La Casa Blanca ha prometido que Barack Obama mostrará una imagen "optimista" y será combativo ante el Congreso cuando el martes pronuncie su discurso anual sobre el Estado de la Unión, tras un 2013 que supuso un revés para el presidente estadounidense.
Obama se dirigirá a los miembros de la Cámara de Representantes y del Senado, secretarios del gobierno y jueces de la Corte Suprema a las 21H00 locales (02H00 GMT del miércoles) para exponer su visión de lo que será este año político.
El 2013 estuvo marcado por una caída del nivel de confianza de los ciudadanos en Obama por el fallido lanzamiento de uno de los aspectos centrales de la reforma de la salud, aunque el dirigente demócrata se anotó una victoria sobre los republicanos en la resolución de la crisis presupuestaria del otoño boreal.
El gobierno afirmó el viernes que ya se ha superado la meta de los tres millones de personas aseguradas desde octubre, pero reconoció que parece complicado alcanzar el objetivo de los siete millones de aquí a finales de marzo.
En un intento por alejarse de esta crisis, Obama retomó en diciembre uno de los ejes de su campaña de reelección: el papel del Estado en el apoyo de la clase media y la disminución de las desigualdades sociales. En este sentido, ha manifestado que desea "inversiones en educación, leyes sobre los derechos sindicales y (una revalorización) del salario mínimo".
"El martes por la noche, el presidente presentará una serie de propuestas reales, concretas y prácticas para hacer crecer la economía, reforzar la clase media y apoyar a todos los que esperan entrar" en este segmento, explicó el sábado su consejero Dan Pfeiffer en un correo.
Pfeiffer prometió que el tono del discurso será "optimista". "Gracias a la valentía y a la determinación de personas como ustedes, Estados Unidos ha luchado mucho por este optimismo", señaló en referencia a la caída del desempleo, que se situó en 6,7% en diciembre cuando llegó a alcanzar el 10% en el peor momento de la crisis en 2009.
Obama ya ha dicho que 2014 es un "año de acción", mientras que en 2013 no logró hacer avanzar temas como el control de las armas de fuego, las ayudas por mayor tiempo a desempleados o la situación de los 11 millones de ilegales que viven en el país.
Esta actitud puede sufrir un revés ante las elecciones legislativas de noviembre, cuando se renovará la Cámara de Representantes -dominada desde 2011 por los republicanos- y un tercio del Senado.
Salvo sorpresa de último minuto, no parece que los demócratas vayan a reconquistar el Congreso para otorgar a Obama un mayor margen de maniobra. Los republicanos de la Cámara han dicho que están dispuestos a replantearse la reforma sobre inmigración, aunque su texto corre el riesgo de no avanzar tanto como el que adoptó el Senado en junio de 2013.
Obama se dirigirá a los miembros de la Cámara de Representantes y del Senado, secretarios del gobierno y jueces de la Corte Suprema a las 21H00 locales (02H00 GMT del miércoles) para exponer su visión de lo que será este año político.
El 2013 estuvo marcado por una caída del nivel de confianza de los ciudadanos en Obama por el fallido lanzamiento de uno de los aspectos centrales de la reforma de la salud, aunque el dirigente demócrata se anotó una victoria sobre los republicanos en la resolución de la crisis presupuestaria del otoño boreal.
El gobierno afirmó el viernes que ya se ha superado la meta de los tres millones de personas aseguradas desde octubre, pero reconoció que parece complicado alcanzar el objetivo de los siete millones de aquí a finales de marzo.
En un intento por alejarse de esta crisis, Obama retomó en diciembre uno de los ejes de su campaña de reelección: el papel del Estado en el apoyo de la clase media y la disminución de las desigualdades sociales. En este sentido, ha manifestado que desea "inversiones en educación, leyes sobre los derechos sindicales y (una revalorización) del salario mínimo".
"El martes por la noche, el presidente presentará una serie de propuestas reales, concretas y prácticas para hacer crecer la economía, reforzar la clase media y apoyar a todos los que esperan entrar" en este segmento, explicó el sábado su consejero Dan Pfeiffer en un correo.
Pfeiffer prometió que el tono del discurso será "optimista". "Gracias a la valentía y a la determinación de personas como ustedes, Estados Unidos ha luchado mucho por este optimismo", señaló en referencia a la caída del desempleo, que se situó en 6,7% en diciembre cuando llegó a alcanzar el 10% en el peor momento de la crisis en 2009.
Obama ya ha dicho que 2014 es un "año de acción", mientras que en 2013 no logró hacer avanzar temas como el control de las armas de fuego, las ayudas por mayor tiempo a desempleados o la situación de los 11 millones de ilegales que viven en el país.
Esta actitud puede sufrir un revés ante las elecciones legislativas de noviembre, cuando se renovará la Cámara de Representantes -dominada desde 2011 por los republicanos- y un tercio del Senado.
Salvo sorpresa de último minuto, no parece que los demócratas vayan a reconquistar el Congreso para otorgar a Obama un mayor margen de maniobra. Los republicanos de la Cámara han dicho que están dispuestos a replantearse la reforma sobre inmigración, aunque su texto corre el riesgo de no avanzar tanto como el que adoptó el Senado en junio de 2013.