Enlaces de accesibilidad

Relaciones EEUU-Cuba

Discurso a los cubanos de Barack Obama (TEXTO COMPLETO)

Presidente Castro, pueblo de Cuba:

Muchas gracias por la cálida acogida que hemos recibido yo, mi familia y mi delegación. Es un honor extraordinario estar hoy aquí. Antes de empezar, permítanme por favor, quiero comentar sobre los ataques terroristas que tuvieron lugar en Bruselas.

Los pensamientos y las oraciones del pueblo de Estados Unidos están con el pueblo de Bélgica. Somos solidarios con ellos, condenando estos indignantes ataques contra personas inocentes. Haremos todo lo que sea necesario para apoyar a nuestro amigo y aliado, Bélgica, para llevar ante la justicia a los responsables, y este es otro recordatorio más de que el mundo debe estar unido.

Debemos cerrar filas, al margen de nacionalidad, raza o creencias religiosas, en la lucha contra este flagelo del terrorismo. Podemos derrotar, y derrotaremos, a aquellos que amenazan nuestra seguridad y la de las personas en todo el mundo.

Al Gobierno y al pueblo de Cuba quiero agradecerles la amabilidad que han demostrado hacia mí, hacia Michelle, Malia, Sasha, mi suegra, Marian.

[En español] “Cultivo una rosa blanca” [aplausos] En su más célebre poema José Martí hizo esta oferta de amistad y paz tanto a amigos como enemigos. Hoy, como Presidente de Estados Unidos de América yo le ofrezco al pueblo cubano [en español] el saludo de paz [aplausos].

La Habana está a solo 90 millas de la Florida, pero para llegar aquí tuvimos que recorrer una larga distancia, por encima de barreras históricas, ideológicas, de dolor y separación. Las azules aguas bajo el Air Force One, fueron una vez surcadas por acorazados hacia esta isla para liberar a Cuba, pero también para ejercer control sobre ella.

Esas aguas también fueron surcadas por generaciones de revolucionarios cubanos hacia Estados Unidos, donde recabaron apoyo para su causa. Y esa corta distancia ha sido cruzada por cientos de miles de exiliados cubanos, en aviones y balsas rústicas, quienes vinieron a Estados Unidos en busca de libertad y oportunidades, a veces dejando atrás todo lo que tenían y a todos sus seres queridos. Como tantos, en nuestros dos países.

Toda mi vida se ha desenvuelto en una era de aislamiento entre nosotros. La revolución cubana tuvo lugar en el mismo año en que mi padre emigró a Estados Unidos desde Kenya. Bahía de Cochinos tuvo lugar en el año en que yo nací. Al año siguiente el mundo entero quedó en suspenso observando a nuestros dos países mientras la Humanidad se acercaba más que nunca antes al horror de una guerra nuclear.

Con el paso de las décadas nuestros Gobiernos se quedaron estancados en una confrontación aparentemente interminable, librando batallas a través de terceros. En un mundo que se rehizo a sí mismo una y otra vez, el conflicto entre Estados Unidos y Cuba era una constante. Yo he venido aquí a enterrar los últimos remanentes de la Guerra Fría en las Américas [aplausos] Yo he venido aquí a extender una mano de amistad al pueblo cubano [aplausos].

Quiero ser claro: las diferencias entre nuestros Gobiernos al cabo de tantos años son reales, y son importantes. Estoy seguro de que el presidente Castro diría lo mismo. Lo sé, porque he escuchado y abordado esas diferencias en profundidad. Pero antes de discutir esos problemas, también tenemos que reconocer cuantas cosas compartimos porque, en muchas formas, Estados Unidos y Cuba son como dos hermanos que han estado distanciados por muchos años, aunque llevemos la misma sangre.

Ambos vivimos en un Nuevo Mundo colonizado por europeos. Cuba, como Estados Unidos, fue en parte fundada por esclavos traídos de África. Como el de Estados Unidos, el pueblo cubano puede trazar sus ancestros hasta esclavos y dueños de esclavos. Ambos acogimos a inmigrantes que vinieron de muy lejos para empezar una nueva vida en las Américas. A lo largo de los años nuestras culturas se han entremezclado. La labor del Dr. Carlos Finlay en Cuba allanó el camino para generaciones de médicos, entre ellos Walter Reed, que se basó en el trabajo del Dr. Finlay para ayudar a combatir la fiebre amarilla.

Tal como Martí escribió su obra más famosa en Nueva York, Ernest Hemingway hizo de Cuba su hogar y encontró inspiración en las aguas de estas costas. Compartimos el mismo pasatiempo nacional [en español]: la pelota. Y hoy mismo, más tarde, nuestros jugadores van a competir en el mismo terreno habanero donde jugara Jackie Robinson antes de debutar en las Grandes Ligas [aplausos]. Y se dice que nuestro más grande boxeador, Mohamed Alí, rindió homenaje una vez a un cubano con el que nunca pudo pelear, diciendo que lo más que podía alcanzar era un empate con ese gran cubano, Teófilo Stevenson.

Así que aun cuando nuestros Gobiernos devinieron adversarios, nuestros pueblos compartían estas pasiones comunes, particularmente con la llegada a Estados Unidos de tantos cubanos. En Miami o La Habana usted puede encontrar lugares donde bailar cha-cha-cha o salsa; donde comer “ropa vieja”; la gente en nuestros dos países ha cantado con Celia Cruz, Gloria Estefan, y ahora escuchan el reggaetón de Pitbull.

Millones de los nuestros tienen una misma religión, una fe a la que yo he rendido tributo en la Ermita de la Caridad de Miami: la paz que los cubanos encuentran en La Cachita.

A pesar de nuestras diferencias, cubanos y estadounidenses comparten valores comunes en sus vidas: un sentido de patriotismo y de orgullo, un gran orgullo; un profundo amor a la familia; la pasión por nuestros hijos; un compromiso con su educación. Y es por eso que creo que nuestros nietos mirarán este período de aislamiento como una aberración, y como apenas un capítulo en una historia más larga de familiaridad y amistad.

Pero no podemos ni debemos ignorar las diferencias reales que tenemos, acerca de cómo organizamos nuestros Gobiernos, nuestras economías y nuestras sociedades. Cuba tiene un sistema de partido único; Estados Unidos es una democracia multipartidista. Cuba tiene un modelo económico socialista; Estados Unidos, uno de mercado abierto. Cuba ha enfatizado el papel y los derechos del Estado; los Estados Unidos fueron fundados en los derechos de la persona individual.

A pesar de estas diferencias, el 17 de diciembre del 2014 el presidente Castro y yo anunciamos que Estados Unidos y Cuba comenzarían un proceso de normalización de las relaciones entre nuestros países [aplausos].

Desde entonces, hemos establecido relaciones diplomáticas y abierto embajadas. Hemos puesto en marcha iniciativas para cooperar en la salud y la agricultura, la educación y la aplicación de la ley. Hemos llegado a acuerdos para restaurar los vuelos y el servicio de correo directos. Hemos ampliado los lazos comerciales, e incrementado la capacidad de los estadounidenses para viajar a Cuba y hacer negocios aquí.

Y estos cambios han sido bien recibidos, a pesar de que todavía hay quienes se oponen estas políticas. Pero aún así, muchas personas en ambos lados de este debate se han preguntado: “¿Por qué ahora?" "¿Por qué ahora?”.

La respuesta es simple: Lo que Estados Unidos estaba haciendo no estaba funcionando. Tenemos que tener el valor de reconocer esa verdad. Una política de aislamiento diseñada para la Guerra Fría tenía poco sentido en el siglo XXI. El embargo sólo estaba perjudicando al pueblo cubano en lugar de ayudarlo. Y yo siempre he creído en lo que Martin Luther King, Jr. llamó "la feroz urgencia del ahora": No debemos temer al cambio, debemos abrazarlo. [aplausos]

Esto me conduce a una razón mayor y más importante de estos cambios [en español]: Creo en el pueblo cubano. Creo en el pueblo cubano [aplausos]. Esto no es sólo una política de normalización de las relaciones con el Gobierno cubano. Estados Unidos de América están normalizando sus relaciones con el pueblo cubano. [aplausos]

Y hoy, quiero compartir con ustedes mi visión de lo que puede ser nuestro futuro. Quiero que el pueblo cubano –especialmente los jóvenes– entienda por qué creo que ustedes deben ver el futuro con esperanza. Y no es la falsa promesa que insiste en que las cosas son mejores de lo que realmente son, o el optimismo ciego que dice que todos sus problemas podrán desaparecer mañana. Es una esperanza que tiene sus raíces en el futuro que ustedes pueden elegir, y pueden conformar, y pueden construir para su país.

Yo tengo esa esperanza porque creo que el pueblo cubano es tan innovador como cualquier otro pueblo del mundo.

En una economía global, impulsada por las ideas y la información, el mayor recurso de un país es su gente. En Estados Unidos, tenemos un claro monumento a lo que el pueblo cubano es capaz de construir: se llama Miami. Aquí en La Habana, vemos ese mismo talento en los cuentapropistas, las cooperativas, los autos antiguos que todavía ruedan [en español]. El cubano Inventa del aire. [aplausos]

Cuba cuenta con un extraordinario recurso: un sistema de educación que valora a cada niño y cada niña [aplausos]. Y en los últimos años, el Gobierno cubano ha comenzado a abrirse al mundo, y a abrir aún más espacio para que el talento florezca. En pocos años, hemos visto como los cuentapropistas pueden salir adelante, mientras conservan un espíritu netamente cubano. Ser trabajador por cuenta propia no significa ser más como Estados Unidos, significa ser uno mismo.

Miren a Sandra Lídice Aldama, que decidió comenzar un pequeño negocio. Los cubanos, dice, podemos "innovar y adaptar sin perder nuestra identidad... nuestro secreto está en no copiar o imitar sino, simplemente, en ser nosotros mismos".

Es ahí donde comienza la esperanza: con la posibilidad de ganarse la vida y construir algo de lo que uno pueda estar orgulloso. Es por eso que nuestras políticas se centran en el apoyo a los cubanos, y no en hacerles daño. Es por eso que nos deshicimos de los límites en las remesas: para que los cubanos tengan más recursos. Es por eso que estamos alentando los viajes, que construirán puentes entre nuestros pueblos, y traerán más ingresos a las pequeñas empresas cubanas. Es por eso que hemos ampliado el espacio para el comercio y los intercambios, de modo que los estadounidenses y los cubanos puedan trabajar juntos para encontrar curas a las enfermedades, y crear puestos de trabajo, y abrir las puertas a más oportunidades para el pueblo cubano.

Como Presidente de Estados Unidos, he exhortado a nuestro Congreso a levantar el embargo [aplausos]. Es una carga obsoleta sobre el pueblo cubano. Es una carga para los estadounidenses que quieren trabajar y hacer negocios o invertir aquí en Cuba. Es hora de levantar el embargo. Pero incluso si se levantara el embargo mañana, los cubanos no se darían cuenta de su potencial sin una continuidad de los cambios aquí en Cuba [aplausos].

Debiera ser más fácil abrir un negocio aquí en Cuba. Un trabajador debiera poder conseguir un trabajo directamente con las empresas que invierten aquí en Cuba. Dos monedas no deben separar el tipo de salarios que los cubanos pueden ganar. Internet debe estar disponible en toda la isla, para que los cubanos puedan conectarse con el resto del mundo [aplausos] y con uno de los grandes motores del crecimiento en la historia humana. Estados Unidos no limita la capacidad de Cuba para tomar estas medidas. Depende de ustedes. Y puedo decirles como amigo que en el siglo XXI la prosperidad sostenible depende de la educación, la salud, y la protección del medio ambiente. Pero también depende del intercambio libre y abierto de ideas. Si uno no puede acceder a la información en línea, si no puede estar expuesto a diferentes puntos de vista, no alcanzará su máximo potencial. Y con el tiempo, la juventud va a perder la esperanza.

Sé que estos son temas sensibles, sobre todo viniendo de un presidente estadounidense. Antes de 1959, algunos americanos veían a Cuba como algo que explotar, ignoraban la pobreza, facilitaban la corrupción. Y desde 1959, hemos estado boxeando con nuestras sombras en esta batalla de la geopolítica y las personalidades. Conozco la historia, pero me niego a ser atrapado por ella. [aplausos]

He dejado claro que Estados Unidos no tiene ni la capacidad, ni la intención de imponer un cambio en Cuba. Cualquier cambio que venga dependerá del pueblo cubano. No les vamos a imponer nuestro sistema político o económico. Reconocemos que cada país, cada pueblo, debe trazar su propia ruta y dar forma a su propio modelo. Pero después de haber eliminado de nuestra relación la sombra de la historia, debo hablar con honradez acerca de las cosas en que yo creo: las cosas en las que nosotros, como estadounidenses, creemos. Como dijo Martí, "La libertad es el derecho de todo hombre a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía".

Así que, déjenme decirles en qué creo. No puedo obligarles a estar de acuerdo conmigo, pero ustedes deben saber lo que pienso. Creo que cada persona debe ser igual ante la ley [aplausos]. Todos los niños merecen la dignidad que viene con la educación y la atención a la salud, y comida en la mesa y un techo sobre sus cabezas [aplausos]. Creo que los ciudadanos deben tener la libertad de decir lo que piensan sin miedo [aplausos] de organizarse y criticar a su Gobierno, y de protestar pacíficamente; y que el Estado de Derecho no debe incluir detenciones arbitrarias de las personas que ejercen esos derechos [aplausos]. Creo que cada persona debe tener la libertad de practicar su religión en paz y públicamente [aplausos]. Y, sí, creo que los electores deben poder elegir a sus gobiernos en elecciones libres y democráticas. [aplausos]

No todo el mundo está de acuerdo conmigo en esto. No todo el mundo está de acuerdo con el pueblo estadounidense acerca de esto. Pero yo creo que los Derechos Humanos son universales [aplausos]. Creo que son los derechos del pueblo estadounidense, del pueblo de Cuba, y de las personas en todo el mundo.

Ahora bien, no es ningún secreto que nuestros Gobiernos están en desacuerdo sobre muchos de estos asuntos. He sostenido conversaciones francas con el presidente Castro. Durante muchos años, él ha señalado las fallas en el sistema americano: la desigualdad económica; la pena de muerte; la discriminación racial; guerras en el extranjero. Eso es sólo una muestra. Él tiene una lista mucho más larga. (Risas). Pero esto es lo que el pueblo cubano necesita comprender: yo estoy abierto a ese debate público y al diálogo. Es bueno. Es saludable. No le temo.

Tenemos demasiado dinero en la política estadounidense. Sin embargo, en Estados Unidos, todavía es posible para alguien como yo –un niño que fue criado por una madre soltera, un niño mestizo que no tiene mucho dinero– aspirar al más alto cargo de la tierra y ganarlo. Eso es lo que es posible en Estados Unidos. [aplausos]

Tenemos desafíos de discriminación racial –en nuestras comunidades, en nuestro sistema de justicia criminal, en nuestra sociedad– un legado de la esclavitud y la segregación. Pero el hecho de que tengamos debates abiertos dentro de la propia democracia estadounidense es lo que nos permite mejorar.

En 1959, el año en que mi padre se trasladó a Estados Unidos, en muchos estados americanos era ilegal que se casara con mi madre, que era blanca. Cuando empecé la escuela, todavía estábamos luchando por eliminar la segregación en las escuelas de todo el sur de Estados Unidos. Pero las personas se organizaron; protestaron; debatieron estos temas; desafiaron a los funcionarios del gobierno. Y debido a esas protestas, y debido a esos debates, y debido a la movilización popular, es que yo puedo estar aquí hoy, un afroamericano, presidente de Estados Unidos. El que pudiéramos lograr un cambio se debió a las libertades que disfrutamos en Estados Unidos.

No estoy diciendo que sea fácil. Todavía hay enormes problemas en nuestra sociedad. Pero la manera que tenemos para resolverlos es la democracia. Así es como obtuvimos atención de salud para más estadounidenses. Así es como hemos hecho grandes avances en los derechos de la mujer y los derechos de los homosexuales. Así es como atendemos la desigualdad que concentra tanta riqueza en los estratos superiores de nuestra sociedad. Gracias a que los trabajadores pueden organizarse y la gente común tener una voz, la democracia estadounidense ha dado a nuestra gente la oportunidad de realizar sus sueños y disfrutar de un alto nivel de vida. [aplausos]

Ahora bien, todavía nos quedan algunas peleas difíciles. No siempre es bonito el proceso de la democracia. A menudo es frustrante. Lo pueden ver en las elecciones que tenemos allá. Pero deténganse un momento y consideren este hecho: en la campaña electoral estadounidense que está teniendo lugar en este momento hay dos cubanoamericanos del Partido Republicano, compitiendo contra el legado de un hombre negro que es Presidente, mientras aducen ser la mejor persona para vencer al candidato demócrata que, o bien va a ser una mujer, o un socialdemócrata. (Risas y aplausos.) ¿Quién lo hubiera creído en 1959? Esa es una medida de nuestro progreso como democracia. [aplausos]

Así que aquí está mi mensaje para el Gobierno de Cuba y el pueblo cubano: los ideales que son el punto de partida de toda revolución –la revolución americana, la revolución cubana, los movimientos de liberación en todo el mundo– esos ideales encuentran su expresión más auténtica, creo yo, en una democracia. No porque la democracia estadounidense sea perfecta, sino precisamente porque no lo somos. Y nosotros –como todos los países– necesitamos para cambiar el espacio que la democracia nos da. Ella da a los individuos la capacidad de ser catalizadores para pensar en nuevas formas, y reimaginar cómo debe ser nuestra sociedad, y hacerse mejores.

Ya está teniendo lugar una evolución dentro de Cuba, un cambio generacional. Muchos sugerían que viniera aquí y le pidiera al pueblo de Cuba que echara abajo algo, pero estoy apelando a los jóvenes cubanos, que son los que van a levantar algo, a construir algo nuevo [aplausos]. [En español] El futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano. [aplausos]

Y al presidente Castro –a quien le agradezco estar aquí hoy– quiero que sepa, creo que mi visita aquí demuestra, que no tiene por qué temer una amenaza de Estados Unidos. Y teniendo en cuenta su compromiso con la soberanía y la autodeterminación de Cuba, también estoy seguro de que no tiene por qué temer a las voces diferentes del pueblo cubano, y su capacidad de expresarse, reunirse, y votar por sus líderes. De hecho, tengo una esperanza para el futuro porque confío en que el pueblo cubano tomará las decisiones correctas.

Y como ustedes, también estoy seguro de que Cuba puede seguir desempeñando un papel importante en el hemisferio y en todo el mundo, y mi esperanza, es que pueda hacerlo como socio de Estados Unidos.

Hemos desempeñado roles muy diferentes en el mundo. Pero nadie debería negar el servicio que miles de médicos cubanos han prestado a los pobres y los que sufren [aplausos]. El año pasado, trabajadores de la salud estadounidenses –y militares de EEUU– trabajaron codo a codo con los cubanos para salvar vidas y acabar con el Ébola en África Occidental. Creo que deberíamos continuar teniendo esa clase de cooperación en otros países.

Hemos estado en el lado opuesto de muchos conflictos en el continente americano. Pero hoy en día, los estadounidenses y los cubanos están sentados juntos en la mesa de negociación, y estamos ayudando a los colombianos a resolver una guerra civil que se ha prolongado durante décadas [aplausos]. Ese tipo de cooperación es bueno para todos. Brinda esperanza a todos en este hemisferio.

Tomamos diferentes caminos en nuestro apoyo al pueblo de Sudáfrica para la abolición del apartheid. Pero el presidente Castro y yo pudimos estar al mismo tiempo en Johannesburgo para rendir homenaje al legado del gran Nelson Mandela. [aplausos]

Y al examinar su vida y sus palabras, estoy seguro de que ambos nos damos cuenta de que tenemos más trabajo por hacer para promover la igualdad en nuestros propios países: para reducir la discriminación de las razas en nuestros propios países. Y en Cuba, queremos que nuestro compromiso ayude a levantarse a los cubanos de ascendencia africana, [aplausos] que han demostrado que no hay nada que no puedan lograr cuando se les da la oportunidad.

Hemos sido parte de diferentes bloques de naciones en el hemisferio, y vamos a seguir teniendo profundas diferencias sobre las maneras de promover la paz, la seguridad, las oportunidades y los Derechos Humanos. Pero a medida que se normalicen nuestras relaciones, creo que podremos ayudar a fomentar un mayor sentido de unidad en las Américas [en español] Todos somos americanos. [aplausos]

Desde el inicio de mi mandato, he instado a la gente en las Américas a dejar atrás las batallas ideológicas del pasado. Estamos en una nueva era. Sé que muchos de los problemas de los que he hablado carecen del drama del pasado. Y sé que parte de la identidad de Cuba es su orgullo de ser una pequeña nación insular capaz de defender sus derechos, y estremecer al mundo. Pero también sé que Cuba siempre se destacará por el talento, el trabajo duro, y el orgullo del pueblo cubano. Esa es su fuerza [aplausos]. Cuba no tiene que ser definida por ser adversario de Estados Unidos, más de lo que Estados Unidos deben ser definidos por ser adversarios de Cuba. Tengo esa esperanza para el futuro debido a la reconciliación que está teniendo lugar en el pueblo cubano.

Sé que algunos cubanos en la isla pueden tener la sensación de que los que se fueron de alguna manera apoyaron el viejo orden en Cuba. Estoy seguro de que hay una narrativa que perdura aquí, y que sugiere que los exiliados cubanos pasaron por alto los problemas de la Cuba pre-revolucionaria, y rechazaron la lucha por construir un nuevo futuro. Pero hoy les puedo decir que muchos exiliados cubanos guardan recuerdos de una dolorosa –y, a veces violenta– separación. Ellos aman a Cuba. Una parte de ellos todavía considera que este es su verdadero hogar. Es por eso que su pasión es tan fuerte. Es por eso que su dolor es tan grande. Y para la comunidad cubanoamericana que he llegado a conocer y respetar, no se trata sólo de política. Se trata de la familia: el recuerdo de una casa que se perdió; el deseo de reconstruir un vínculo roto; la esperanza de un futuro mejor; la esperanza del retorno y la reconciliación.

A pesar de las políticas, las personas son personas, y los cubanos son cubanos. Y he venido aquí –he viajado esta distancia– sobre un puente que fue construido por cubanos a ambos lados del estrecho de la Florida. Primero llegué a conocer el talento y la pasión de los cubanos en Estados Unidos. Y sé cómo han sufrido algo más que el dolor del exilio: también saben lo que es ser un extraño, y pasar trabajos, y trabajar más duro para asegurarse de que sus hijos puedan llegar más lejos en América.

Así que la reconciliación de los cubanos –los hijos y nietos de la revolución, y los hijos y nietos del exilio– es fundamental para el futuro de Cuba. [aplausos]

Uno lo ve en Gloria González, que viajó aquí en 2013, por primera vez después de 61 años de separación, y fue recibida por su hermana, Llorca. "Tú me reconociste, pero yo no te reconocí a ti", dijo Gloria después de abrazar a su hermana. Imagínese eso, después de 61 años.

Se ve en Melinda López, que llegó a la antigua casa de su familia. Y mientras caminaba por las calles, una anciana la reconoció como hija de su madre, y se puso a llorar. La llevó a su casa y le mostró un montón de fotos que incluían algunas de Melinda cuando era una bebé, que su madre le había enviado hacía 50 años. Melinda diría más tarde: "Muchos de nosotros estamos recuperando tanto ahora".

Se ve en Cristian Miguel Soler, un joven que fue el primero de su familia en viajar aquí después de 50 años. Y al encontrarse con sus familiares, por primera vez, dijo: "Me di cuenta de que la familia es la familia, sin importar la distancia entre nosotros".

A veces los cambios más importantes comienzan en lugares pequeños. Las mareas de la historia pueden dejar a las personas atrapadas en situaciones de conflicto, y exilio, y pobreza. Se necesita tiempo para que esas circunstancias cambien. Pero en el reconocimiento de una humanidad común, en la reconciliación de personas unidas por lazos de sangre y en el creer el uno en el otro, es donde comienza el progreso. En el entendimiento, y el saber escuchar, y el perdón. Y si el pueblo cubano enfrenta el futuro unido, será más probable que los jóvenes de hoy puedan vivir con dignidad y alcanzar sus sueños aquí en Cuba.

La historia de Estados Unidos y Cuba abarca revolución y conflicto; lucha y sacrificio; retribución y, ahora, reconciliación. Es ya hora de dejar atrás el pasado. Ha llegado el momento de que miremos juntos hacia el futuro [en español] un futuro de esperanza. Y no va a ser fácil, y habrá adversidades. Tomará tiempo. Pero mi tiempo aquí en Cuba renueva mi esperanza y mi confianza en lo que el pueblo cubano puede hacer. Podemos hacer este viaje como amigos, y como vecinos, y como familia: juntos. [En español] Sí se puede.

Muchas gracias. [aplausos]

El discurso de Barack Obama a los cubanos
please wait

No media source currently available

0:00 0:34:45 0:00

Vea todas las noticias de hoy

EEUU extiende nuevamente ley que respalda el embargo a Cuba

La actual extensión de la ley que sustenta el embargo a Cuba, firmada por Biden, tiene fecha de expiración el 14 de septiembre de 2025. (Foto AP/Ramón Espinosa, Archivo)
La actual extensión de la ley que sustenta el embargo a Cuba, firmada por Biden, tiene fecha de expiración el 14 de septiembre de 2025. (Foto AP/Ramón Espinosa, Archivo)

El presidente Joe Biden dijo que la extensión por un año más de la aplicación de la Ley de Comercio con el Enemigo, que permite mantener el embargo a Cuba, "es de interés nacional de Estados Unidos".

Getting your Trinity Audio player ready...

El presidente estadounidense Joe Biden extendió por un año más la aplicación de la ley que permite mantener el embargo comercial sobre el gobierno de Cuba, según anunció en un memorando enviado a los Departamentos del Tesoro y Estado y publicado el miércoles por el Registro Federal.

Biden dijo que determinaba quela continuación del ejercicio de esas autoridades con respecto a Cuba durante un año es de interés nacional de Estados Unidos”.

Se trata de la renovación de la Ley de Comercio con el Enemigo, que data de 1917, bajo el mandato del presidente Woodrow Wilson, y que permite a la administración de turno restringir las actividades comerciales con cualquier nación al considerarla un enemigo de Estados Unidos.

En el caso de Cuba el embargo fue establecido en 1962 por el presidente John F. Kennedy.

La actual extensión firmada por Biden tiene fecha de expiración el 14 de septiembre de 2025.

“Por lo tanto, en consonancia con la autoridad que me confiere la sección 101(b) de la Ley Pública 95-223, continúo durante 1 año, hasta el 14 de septiembre de 2025, el ejercicio de esas autoridades con respecto a Cuba, tal como se implementan en las Regulaciones de Control de Activos Cubanos, 31 C.F.R. Parte 515”, dijo el Presidente en el memorando.

Cuba ha culpado durante años al embargo de Estados Unidos de la crisis económica y social en la isla. La ley permite, sin embargo, una variedad de transacciones con Cuba, como el envío de ayuda humanitaria, la exportación de alimentos y medicinas, remesas, servicios de telecomunicaciones, y viajes de cubanoamericanos a la isla.

Desde 1992 La Habana somete cada año a votación en la Asamblea General de Naciones Unidas una resolución exigiendo el levantamiento del embargo, que es respaldada por una amplia mayoría de países.

Diplomáticos cubanos en EEUU viajaron a Atlanta para reunión con sindicalistas y socialistas

Los diplomáticos cubanos presidieron la charla con los activistas en Atlanta.
Los diplomáticos cubanos presidieron la charla con los activistas en Atlanta.

Dos miembros de la Misión diplomática de Cuba en Washington se reunieron con decenas de activistas estadounidenses en la ciudad de Atlanta.

Getting your Trinity Audio player ready...

Al menos dos diplomáticos cubanos, con altos cargos en la Embajada de Cuba en los Estados Unidos, participaron el mes pasado en una reunión celebrada en Atlanta con activistas de izquierda y líderes sindicales, informó la organización Workers.org.

Alejandro García del Toro, segundo jefe de la Misión de la Embajada de Cuba en Washington, y Gabriela Castillo Rodríguez, segunda secretaria de la sede diplomática, participaron en el evento auspiciado por la emisora radial WRFG 89.3FM, una estación de radio comunitaria progresista.

Según refiere el portal sindical, en la reunión del 22 de agosto estuvieron decenas de activistas de los grupos Black Alliance for Peace, Community Movement Builders, Malcolm X Grassroots Movement, Jewish Voice for Peace, Workers World Party, Freedom Road Socialist Organization y ANSWER Coalition.

De acuerdo a Workers.org, en el encuentro participaron miembros de los sindicatos de camioneros y pintores y la Coalición de Sindicalistas Negros, activistas de la vivienda y de “Stop Cop City”, además de estudiantes palestinos y trabajadores de Amazon.

La organización socialista Atlanta Democratic Socialists of America (ATLDSA) también informó sobre la charla con los diplomáticos cubanos y, según expresaron en sus redes sociales, les sirvió para aprender sobre el embargo de Estados Unidos a Cuba y "los impactos dañinos de las sanciones estadounidenses sobre Cuba".

De acuerdo a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, el documento que desde 1964 sirve de pauta para regular el comportamiento de Embajadas y sedes diplomáticas, las funciones de una misión diplomática se limitan a: representar al Estado acreditante ante el Estado receptor; proteger en el Estado receptor los intereses del Estado acreditante y los de sus nacionales, dentro de los límites permitidos por el derecho internacional; negociar con el gobierno del Estado receptor; enterarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de los acontecimientos en el Estado receptor e informar sobre ello al gobierno del Estado acreditante; e. fomentar las relaciones amistosas y desarrollar las relaciones económicas, culturales y científicas entre el Estado acreditante y el Estado receptor.

Se dispara la exportación de autos de EEUU a Cuba, podría llegar a 50 millones de dólares en 2024

FOTO ARCHIVO. Los conductores esperan su turno para cargar combustible en sus vehículos en una gasolinera en La Habana, Cuba, el 14 de julio de 2022. (Foto AP/Ramon Espinosa)
FOTO ARCHIVO. Los conductores esperan su turno para cargar combustible en sus vehículos en una gasolinera en La Habana, Cuba, el 14 de julio de 2022. (Foto AP/Ramon Espinosa)

Las exportaciones de vehículos de EEUU a Cuba podrían superar los 50 millones de dólares este año, cinco veces más que en 2023.

Getting your Trinity Audio player ready...

En los primeros seis meses de 2024, las exportaciones de vehículos desde Estados Unidos a Cuba alcanzaron más de 36 millones de dólares, según el más reciente informe del Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba.

Las exportaciones de autos usados representaron la mayor parte, con un valor de 34.587.077 dólares entre enero y julio de 2024, informó John S. Kavulich, presidente de dicha organización no gubernamental creada en 1994.

“Las ventas de vehículos a Cuba son parte de la gran historia de este año”, acotó el experto, quien tachó el acontecimiento como el cambio más significativo en comparación con el año pasado.

Según su proyección, el negocio de la venta de autos a Cuba pudiera rondar los 50 millones de dólares en los próximos meses.

Tan sólo en el mes de julio, las exportaciones de vehículos usados sumaron 3.705.643 dólares.

“El incremento es notable, si tomamos en cuenta las dificultades económicas que enfrenta Cuba, como la escasez de electricidad y combustible, y los altos precios de este último”, dijo Kavulich.

En 2023, las exportaciones de autos a Cuba totalizaron 9.824.627 dólares, mientras que en febrero de 2024 casi se alcanzó la mitad de esa cifra.

Para adquirir un vehículo en Cuba, es necesario cumplir con las licencias emitidas por el Departamento de Comercio de Estados Unidos, las cuales permiten la compra a residentes naturales o personas jurídicas cubanas y extranjeras.

Potenciales compradores de autos inspeccionan un automóvil en La Habana, Cuba, el 25 de febrero del 2020.
Potenciales compradores de autos inspeccionan un automóvil en La Habana, Cuba, el 25 de febrero del 2020.

Recientemente, el gobierno cubano anunció una actualización en la política para la comercialización de vehículos, cuyas normas jurídicas se publicarán antes de octubre de 2024.

Según Kavulich, la mayoría de los compradores de vehículos procedentes de EEUU son empresarios del sector privado cubano, a pesar de que el gobierno sigue dificultando el crecimiento de este sector en la isla.

Aun así, opinó el experto, La Habana reconoce que el sector privado es fundamental para la economía, a pesar de sus reticencias.

Caen los alimentos

En contraste con el aumento de las exportaciones de autos, las de alimentos disminuyeron un 2.6% en julio de 2024, con registro de 31.457.528 dólares, en comparación con 32.313.837 dólares del mismo mes en 2023.

El gobierno de Díaz-Canel mantiene que "el bloqueo es el principal escollo para avanzar en la búsqueda de la prosperidad y bienestar de la población cubana”, y asegura que los daños ocasionados en más de seis décadas de la aplicación de esta política ascienden a más de 147.853 millones de dólares.

En el informe del Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba, la isla aparece mencionada como ocupante del puesto 50 entre los 222 mercados de exportación de productos agrícolas y alimenticios de EEUU.

Visas de no inmigrante sólo benefician al régimen de Cuba y atentan contra la seguridad de EEUU, alertan senadores

FOTO ARCHIVO. Cubanos hacen fila frente a la embajada de Estados Unidos en La Habana el día de su reapertura para los servicios consulares y de visas. (AP Foto/Ismael Francisco)
FOTO ARCHIVO. Cubanos hacen fila frente a la embajada de Estados Unidos en La Habana el día de su reapertura para los servicios consulares y de visas. (AP Foto/Ismael Francisco)

Tres senadores republicanos alertaron al secretario de Estado de EEUU que la expansión de las visas de no inmigrantes a los cubanos beneficiará mayormente a miembros de la cúpula gobernante y que será casi imposible realizar una investigación adecuada de los posibles beneficiarios.

Getting your Trinity Audio player ready...

Los senadores republicanos Marco Rubio, Rick Scott y Ted Cruz enviaron una carta al Secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, en la que alertan que la reciente expansión de los servicios de visas de no inmigrantes para Cuba sólo beneficia a un Estado Patrocinador del Terrorismo y pone en mayor peligro la seguridad nacional.

A mediados de agosto se anunció que la Embajada de Estados Unidos en La Habana comenzará a procesar algunos tipos de visado de no inmigrante, incluyendo los de intercambio cultural, religiosos, académicos o de estudios, entre otros.

Los legisladores opinaron que la expansión de las visas de no inmigrantes estará sesgada hacia el beneficio de los miembros de la élite o la clase dirigente y dijeron a Blinken que es muy probable que quienes reciban ese tipo de visas "tengan relaciones favorables con el régimen".

Los representates de Florida (Scott y Rubio) y Texas (Cruz) dijeron que “el régimen históricamente ha patrocinado a atletas, artistas y animadores para difundir su propaganda en el extranjero” y que “sólo a aquellos que hablen positivamente del régimen se les permitirá salir de la isla”.

Asimismo opinaron que “será casi imposible realizar una investigación adecuada de los posibles beneficiarios de las visas de no inmigrante” dada la "falta de transparencia" del régimen.

“En lugar de obligar a la dictadura cubana a poner fin a sus abusos de los derechos humanos y traer la democracia a la isla, la administración Biden-Harris sólo ha buscado oportunidades para apaciguar al régimen y reparar las relaciones diplomáticas. No vemos ninguna otra razón para ampliar las visas de no inmigrante a los individuos cubanos y ninguna justificación de por qué hacerlo sirve a los intereses de los Estados Unidos”, escribieron los senadores.

Por otra parte, recordaron que esta no es la primera vez que la Administración Biden-Harris ha tomado medidas “para aplacar al régimen cubano al aliviar las restricciones migratorias”.

“Recientemente, la administración introdujo un programa de libertad condicional (parole humanitario) que ha permitido que ex funcionarios de alto rango del régimen y miembros de las fuerzas de Seguridad del Estado, todos ellos cómplices de abusos de los derechos humanos en la isla, se infiltraran y residieran en Estados Unidos. La Administración Biden-Harris detuvo este programa solo después de los informes de fraude y abuso generalizados, lo que demuestra nuestra incapacidad para investigar adecuadamente a las personas procedentes de la isla”, dijeron.

Teniendo en cuenta las preocupaciones señaladas anteriormente, los senadores pidieron a Blinken que explique "cómo sirve a los intereses de los Estados Unidos la ampliación de los visados nacionales a los ciudadanos cubanos” y “cómo se asegurará de que no se expidan visados nacionales a personas con vínculos con el régimen”.

También preguntaron si el gobierno de Estados Unidos ha ampliado los visados nacionales a territorios como Irán, Corea del Norte y Siria, los otros tres países en la Lista de Países que Patrocinan el Terrorismo.

Senadores republicanos Scott y Rubio presentan resolución de condena al gobierno cubano

Senadores Rick Scott y Marco Rubio, en una foto de archivo.
Senadores Rick Scott y Marco Rubio, en una foto de archivo.

La medida subraya que EEUU no tolerará los abusos de derechos humanos del régimen cubano y alerta sobre la influencia desestabilizadora que ejerce en la región.

Getting your Trinity Audio player ready...

Los senadores republicanos por la Florida, Rick Scott y Marco Rubio, presentaron una resolución que condena al régimen cubano que, señalaron, continúa con sus intentos de amenazar la estabilidad y la seguridad en el hemisferio occidental y llevando a cabo crímenes atroces contra sus ciudadanos.

Los senadores expresaron que el régimen cubano ha convertido a Cuba en un refugio seguro para la China comunista, Rusia, Irán y Venezuela, y que Estados Unidos debe seguir defendiendo la democracia y los derechos del pueblo cubano.

“El régimen comunista cubano ilegítimo es una fuerza desestabilizadora en el hemisferio occidental, un refugio seguro para los terroristas, un amigo de los enemigos de Estados Unidos, un opresor del pueblo cubano y un violador de los derechos humanos, expresó Scott en un comunicado.

Añadió que la resolución deja en claro que “Estados Unidos no tolerará los abusos de los derechos humanos del régimen cubano” y que utilizará toda la fuerza del gobierno para hacerlos responsables.

Por su parte, Rubio expresó que “el mundo está siendo testigo de las múltiples formas en que el régimen de Díaz-Canel ha servido como títere de China, Irán y, más recientemente, Rusia” y que “Estados Unidos tiene el deber moral de defender los intereses del país, ademas del orden democrático y la justicia en el Hemisferio Occidental”.

La resolución critica al régimen por su política de hostigar y encarcelar a sus ciudadanos, por el envio de médicos a misiones por las que reciben sólo entre el 10 y el 25 por ciento de su salario, por estar en la Lista de Países que Patrocinan el Terrorismo, por ser una fuente de inestabilidad regional al enviar a Venezuela personal cubano que asesora e instruye a agencias de inteligencia venezolanas y da asistencia de seguridad a Nicolás Maduro, y por utilizar la inmigración ilegal como un arma para abrumar la frontera de los Estados Unidos, entre otras acusaciones.

La resolución dice que, “considerando que la política de los Estados Unidos ha tenido como objetivo desde hace mucho tiempo el brindar libertad, prosperidad y democracia al pueblo cubano” se resuelve que el Senado se opone a cualquier revisión de la política de los Estados Unidos hacia Cuba establecida en la legislación de los Estados Unidos hasta que el régimen cubano cambie las políticas antes mencionadas y su hostilidad hacia los Estados Unidos”.

También hace un llamamiento al gobierno de los Estados Unidos para que “utilice todas las herramientas diplomáticas para persuadir a los gobiernos extranjeros y a las organizaciones internacionales a que unan sus esfuerzos y coordinen actividades para brindar libertad y democracia a Cuba”, y considera que Estados Unidos debe trabajar con aliados y democracias afines para buscar la expulsión de Cuba del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

La resolución pide además que se mantenga a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado y que dicha agencia presente informes semestrales al Congreso, el 1 de marzo y el 1 de septiembre de cada año, sobre sus esfuerzos para llevar la libertad y la democracia a Cuba sobre la base de los principios delineados en la resolución.

También alienta al Representante Comercial de Estados Unidos a que “entable consultas con el Gobierno de México y todos los demás países que participan en el tráfico de médicos cubanos, no solo en México, sino en todos los demás países que violan las disposiciones laborales del Tratado Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC)”.

La representante republicana por la Florida, María Elvira Salazar, presentó una resolución complementaria en la Cámara de Representantes.

Cargar más

XS
SM
MD
LG