En Cuba hay más de 11 mil fosas vertiendo aguas albañales en las calles por falta de limpieza, informaron las autoridades esta semana en una reunión en la que se debatieron los problemas con el abasto de agua potable en el país.
Virus como el dengue y Oropouche se han extendido por toda la isla en medio de una compleja situación epidemiológica, agravada con las intensas lluvias, calles inundadas y acumulación de basura.
El índice de infestación vectorial, según las autoridades sanitarias, es de más del 0.7 por ciento, con la mayor proliferación de vectores en las provincias de Santiago de Cuba, La Habana, Camagüey y Guantánamo.
“Seguimos con las calles llenas de agua, los basureros tapando las cuadras y los mosquitos. No hay fumigación y lo más crítico es que, cuando llegas al hospital, el médico se te queda mirando porque en los hospitales no hay nada”, dijo recientemente a Martí Noticias una cubana residente en Matanzas.
"Las aguas albañales son un problema también porque limpiar una fosa cuesta carísimo", comentó.
Los salideros de agua potable, vertimientos de aguas negras y la falta de recogida de desechos sólidos forman parte de una larga lista de problemas diarios que enfrentan los cubanos, con extensos apagones, escasez de combustible y de alimentos, transporte ineficiente y elevados precios de los productos de primera necesidad.
El presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Antonio Rodríguez Rodríguez, explicó que entre el 60% y el 70% de los damnificados por las interrupciones del servicio de agua potable en el país son por causa de la falta del fluido eléctrico
El funcionario aclaró que "según mejore la situación del Sistema Eléctrico Nacional", que ha sufrido varios colapsos en las últimas semanas, también mejorarán las dificultades de su organismo.
Cuba no tiene una solución a corto o mediano plazo para el SEN, según expertos.
La isla necesitará años y una inversión millonaria para reconstruir su capacidad de generación eléctrica, dijo recientemente a Martí Noticias Jorge Piñón, director del Programa de Energía para Latinoamérica y el Caribe de la Universidad de Texas.
La economía cubana se contrajo en 1.9% al cierre de 2023, según datos del Gobierno aunque economistas consideran que la cifra podría ser mayor.
“Tenemos insuficientes ingresos en divisas, créditos externos y baja recuperación de la producción nacional. A la vez, hay limitaciones con el combustible y la energía; elevada y persistente e inflación y alto endeudamiento externo”, dijo a mediados de año Joaquín Alonso Vázquez, ministro de Economía y Planificación, durante la sesión de trabajo de la comisión de asuntos económicos del Parlamento.
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