Revendedores, persistencia dañina

Crecen las quejas sobre la carencia de productos básicos, muchos pagan altos precios a revendedores.

"Coge tu paquete de galletas aquí. Aseo personal, bueno bonito y barato", gritan a voz en cuello frente a las tiendas, donde precisamente se deberían vender esos productos un poco más baratos.

Creando problemas a la economía individual de la familia, los revendedores crecen y ya es cotidiana su presencia en todos los comercios del país. Su sostenimiento se basa en el desabastecimiento que genera el acaparamiento de productos de primera necesidad que luego revenden.

Cubanos opinaron sobre la reventa de productos básicos.

El jubilado guantanamero Luis Echavarría sostiene: "Los productos tienen que sobrar en la tienda, no que hoy hay un producto y luego se desaparece por varios días, si se abasteciera constantemente, el revendedor no tiene vida".

"Lo que no hay en los mercados, lo que no hay en las tiendas lo tienen los revendedores", explicó la ama de casa Yaismaris Labañino.

Dos interrogantes preocupan a la población: "¿Por qué operan en las entradas de las tiendas? ¿Siempre son los primeros en enterarse de las rebajas de precios?

La reventa de productos de alta demanda es un medio de vida de jubilados en sitios como Guantánamo.

Se han confirmado casos de corrupción de administradores y dependientes de bodegas, establecimientos de la cadena de tiendas como las Recaudadora de Divisas (TRD) y la cadena Zunzún, sin embargo a veces ocurre bajo la anuencia de esos directivos que, -al ser cuestionados por satisfacer los abultados pedidos de algunas personas-, responden que ofertan productos para los cuales no hay límite en cuanto cantidades a vender.

Pero la realidad se trata "de la mala dirección que existe en el gobierno, que dan la oportunidad al revendedor de sobrevivir", opina Luis.

Varios organismos de inspectores han sido creados para tratar de eliminar a los revendedores, entre ellos los llamados Inspectores Integrales de Supervisión (DIS), quienes apoyados por la Policía Nacional (PNR) aplican el decreto ley 315, artículo 5, que incluyen multas de hasta 1.500 pesos en moneda nacional.

Sin embargo, la población no confía en el trabajo que realizan. "Los inspectores están viviendo de esos mismos negocios, los revendedores les pagan para que hagan de la vista gorda", expresó Luis.

Consumidores indefensos

"Nosotros no podemos hacer nada, que derecho tenemos, es el gobierno quien tiene todos los derechos y ellos no hacen nada", lamentó la jubilada » refiere Mirtha Acevedo.

"Nosotros no podemos arreglar esto, podemos hablar, gritar y saltar, esto está caro, pero bueno si no lo compra no come", dijo Luis.

Los jubilados venden en las afueras de los mercados estatales.

Jubilados se dedican a revender productos para mejorar sus bajos ingresos.

En el fenómeno de los revendedores están ubicados los jubilados, que para ayudar a la menguada chequera, revenden de todo para sobrevivir y estos son los que sufren la persecución de los inspectores, que les decomisan sus mercancías y les imponen las multas sin mirar cuáles son las causas que los conllevan a la práctica de la compra y venta ilícita.