoral sur de Carolina del Norte, después de atravesar la costa de Georgia, donde ha causado inundaciones y cortes de luz, además de fuertes vientos, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU.
En su último boletín de las 5:00 a.m. hora local, el NHC informó que Matthew se hallaba 20 millas (30 kilómetros) al sureste de Hilton Head (Carolina del Sur) y 60 millas (100 kilómetros) al sur-suroeste de Charleston (Carolina del Sur).
El ciclón se desplaza en dirección norte-noreste a una velocidad de 12 millas (19 kilómetros) por hora con vientos máximos sostenidos de 105 millas (165 kilómetros) por hora con ráfagas más fuertes. El CNH resaltó que Matthew girará hacia el noreste durante la tarde.
Hasta esta madrugada el huracán ya había causado inundaciones y dejado sin luz a 50.000 viviendas y establecimientos en Carolina del Sur.
A su paso por Georgia, Matthew dejó sin luz a más de 210.000 abonados, según informó la empresa eléctrica George Power, la mayoría de ellos en el área de Savannah, una de las más afectadas por los vientos y tempestades ocasionadas por el huracán.
En Savannah, de hecho, la marea había alcanzado el segundo nivel más alto de los últimos 80 años de acuerdo con datos del Servicio Nacional de Meteorología.
Hasta ahora Matthew ha ido bordeando la costa este de Estados Unidos desde el sur de Florida, estado en el que 1.100.000 casas se quedaron sin luz.
El paso por Haití de Matthew cobró las vidas de cerca de 900 personas en Haití, según cifraron las autoridades, lo que lo convierte en el peor desastre natural en ese país desde el terremoto de 2010, que dejó unos 300.000 fallecidos. También ocasionó grandes destrozos en cinco municipios del extremo oriental de Cuba, si bien hasta ahora no se han reportado pérdidas de vidas.
¿Volverá a Cuba?
Mientras tanto, refiriéndose al giro hacia el sur y luego hacia el suroeste que se espera tenga más adelante la tormenta, y que algunos modelos llevan hasta el occidente de Cuba, el principal especialista del Instituto de Meteorología de Cuba, José Rubiera, confirmó que los modelos de pronósticos sobre la posible trayectoria futura del huracán Matthew son reales, pero no confiables en un lapso muy prolongado.
Hablando en el Noticiero Nacional de Televisión, Rubiera recordó que los modelos de pronósticos son entes físico-matemáticos, programas de computación con ecuaciones, de los procesos físicos que gobiernan la atmósfera.
Señaló que solo los pronósticos de 48-72 horas son confiables, pero incluso estos pueden equivocarse. Por ejemplo los primeros pronósticos de Matthew anticipaban su entrada por las provincias Granma y Santiago de Cuba, y luego golpeó a Guantánamo, la provincia más oriental de Cuba.
“A plazos muy largos pasa eso”, dijo. “Ahora los modelos están muy cerca unos de otros en las 72 horas, pero cuando pasa esa franja horaria, se dispersan. Y es muy poca su confiabilidad”, recalcó.
Meteorólogos estadounidenses han confirmado la rara trayectoria en forma de lazo que se espera de la tormenta y que la llevaría de nuevo hacia el sur y el suroeste, pero concuerdan en que se irá debilitando..
Si Matthew volviera no lo haría en forma de huracán, le dijo a BBC Mundo el meteorólogo John Morales, de la filial del sur de la Florida de la cadena televisiva NBC, conocido por sus acertados pronósticos.
Para Morales, el enfoque en la proyección de la trayectoria sin tomar en cuenta la intensidad ha generado "alarma" en el público.
"Matthew sería desgarrado por vientos cortantes en las capas superiores de la atmósfera", señaló el especialista a BBC Mundo.
De regresar, "sería una tormenta tropical sin mucha fuerza, con vientos entre 32 y 48 kilómetros por hora".
El meteorólogo Phil Klotzbach, de la Universidad de Colorado, concuerda con Morales.
"Estaría muy sorprendido si Matthew lograra mantener su intensidad de huracán por tanto tiempo", le dijo Klotzbach al diario estadounidense USA Today.
Los expertos recordaron, no obstante, que no sería la primera vez que una tormenta tropical afecte a la misma región dos veces.
En 2005, el huracán Ofelia dio un giro en el sentido de las manecillas del reloj, pasando por Bahamas, Florida y Carolina del Sur y del Norte.
"También ocurrió con Gordon en 1994. Dio la vuelta e iba cambiando de huracán a tormenta", señaló John Morales.