Cuentapropistas lamentan que el Estado cubano no proporcione ningún tipo de ayuda al sector privado, ese motor económico que languidece desde hace casi un año a causa de la pandemia, la crisis económica y el excesivo control gubernamental.
En declaraciones a Radio Televisión Martí, el periodista independiente Guillermo del Sol comentó que la mayoría de las modalidades del trabajo privado en Santa Clara están en cero. Allí ya no se ven carretilleros, ni cocheros en las calles y la mayoría de las guarderías han cerrado.
“El cuentapropismo en Cuba es una utopía, porque tú sueñas que te van a dar la oportunidad para convertirte en un empresario, y al final son tantas las zancadillas que te ponen, que te quitan los cuatro pesos que tienes y te dejan sin nada. Todas las formas de trabajo privado han ido al piso, esto es increíble lo que nosotros estamos viviendo”, apuntó Del Sol, quien también se gana la vida como constructor.
La vendedora de granizados en Morón, Dairis González Ravelo es madre dos niños y no recibe ayuda económica alguna, si situación ha empeorado aún más porque ahora lleva 10 meses sin trabajar por el coronavirus.
“El estado no me abastece, ni pone una tienda donde uno pueda comprar la materia prima. Esto sin contar las multas que debo”, dijo la emprendedora de Ciego de Ávila.
El operador de cafetería Yoel Espinosa Medrano, asegura que ya en Villa Clara muchos emprendedores han cerrado sus negocios.
“No entendemos cómo es posible que si nosotros pagamos una seguridad social, en estos momentos no tenemos un respaldo ante la quiebra y el cierre total de nuestros negocios”, señaló Yoel.
Rebeca Monzó, es rentadora habitacional en el municipio de Plaza y expresa que no tiene esperanza en lograr rescatar su negocio. El ordenamiento ha empeorado las cosas.
“No hemos recibido ningún tipo de ayuda y además todo está en unos precios tan elevados que es imposible en estos momentos, aún si hubiera turismo, yo no podría ni alquilar”, afirmó Rebeca.
Desde Ciego de Ávila, el bicitaxista José Carlos Fernández alerta sobre el hostigamiento que ellos sufren por los inspectores. Los emprendedores necesitan libertad para poder ejercer su trabajo.
“Nosotros necesitamos que cese esa ola de persecución y represión que hay contra los cuentapropistas en todos los sentidos”, enfatizó José Carlos.
En La Habana, el vendedor de libros, Pedro Luis García, lleva ya casi un año sin ganar dinero.
“SI no tenemos un rescate financiero que nos ampare: Qué aumento del número de licencias, y qué nueva ley va a existir para los trabajadores por cuentapropia?”, cuestionó Pedro Luis, en referencia al reciente anuncio de la ministra cubana de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó sobre nuevas opciones del sector privado.
Para el bicitaxista Antonio Font, en Centro Habana, es alarmante que el Estado lo controle todo y que no han ofrecido ni siquiera un préstamo financiero a los pequeños empresarios.
En cambio, “ellos están arriba de todos los privados, para vigilarlos con el problema de los inspectores y las multas altísimas”, declaró Font.