Cuando Fidel Castro pide a Moscú lanzar los cohetes nucleares sobre Estados Unidos, la dirección del Kremlin comprendió que los razonamientos del cubano eran distintos a los que ellos tenían. Por su parte, Nikita S. Jruschov prefirió quitarle los cohetes nucleares a Castro antes de empezar una guerra nuclear.
Los biógrafos del ex premier soviético y jefe del partido comunista de la URSS, Jruschov confirman que este perdió la confianza en el juicio de Castro cuando un avión U2 fue abatido sobre Cuba con los disparos de dos cohetes S-75. El mariscal soviético Rodion Y. Malinovksi, entonces ministro de defensa, informó a Jruschev que Castro había ordenado abatir los aviones enemigos.
Ya retirado del poder, Nikita S. Jruschev escribe en el segundo tomo de sus memorias, tituladas “Tiempo. Personas. Poder. (Memorias)”, que lo principal en el mensaje de Castro no era lo que comunicaba, sino su conclusión: realizar primero un ataque con cohetes nucleares hacia los Estados Unidos.
Relata en ellas que tras la lectura del mensaje de Fidel Castro en una sesión de emergencia del Buró Político del Partido Comunista de la URSS, vino un silencio entre los miembros de este organismo, pues vislumbraron que el mandatario cubano no comprendió el objetivo de la instalación de los misiles en la isla.
Cuando Castro visita en abril de 1963 la URSS aprovechó Jruschov y le cuestionó sobre la supervivencia de Cuba en caso de un ataque nuclear a Estados Unidos lanzado desde la Isla. Relata el líder soviético que Castro negó en un inicio su propuesta de ataque y solamente después de mostrarle el cable que enviara desde La Habana donde la palabra “ataque” era inconfundible, este quedó consternado y no respondió. La conclusión de Jruschev es escueta y precisa - Hemos comprendido que él no ha meditado las consecuencias evidentes de la proposición que ponía el mundo al borde de la desaparición (Pág. 528).
El ingeniero Serguei N. Jruschov, hijo del ex premier, publicó un libro con el título de “Nacimiento de la superpotencia. Libro sobre mi padre”, donde relata la falta de confianza de su progenitor hacia Castro. Sobre la paridad o superioridad nuclear entre Estados Unidos y la URSS el gobernante cubano desconocía la realidad, dice Serguei: “Sobre la correlación de fuerzas en arsenal nuclear de 8 a 1 y no a nuestro favor, Castro ni se lo imaginaba. Inclusive, él nunca había visto una explosión de la bomba atómica, ni siquiera se imaginaba concretamente de lo que se hablaba, no veía las consecuencias tanto para los vencidos como para los vencedores”.
Describe el hijo de Nikita Jruschov la frivolidad del gobernante cubano a la hora de pedir un ataque nuclear a los Estados Unidos - A Castro le parecía que si la Unión Soviética lanzaba el primer golpe el imperialismo desaparecía, vendría el final del altivo vecino norteño y de todos los explotadores, que habían sojuzgado durante decenios a sus hermanos latinoamericanos. Como si se iniciara entonces una era de libertad, florecimiento y bienestar (Pág. 561); y declara el asombro de su padre al conocer la propuesta fatal que venía del dictador cubano - La propuesta de Castro para realizar un ataque preventivo contra los Estados Unidos asombró a mi padre. Solamente en ese momento él comprendió cuan diferente veían el mundo, apreciaban la vida y el destino de las personas (Pág. 565).
En el Kremlin entendieron rápidamente que los razonamientos de Fidel Castro eran muy disímiles a los de ellos y se llevaron rápidamente los cohetes de Cuba.