Cuba se mantuvo como uno de los regímenes más autoritarios del mundo, de acuerdo con el Índice de Democracia 2024 publicado por la Unidad de Inteligencia de la publicación británica The Economist (EIU), que evalúa el estado de la democracia en 165 estados independientes y dos territorios del mundo.
Con una calificación de 2.58 sobre 10, la isla se ubica en la posición 135 de los 167 evaluados igual que el año anterior, evidenciándose su estancamiento en un modelo político restrictivo que continúa limitando las libertades civiles y la participación política.
Para evaluar la democracia, se toman en cuenta varios elementos como el proceso electoral y pluralismo, el funcionamiento del gobierno, la participación política, la cultura política y las libertades civiles. Según el resultado el país se clasifica como “democracia plena”, “democracia defectuosa”, “régimen híbrido” o “régimen autoritario”.
La ausencia de elecciones libres en el país, el sistema de partido único, el control sobre el emprendimiento privado y la participación ciudadana en la política, los límites al pensamiento crítico y el debate público, la censura, y las restricciones a la libertad de expresión, reunión y prensa siguen siendo una realidad diaria y ubican a la isla en la categoría de “régimen autoritario”, junto a Haití, Venezuela y Nicaragua en América Larina y el Caribe. En el mundo, 60 países están clasificados así. En 2014 eran 52.
El reporte muestra un declive en la democracia a nivel general. La calidad emperoró en 130 países y ha habido un avance del autoritarismo.
“Hoy menos de la mitad de la población mundial vive en una democracia de algún tipo (45%), en comparación con el 48% en 2014”, señala el informe, que menciona que los regímenes autoritarios han tendido a "volverse aún más autoritarios a medida que pasa el tiempo”, recoge el texto.
“La inclinación de gobernantes autocráticos es no cumplir aspiraciones populares de cambio democratizando aspectos de sus sistemas políticos, sino profundizar y tomar medidas más duras contra cualquier señal de disentimiento”, apunta.
América Latina y el Caribe marcan el noveno año consecutivo de retroceso democrático. De los 24 países evaluados, 17 empeoraron sus puntuaciones y solo cinco mostraron mejorías.
"La salud de la democracia en la región se encuentra en un estado lamentable", señala el informe, que cita como "el ejemplo más desvergonzado del comportamiento antidemocrático" a lo ocurrido en Venezuela donde "el régimen autoritario del presidente Nicolás Maduro se comprometió en flagrante fraude para negar la presidencia al candidato de la oposición Edmundo González".