El líder de la Unión Patriótica de Cuba, José Daniel Ferrer, describió los desmanes de sus captores durante su detención el jueves, y advirtió al régimen cubano que no tiene miedo de las amenazas de prisión en su contra.
En un audio compartido con Radio Martí, Ferrer dejó muy clara su posición tras las amenazas de cárcel contra él y su esposa, la doctora Nelva Ismaray Ortega, a quien, dijeron los agentes, podrían procesar por ejercer la medicina sin autorización.
"Acá estamos listos siempre para ir a la prisión, cuantas veces sea necesario, para enfrentar torturas, para enfrentar la violencia, la represión, la crueldad de la tiranía, y para dar incluso la vida en la lucha por la libertad, por los derechos del pueblo cubano y nuestras labores humanitaria a favor de los más necesitados", afirmó.
Ferrer fue detenido sobre las 11:00 AM del jueves, cuando acudió en busca de un activista que vive cerca de la sede de UNPACU. Los agentes que vigilaban el lugar lo insultaron con frases groseras y le dijeron que se fuera de allí o sería arrestado. El opositor respondió tirándose al piso y los agentes lo montaron violentamente en el auto patrulla.
"Me apretaron la garganta, el cuello con los dedos, un especialista en judo y en karate del Ministerio del Interior, y se me echó uno encima dentro de la patrulla, y me sacaron de aquí de Altamira. Me llevaron para el puente de San Juan, y debajo del puente de San Juan me tuvieron durante dos o tres horas. Luego aparecieron dos oficiales, dos jefes de la policía política, el teniente coronel Lázaro, jefe de la represión aquí en Santiago de Cuba, y un mayor que dice llamarse Iván, que afirma que vino por órdenes del ministro del Interior para saber qué estaba pasando acá en Santiago de Cuba", explicó.
Según Ferrer, se trata de un "un jefe de las fuerzas represivas de la capital que ha venido a dirigir la represión contra la Unión Patriótica de Cuba".
La amenaza concreta contra él es la de "encarcelarme por el tiempo que queda de la sanción de cuatro años y medio que me impusieron arbitrariamente en febrero de 2020", añadió.
Ferrer les dijo que los retaba "a que me encarcelacen ya".
El líder de UNPACU fue liberado ocho horas después de su arresto, al mediodía del jueves. En fotos que publicó en Twitter se ve su cuello lastimado por la violencia policial.
Este viernes, el opositor denunció en la red social que el cerco a la sede de la organización, en el reparto Altamira de la capital santiaguera, continúa, y que otros activistas han sido detenidos, entre ellos Ebert Hidalgo y Roilán Zárraga.
"Varios detenidos en la mañana. A otros le impiden el paso. Esto solo pasa en Cuba totalitaria. Personas pacíficas no pueden llegar a la sede de su organización por órdenes de un tirano", tuiteó Ferrer.
También agradeció en otro tuit la solidaridad del presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó. "La lucha de los pueblos de Venezuela, Nicaragua y Cuba es una sola. El enemigo de nuestro pueblo es uno, muy estrechamente ligado, cruel y despiadado", escribió.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos, activistas en Cuba y el exilio y senadores estadounidenses se han solidarizado con la situación de UNPACY y su líder, constantemente hostigados por las fuerzas represivas.