Habitaciones con poca higiene, manipulación incorrecta de los alimentos, dolor estomacal, vómitos y diarrea: son algunas de las quejas reportadas acerca de uno de los destinos turísticos más populares para los canadienses en Cuba, operada por la firma Sunwing Vacations.
"Es realmente preocupante, aún estoy sufriendo las consecuencias una semana después", señaló Amanda Klein al diario canadiense Global News.
Klein viajó a Cuba del 5 al 12 de enero, y pasó esa semana en el resort Memories Paraíso Azul Beach Hotel, en Cayo Santa María, junto a su novio y otras dos parejas de turistas canadienses.
A pocos días de su arribo al hotel, cinco –de un grupo de seis viajeros– comenzaron a padecer de vómitos y diarrea. Klein explicó que decidieron dejar de comer en el hotel, un resort del tipo "todo incluido", tras percatarse de "malas prácticas en el manejo de los alimentos".
"Varios empleados ponían sus manos en la comida o lamían sus dedos y luego tocaban con ellos los alimentos que estábamos supuestos a comer", indicó Klein.
Pero lo que más inquietó al grupo de turistas fue ver la manera en la que los empleados del restaurante bufet limpiaban las mesas.
"Cuando recogían los platos y cubiertos sucios, dejaban en las mesas los que aparentemente no habían sido utilizados", aunque, según Klein, muchos estaban sucios.
Turoperadora niega problemas en el resort
El artículo de Global News señala que cuando algunos viajeros, como Marcy Mullings, comenzaron a ver los reportes negativos en Facebook acerca del resort decidieron pedir explicaciones a la compañía Sunwing.
Mulling dijo que la turoperadora negó la existencia de problemas relacionados con la higiene en el resort cubano.
"Me dijeron que no podía creer todo lo que leía, que se trataba de
una farsa, que alguien estaba tratando de manchar el nombre de Sunwing", dijo Mulling.
Insatisfecha con la respuesta, pidió hablar con un supervisor y solicitó cambiar la reservación que había hecho para viajar con su familia al Memories Paraíso Azul a finales de enero, pero Sunwing no accedió a su petición.
El Global News señala que la de Klein es apenas una entre las crecientes quejas que viajeros han reportado al diario sobre el resort en Cayo Santa María, pero la compañía turoperadora insiste en que no es un problema significativo.
"Hasta la fecha, la administración del Memories Paraíso Azul nos ha dicho que no han tenido noticias de ningún caso parecido", dijo al Global News Jacqueline Grossman, directora de Marketing de Sunwing Vacations.
No obstante, Grossman aceptó que algunos viajeros habían reportado problemas de enfermedad relacionados con su estancia en el hotel cubano.
"En la pasada semana, nuestro departamento de Atención al Cliente recibió información de 10 personas quejándose de enfermedades gastrointestinales durante su estancia en este resort durante el mes pasado", indicó Grossman.
Viajeros exigen compensación a Sunwing
Otros turistas canadienses que viajaron en diciembre a Cuba a través de Sunwing dijeron haberse enfermado en otros hoteles de la isla.
Anne Cameron, residente de Mississauga, Ontario, regresó hace unos días de su estancia en el Memories resort de Varadero, donde estuvo de vacaciones junto a varios miembros de su familia.
Además de haberse enfermado junto a otros turistas canadienses, Cameron calificó de "asquerosas" las condiciones de higiene del resort 4 estrellas, especialmente en los baños públicos.
Algunos de los viajeros han pedido una compensación a Sunwing por las afectaciones que sufrieron durante su estadía en el Memories Paraíso Azul, como es el caso de Lorna Hoffman, quien viajó a Cuba junto a su esposo en abril del 2015.
Hoffman dijo a Global News que pasó unos días horribles en el resort.
"Estuvimos allí sin agua corriente durante tres días, con pilas de platos sucios en los alrededores de la piscina y comiendo hamburguesas servidas sobre papel higiénico".
Según Hoffman, luego de pagar $2.400 canadienses por el viaje, Sunwing sólo accedió a darles una compensación de $108, pero nueve meses después de la reclamación aún no ha recibido el dinero.
Klein insiste en que las quejas sobre el resort cubano no pueden ser ignoradas.
"La gente necesita saber que ese es un mal lugar. Necesitan cambiar las cosas o cerrar sus puertas", concluyó.