Odebrecht defiende polémicas bolsas empleadoras que impone Cuba

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Odebrecht siguió las reglas de la isla en la contratación de 6.000 cubanos durante la modernización del Puerto del Mariel.

El Gobierno cubano prohíbe a inversionistas extranjeros la libre contratación de empleados locales, algo que inversionistas y funcionarios estadounidenses han criticado.

Un representante en Cuba del gigante brasileño Odebrecht dijo que las compañías empleadoras estatales no han sido un obstáculo para contratar a cubanos y operar con éxito sus negocios en la isla.

El comentario defiende a ultranza un mecanismo que ha sido muy criticado y hasta ha impedido que más inversionistas extranjeros entren al país.

Cuba no permite la libre contratación de sus nacionales, pese al reclamo de potenciales inversores que se quejan de la falta de libertad para elegir a empleados locales.

Igual reclamo tiene Estados Unidos, que ha criticado la regla mientras flexibiliza sus sanciones y busca mayores acercamientos económicos y comerciales con la isla de Gobierno comunista.

"Si quiere contratar a alguien, tiene que hacerlo por medio de una agencia de empleos controlada por el Estado. Así que usted no tiene libertad para entrevistar a quien quiera. Hay muchas cosas que son impedimentos para la inversión extranjera directa en Cuba", criticó la secretaria de Comercio de Estados Unidos Penny Pritzker tras su viaje a Cuba en 2015.

Sin embargo, Mauro Augusto Hueb, representante de Odebrecht en la isla, dijo a medios locales que para su compañía "la empresa empleadora nunca fue un obstáculo, su intervención resultó viable, beneficiosa, económica y eficiente".

Hueb agregó que suele explicar a colegas de otros países lo que considera como ventajas de este mecanismo intermediario.

"Muchos extranjeros que llegan a la isla en tareas de prospección de negocios manifiestan preocupaciones casi generalizadas por la figura de las empresas empleadoras y cuestionan su papel como intermediarias", dijo.

"Siempre que tengo la oportunidad les comento mi experiencia en la ejecución de la terminal de contenedores del Mariel: por ahí pasaron unos 6.000 cubanos", explicó.

Odebretch tiene un papel activo en Cuba

Fue clave en la modernización del Puerto del Mariel. Participa en la ampliación y modernización del Aeropuerto Internacional José Martí y tiene un contrato de administración de un central azucarero en la provincia de Cienfuegos.

La Compañía de Obra e Infraestructura (COI), que es parte de Odebrecht, obtuvo en enero la licencia para operar en la Zona Especial de Desarrollo Mariel durante los próximos 15 años, donde ofrece servicios de ingeniería y construcción a los inversionistas en la zona.

La empresa evalúa la posibilidad de solicitar a las autoridades cubanas otro permiso en el Mariel para intervenir como inversionista en el montaje y explotación de una planta productora de envases y embalajes plásticos.

Las reglas de Cuba

Pese a las críticas, Cuba incluyó las polémicas bolsas empleadoras en su nueva ley de Inversión Extranjera, con la que espera atraer a potenciales inversores para sacar a flote su economía.

Según la nueva ley, que se aplica en Mariel, las empresas de empleo negocian con la entidad extranjera el monto de los salarios, teniendo en cuenta los que se abonan a cargos de similar complejidad en entidades de la misma rama o sector, así como pagos adicionales que por ley correspondan.

La empresa empleadora cobra hasta el 20% del salario de cada cargo por sus servicios.

Las negociaciones entre los funcionarios cubanos y la empresa se producen en pesos convertibles y es el Gobierno quien paga a los trabajadores tras recibir el dinero de la compañía.

Fuera del Mariel, las empresas extranjeras acreditadas en Cuba subcontratan a empleados cubanos a través de empleadoras como Palco, RTV Comercial y Cubavisión Internacional, que cobran a las entidades foráneas por cada empleado mensualmente.

La empleadora paga al subcontratado una parte de ese monto en moneda nacional.

El empleador extranjero entrega un monto al empleado que es considerado "regalía" por parte del Gobierno. Los subempleados cubanos deben pagar trimestralmente un impuesto a la Oficina Nacional de Administración Tributaria por recibir esa regalía.

Las entidades empleadoras cobran adicionalmente a las empresas extranjeras los importes correspondientes a la Contribución para la Seguridad Social por trabajador, sobre la base de lo pactado en CUC por concepto de salario.