A un año del abrupto fin de la política migratoria de "pies secos/pies mojados" los cubanos recuerdan "con nostalgia" sus beneficios, pero ni Estados Unidos ha dejado de ser el destino soñado, ni quedarse en Cuba es la opción de muchas familias, dijeron cubanos consultados.
Eso sí, el cese de los privilegios migratorios excepcionales para los que pisaban suelo estadounidense cambió el patrón migratorio y redujo drásticamente el flujo por tierra y mar visto tras el dehielo entre La Habana y Washington a partir del 2015.
"Ya no escuchamos tanto trauma en la selva de Centroamérica, ni con los coyotes, ni en las balsas en el Estrecho de Florida", dijo a Martí Noticias desde Camagüey el periodista independiente Henry Constantín.
La atención de los cubanos está ahora más centrada, -dijo-, en cómo conseguir una visa estadounidense, un trámite que se complicó tras el cierre de los servicios consulares ordenado por el presidente Donald Trump debido a los aún sin aclarar ataques sónicos contra 24 diplomáticos en La Habana.
"Hay un poco de estrés con lo que queda de posibilidades de emigrar y sobre todo con el asunto de ir a Colombia a solicitar visas", explicó Constantín.
"La gente sigue pensando en emigrar, pero no tantos como antes y no con tanta desesperación como antes. Ahora tienen que pensarlo mejor, tienen que reunir más dinero o tienen que estar en situaciones más extremas aquí en Cuba para embullarse a ir a Chile, por ejemplo, que es donde están yendo mucho, o a México o a Europa", explicó.
Consultada por Martí Noticias, la expresa política Marta Beatriz Roque dijo que pese a todo "la gente más que nunca quiere irse del país".
"Esta reacción inicial que hubo cuando se quitó la política de 'pies seco/pies mojados' se quedó corta con el problema que hay en estos momentos de que a la embajada de Estados Unidos no se puede ir porque no tiene ningún servicio para los cubanos y aquellos que están esperando la reunificación familiar tienen que hacerlo a través de Colombia", dijo.
Roque dijo que aunque no se menciona la derogada política, la gente no la "desecha" del todo.
"A cada rato llega un grupo de personas a Estados Unidos que trata de probar que son perseguidos políticos para aplicar a la Ley de Ajuste Cubano", expresó Roque. "También hay personas que llegan y tratar de estar ocultas por un año para poder obtener la residencia".
"Caminar por la calle y oir la conversación de alguien que tenga cerca es oir hablar de salir de Cuba", dijo la veterana opositora, que incluso no descarta la posibilidad de otro éxodo masivo por mar.
Obama, "el enemigo público"
La bloguera Miriam Celaya recordó la reacción que causó en la mayoría el cese de la política de 'pies secos/pies mojados' ordenada poco antes de que Barack Obama dejara la presidencia en enero del 2017.
"El primer impacto fue de rechazo total a Obama, aquel presidente que tanto había gustado aquí durante su visita a Cuba (...) se convirtió un poco en el enemigo público, muchos aspirantes a emigrar se sentían traicionados, y muchos de los ya emigrados que se quedaron varados en México y Centroamérica también", dijo.
Celaya valoró, no obstante, que esta política excepcional a favor de los cubanos ya no se justificaba a pesar de que muchos siguen soñando con emigrar.
"Muy pocos tienen la esperanza de que las cosas cambien aquí dentro del país en el corto o mediano plazo", dijo.
Constantín explicó que aún "no son visibles" las consecuencias a largo plazo del cambio de política migratoria que cumple un año este viernes.
"Aún no hemos visto la readaptación de la mente cubana de quedarse en Cuba o viajar a países en donde definitivamente no serás tan privilegiado y tendrás que enfrentarte a los problemas de cualquier emigrante", dijo.
Falta, -expresó-, para que los cubanos "dejen de crecer con la meta prediseñada de emigrar automáticamente a un país que los acoge con tantas opciones".
Un dilema menos para los abogados
La abogada Grisel Ybarra, encargada de casos migratorios, dijo a Martí Noticias que el fin de la política de 'pies secos, pies mojados' era previsible.
"Todo el mundo sabía que iba a llegar el momento, que se acababa porque la situación de los cubanos en Cuba no es igual a la que era. Mientras que no hubo un cubano que fue a Cuba de visita se presumía que éramos perseguidos", expresó.
Ybarra enumeró la visita de Obama a la isla y el hecho de que muchos cubanos regresan de visita a lCuba una vez que obtienen la residencia estadounidense.
"(Si) después que tienen la residencia, lo primero que hacen es ir a Cuba, estás demostrando al gobierno americano que ya no son asilados, que no son refugiados, que no hay persecusión", dijo.
"Cómo tú le justificas entonces a un guatemalteco, a un hondureño, a un nicaragüense, a un venezolano, a un colombiano que está pidiendo asilo que a él no le dan nada de esto pero a ti te dan todos los beneficios y tú vas a Cuba de visita", cuestionó Ybarra.
"Nosotros mismos causamos que eso se acabara", concluyó.