Residentes de un edificio en peligro de derrumbe donde viven 20 núcleos familiares, en el poblado de Antilla, en Holguín, denunciaron a Martí Noticias las pésimas condiciones del inmueble y el abandono por parte de las autoridades locales.
La señora Norki Evelyn Barrero Yedra, que lleva viviendo 43 años en esa edificación, cita en el No. 4, de la calle General Núñez, alertó que la estructura está a punto de derrumbarse.
“Este edificio está en precaria situación. Vivimos 20 familias, y nos mojamos, no queremos ni dormirnos cuando el tiempo esta malo. Se pasa tres y cuatro días lloviendo y pensamos que se va a derrumbar el edificio", dijo.
"Estamos desesperados, no sabemos que vamos a hacer. Hay muchos que no quieren hablar porque tienen miedo, usted sabe cómo es el sistema, pero yo no me puedo quedar callada. Esto se está cayendo a pedazos, la corriente nos está cogiendo, no podemos poner ningún equipo, prácticamente, cuando llueve ", detalló Barrero Yedra.
Añadió que han dirigido estas preocupaciones al gobierno local y las diferentes instituciones involucradas en una posible solución del caso, pero "por aquí no ha venido nunca ningún dirigente, para nada, en absoluto”, aseguró la mujer.
La residente en el inmueble explicó las consecuencias que ya sufren los vecinos de ese edificio, ante la humedad y las pésimas condiciones.
“Casi todas son personas de la tercera edad y niños asmáticos, enfermos. Mi niña es alérgica crónica y, de tanta humedad que hay, estamos enfermos de los huesos todos”, aseguró.
Katiuska Batista Bermúdez, otra madre que vive en el edificio con dos niños, uno de ellos asmático, y con una madre postrada en una cama, denuncia que ni el delegado de Circunscripción, ni los funcionarios de Vivienda, ni otros dirigentes locales, han hecho nada hasta ahora por ayudar a los vecinos.
La familia reside en el tercer piso, uno de los que en peores condiciones está, según describen.
“Viven en esa humedad porque la casa se moja por dondequiera. Aquí nadie duerme. Cuando llueve, sale hasta la fosa por debajo del piso. Todos los días es una mentira, y cada vez que vienen es una mentira y una charla que dan por gusto”, dijo decepcionada Batista Bermúdez.
Según cuenta, hace unos 15 días hubo el ofrecimiento, como solución al problema, de que los damnificados acudieran a una Mipyme, a la cual tendrían que pagarle miles de pesos por la reparación del edificio, ya que el Estado no tiene recursos. Los vecinos no disponen de esa cantidad de dinero.
“Nosotros no tenemos dinero para pagar ese dineral que están cobrando. La mayoría de los asistenciados que viven en este edificio cobran 1,500. El delegado dijo que nos bajáramos de esa nube”, concluyó Batista Bermúdez.
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