Acoso y represión contra la Cafetería Celia Cruz en Holguín

Luis Hernández Martín, cuentapropista, dueño del Café "Celia Cruz", cerrado por presiones del régimen cubano.

Un suplicio. Pasar el mar por el fondo. Estas han sido las pruebas de fuego impuestas por las autoridades en Holguín “desde octubre de 2017 a la fecha” para desbaratar el sueño del cuentapropista Luis Hernández Martín cuando decidió ponerle el nombre de la Celia Cruz a la cafetería con la que se ganaba la vida en la región oriental de Cuba.

En entrevista para el programa Contacto Cuba, de Radio Martí (A partir del minuto 8:31), Hernández explicó que pasado 24 de mayo funcionarios del gobierno local ordenaron retirarle el metro contador y el fluido eléctrico, lo que le trajo pérdidas “por 10 mil pesos”.

Luego ha llegado ya el hostigamiento público, la presión de un directivo del Banco Popular de Ahorro (BPA) y amenazas directas de la Seguridad del Estado, relató a Radio Martí.

“Estuve sin electricidad veinte días, donde se echaron a perder todos los productos que habían en las tres neveras, el día 24 de este mes pasado. Había queso, jamón, helado, pizzas, sándwiches, hamburguesas, de todo lo que lleva un Café complementado y se echó a perder todo, con una pérdida de 10 mil pesos”, señaló.

Para Hernández Martín la odisea producida por los obstáculos con la burocracia no parece tener fin.

“Cuando fui a pagar el contador (retirado por la Empresa Eléctrica) me pidieron 800 pesos más, por encima, diciendo que este mes había consumido. Eso es una estrategia ya que yo, al no tener (metro) contador no tenía consumo de corriente y al haber estado ingresado no podían haberme llegado 1.955 pesos de consumo de corriente”, enfatiza.

Sin embargo, la escalada de hostigamiento continuó, explica este emprendedor que se vio obligado a cerrar la Paladar Celia Cruz, ubicada en la calle Frexes de la Ciudad de los Parques.

“Ahí no quedó todo, pongo el contador y la vecina de arriba me corta el cable de la electricidad y me deja la mitad de la vivienda sin electricidad, porque ella quiso”, lamentó.

El desamparo jurídico es total, asegura Hernández. “No hay nadie… ¿dónde vas a reclamar? ¿a dónde vas a ir? No pasa nada. Lo que me han hecho es un sabotaje”.

Instituciones de oídos sordos

A inicios de octubre de 2017 la puja de la Seguridad del Estado –por medio del oficial operativo de apellido Chapman- llegó a su momento más álgido.

Cartas de advertencia, amenazas de retirarle la licencia para expender alimentos y trabas en la Banco para entorpecer la devolución de los 3.700 pesos del crédito concedido fueron parte de la avanzada que terminaría cerrando el local identificado con la imagen de la Guarachera de Cuba.

El oficial Chapman, denunció Hernández hace 8 meses, insistió para que la cafetería llevara el nombre de “Azúcar”, el grito de guerra de la sonera cubana y no su nombre de pila. Desde entonces todas las instituciones estatales parecen voltear el rostro cuando este hombre reclama atención.

“Las gestiones fueron en todas partes: Planificación física, (Unidad de) policía… el expediente completo en Fiscalía va a cumplir casi 8 meses y no me han dado respuesta”, y agrega Hernández Martín: “el dictamen técnico del Arquitecto de la Comunidad y todo ha sido en vano”.

Con la represión llega el estrés

Hernández es paciente del Síndrome de Guilles de la Tourette, lo que le provoca tics nerviosos que afectan su estabilidad física y emocional. El aumento de estrés, contó el jueves, lo llevó al ingreso en el Hospital Psiquiátrico de Holguín.

“Pero la situación en el hospital era más crítica que en un hospital con sala especializada. Estuve cinco días nada más porque mi familia optó por sacarme de allí”, explica.

“Toda esta situación venía planificándose de antemano, desde que yo hice el reportaje del Café Celia Cruz (producido por Palenque Visión) y el otro día hice una entrevista de 44 minutos con José Daniel Ferrer”, señaló.

Hernández relata que se trata de “un cuentapropista emprendedor que tuvo un sueño de unir la música cubana con la gastronomía, de un lugar que visitaban muchas personalidades, se hicieron programas de radio… fueron limitándola hasta el día de hoy que por poco tengo un problema: y es tirarme personas para arriba para buscarme problemas, que yo me faje y poderme acusar”.

Al regresar de la filmación de la entrevista en Santiago de Cuba con Ferrer, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba –asegura- fue detenido.

“Me entró un ataque de pánico, por poco me parten un brazo con las esposas. Mi esposa, que nunca había pasado por nada de esto quedó intimidada y se está atendiendo ahora en el Hospital de Día. Cuando regresamos ya nos estaban esperando”, indicó y según dijo además dos oficiales se identificaron con los seudónimos de Teniente coronel “Sandy” y “Daniel”.

Según Hernández la “guerra” se ha extendido hasta la sede del Banco Popular porque “el director del banco (nombrado Joel) es un exmiembro del Ministerio del Interior (Minint) y cuando me fueron a dar el crédito dijo: que él hubiera preferido que no me dieran crédito ninguno”.

“El régimen cubano no perdona. Esperaron que hiciera el negocio, que lo fortaleciera, que invirtiera una inmesidad de dinero (cifrado en 1000 mil pesos), el dinero del banco, los ahorros de mi madre, mi salud, para cuando ya estuviera floreciente como estuvo, desbaratarlo completamente”.

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Luis hernández, dueño Café "Celia Cruz"