La resolución de la Aduana cubana que restableció el cobro de impuesto a los artículos y alimentos a los viajeros del exterior o residentes en la isla, no afecta a las 44 primeras libras de equipaje ni a las 22 libras de medicinas permitidas libres de impuestos.
“El exceso de esas 44 libras de equipaje, sean o no alimentos, consideradas misceláneas, es lo que volverá a pagar el impuesto correspondiente”, explicó a martinoticias.com, la empleada de una agencia de envío de paquetes a Cuba con sede en Miami, que se identificó como Elba.
Tras el paso de tres devastadores huracanes en el 2008, Cuba suspendió en el pago de aranceles a los artículos y alimentos que los viajeros llevaban como equipaje a la isla, fueran o no residentes en el país.
La medida fue restablecida el lunes 18 de junio, y de ese modo, se vuelve a implementar para el caso de los alimentos un decreto vigente desde 1979 que regula las importaciones sin carácter comercial .
Según lo establecido en las nuevas regulaciones los viajeros residentes en Cuba tendrán que pagar 5 pesos cubanos, por cada libra en exceso a las 44 permitidas, y los no residentes pagarán la misma cantidad pero en CUC, o moneda convertible.
Algunos consideran que la restitución de los aranceles al equipaje de los viajeros es un golpe a los cuentapropistas quienes se han beneficiado de una importación de productos sin impuestos, pero que afectará también directamente la mesa de los hogares cubanos y el bolsillo de los viajeros.
El economista Oscar Espinosa Chepe, dijo desde La Habana que la medida puede estar dirigida a controlar las importaciones de los cuentrapropistas, pero consideró desacertado el momento en que se aplica, teniendo en cuenta el desabastecimiento de alimentos que hay en los mercados.
“Esto podría ser lógico en otros momentos, pero tengo mis dudas de su utilidad, porque ahora lo que hacía falta es que hubiera un poco más de alimentos, independientemente de que los cuentapropistas pudieran negociar”, afirmó.
Espinosa puso en duda que las tiendas estatales se beneficien de la medida si se produce una mayor afluencia de remesas familiares como alternativa al envío directo de alimentos y otros bienes de consumo, porque el mercado interno está desabastecido y los precios de los alimentos se han disparado.
“Donde se va a sentir esa medida es en las familias, la gente lo va a sentir porque sus familiares no podrán ayudarlos como antes”, afirmó. “Yo realmente no puedo dar una explicación integral, porque no entiendo por qué lo han hecho, precisamente en este momento”, agregó.
“El exceso de esas 44 libras de equipaje, sean o no alimentos, consideradas misceláneas, es lo que volverá a pagar el impuesto correspondiente”, explicó a martinoticias.com, la empleada de una agencia de envío de paquetes a Cuba con sede en Miami, que se identificó como Elba.
Tras el paso de tres devastadores huracanes en el 2008, Cuba suspendió en el pago de aranceles a los artículos y alimentos que los viajeros llevaban como equipaje a la isla, fueran o no residentes en el país.
La medida fue restablecida el lunes 18 de junio, y de ese modo, se vuelve a implementar para el caso de los alimentos un decreto vigente desde 1979 que regula las importaciones sin carácter comercial .
Según lo establecido en las nuevas regulaciones los viajeros residentes en Cuba tendrán que pagar 5 pesos cubanos, por cada libra en exceso a las 44 permitidas, y los no residentes pagarán la misma cantidad pero en CUC, o moneda convertible.
Algunos consideran que la restitución de los aranceles al equipaje de los viajeros es un golpe a los cuentapropistas quienes se han beneficiado de una importación de productos sin impuestos, pero que afectará también directamente la mesa de los hogares cubanos y el bolsillo de los viajeros.
El economista Oscar Espinosa Chepe, dijo desde La Habana que la medida puede estar dirigida a controlar las importaciones de los cuentrapropistas, pero consideró desacertado el momento en que se aplica, teniendo en cuenta el desabastecimiento de alimentos que hay en los mercados.
“Esto podría ser lógico en otros momentos, pero tengo mis dudas de su utilidad, porque ahora lo que hacía falta es que hubiera un poco más de alimentos, independientemente de que los cuentapropistas pudieran negociar”, afirmó.
Espinosa puso en duda que las tiendas estatales se beneficien de la medida si se produce una mayor afluencia de remesas familiares como alternativa al envío directo de alimentos y otros bienes de consumo, porque el mercado interno está desabastecido y los precios de los alimentos se han disparado.
“Donde se va a sentir esa medida es en las familias, la gente lo va a sentir porque sus familiares no podrán ayudarlos como antes”, afirmó. “Yo realmente no puedo dar una explicación integral, porque no entiendo por qué lo han hecho, precisamente en este momento”, agregó.