En su Informe Anual de Países 2022, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) responsabilizó a la reforma económica conocida como "Tarea Ordenamiento" de la inseguridad alimentaria en Cuba.
"Esta reforma aún no ha logrado los resultados deseados. Por lo tanto, la escasez de productos básicos y el aumento de los precios mundiales de los alimentos contribuyeron a la inflación nacional. El PMA seguirá supervisando los efectos de la reforma, especialmente en la seguridad alimentaria de los hogares de bajos ingresos", señala el informe.
La desigualdad económica provocada por la “dualidad monetaria”, indicó el PMA, es una de las principales causas de que la “población más vulnerable”, que no tiene acceso a divisas, resulte la más afectada.
La elevada inflación provocada por dicha reforma que, según expertos en la isla está muy por encima de lo declarado por el régimen: un 70% en 2021 y un 39% en 2022, ha tenido un efecto devastador en los hogares cubanos.
"Como resultado, el país experimentó escasez de alimentos, incluidos los principales cereales (harina de trigo, arroz y maíz), frijoles, verduras, productos lácteos y carne (res y cerdo)", señaló el informe.
La población cubana, de acuerdo con lo publicado por PMA, está muy por debajo de los estándares nutricionales reconocidos internacionalmente, y a la carencia de alimentos se unen la ausencia de diversidad y la pobreza en los llamados “micronutrientes”.
El habitante promedio de la isla come el 24% menos de proteínas, el 18% menos de grasas aconsejadas y además, no alcanza a ingerir las 2, 300 kilocalorías recomendadas para una dieta nutricional balanceada.
Respecto a los planes realizados por el régimen a partir de la "Tarea Ordenamiento", que entrara en vigor en enero de 2021, el PAM considera que no están dando resultados, y señala la baja o casi nula producción agrícola del país como una de las agravantes respecto a la carencia de alimentos.
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